Adviento y economía

Un paralelismo entre el tiempo de la pre Navidad y del nuevo gobierno nacional. Hoy comienza una nueva era en la Argentina, ojalá que sea mejor.

Por Guillermo Briggiler.- Adviento es un término que proviene del latín «adventus», que significa «venida» o «llegada». Se refiere al período de cuatro semanas antes de la Navidad en el calendario litúrgico cristiano. El Adviento marca el comienzo del año litúrgico y es un tiempo de preparación espiritual y reflexión en anticipación a la celebración del nacimiento de Jesucristo.
Desde esta perspectiva, podemos decir que el país entero se encuentra, en adviento, por un lado, los cristianos que esperan la segunda venida del redentor y recuerdan en Navidad la primera venida y por otro todos los ciudadanos que esperan el renacimiento económico del país. Este domingo asume un nuevo presidente que promete un brutal cambio en la forma de hacer negocios y debemos prepararnos para ello, entendiendo los nuevos mercados y la economía que se viene.
Argentina necesita cambiar su matriz macroeconómica porque es un país que gasta desde hace varias décadas, por encima de sus ingresos de manera serial y ese déficit se fue financiando de distintas maneras. Privatizaciones, confiscaciones de depósitos, retenciones abusivas a la exportación, estatización de fondos para jubilaciones y pensiones, y cuando ya no hubo de donde obtener nuevos recursos, se emitió dinero espuriamente, llegando a la actual situación de inflación desmadrada, pobreza escandalosa, falta de valores, persecución al mérito y exclusión de muchos ciudadanos de la economía formal.
Luego de corregir los inconvenientes macro, el país podrá volver a los mercados internacionales de crédito, y financiar así el recurrente déficit, hasta que crezcamos nuevamente y cuadremos los gastos del país con recaudación impositiva, como toda economía seria.
Este cambio de paradigma es condición necesaria, pero no suficiente para que nuestro país retorne al crecimiento y genere más empleos que saquen de la pobreza a millones de compatriotas. Para que esto ocurra es necesario que vuelva la confianza a nuestra tierra.
El cambio de conducción es necesario porque ordenará parte de la macroeconomía, respetando la teoría económica seria y luego la prioridad pasará por que se establezca un plan económico que le devuelva la confianza a la conducción del país. De esta confianza dependerá cómo evolucione más allá de los primeros meses de gobierno. También se deberán corregir otras variables, como la unificación cambiaria, las polémicas retenciones a la producción exportable, los salarios internos, la generación de empleo y el atraso de tarifas, entre otras variables económicas. Luego debemos agregarle las variables sociales, seguridad para los ciudadanos, recuperar la educación y fortaleza en las instituciones. Esto redundará en previsibilidad a la hora de hacer negocios en el país.
La confianza nos traerá inversión, que es la fuente de todo proceso económico. Si alguien decide invertir en nuestro país, debe desprenderse de dólares para conseguir la moneda con la que operamos en Argentina, esto trae reservas al BCRA, mejora en el tipo de cambio y estabilidad en los precios por mayor demanda de pesos. Pero también genera más recaudación impositiva por aumento de la actividad económica, por lo que se reduce el déficit fiscal y más empleo que da mejoras a las cuentas oficiales por menor gasto social. De esa forma se establece el circulo virtuoso del crecimiento.
Estamos transitando el período litúrgico de adviento, significa la actitud espera antes de Navidad, del nacimiento del Salvador de la humanidad. En economía estamos ante un adviento mucho menos importante, pero necesario al fin. En el país no esperamos un mesías, solo deseamos que la seriedad y la teoría económica reine sobre la improvisación y el relato, queremos que los valores de verdad, justicia, libertad, igualdad y caridad, vuelvan a ser nuestra bandera.

#BuenaSaludFinanciera
@ElcontadorB
@GuilleBriggiler

Fuente: https://diariolaopinion.com.ar/

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