Los abortistas avanzan en su objetivo de enmarcar al aborto en el derecho a la salud y sacar del eje del debate político al área jurídica. Los proyectos de ley que pretenden legalizar el aborto ensayaron nuevos abordajes en el último tiempo buscando tener como cabecera a la comisión de salud. Los protocolos “de aborto no punible” (delito sin castigo penal) se van transformando en protocolos “de interrupción legal del embarazo” (aborto como “derecho”). La eventualidad de la práctica del aborto, un tema discutido históricamente en las facultades de derecho, se subvierte y extrapola a las de medicina.
Conscientes de que la normativa legal vigente no los favorece, los abortistas intentan desde hace años, correr el eje de la discusión política sobre aborto. Por ejemplo, en el área legislativa los proyectos que buscan legalizar la práctica mudan de la “visión punitiva” (modificación de las causales de excepción previstas en el Código Penal) a una “visión sanitarista” (protección a la salud integral de la gestante). En la misma estrategia converge la creación de las cátedras sobre aborto en las facultades de medicina.
En mayo de 2017, la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario incorporó la materia “El aborto como problema de salud”, como asignatura optativa en la currícula. La iniciativa fue impulsada por una asociación que integra la “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto”.
Las activistas abortistas buscan con esta cátedra que los médicos no sean objetores de conciencia. En el abordaje biológico se banaliza el aborto tratando de vencer la natural repugnancia del estudiante hacia la criminal práctica y cuando describen el marco normativo los amedrentan haciéndole creer (a alumnos poco avisados en materia jurídica y sin más abogados presentes) que el “aborto es legal” y que el que se niega a realizarlo es pasible de sanciones.
La misma organización intenta ahora introducir la materia en otras facultades del país. El objetivo general es correr el enfoque del tema del derecho positivo hacia la salud pública. En las facultades en las que aún no han podido incluir el aborto en el Plan de Estudios de la carrera de medicina, crean “cátedras libres” y después hacen lobby para institucionalizar la materia.
Esta semana se inauguró en la Facultad de Medicina de la UBA una “cátedra libre” sobre “El aborto como problema de salud”. La primera clase fue publicitada en las carteleras de esa alta casa de estudios y se dictó en el aula de Histología, la próxima será el 31 de octubre y las activistas que la promueven solicitaron a las autoridades que les permitan usar el Aula Magna. A partir de 2018 se prevé abrir una “cátedra libre” similar, en la facultad de Ciencias Médicas de Cipolletti (Río Negro).
La Academia Nacional de Medicina manifestó su preocupación por estas cátedras a mediados del presente año y destacó que no se puede reducir el aborto a un “problema de salud” cuando “están involucrados en el mismo aspectos éticos, sociales, legales, religiosos y psicológicos”, entre otros.
Reiteremos finalmente que el aborto no es una práctica médica, sino la perversión de la Medicina, entendida como el arte de curar y proteger la vida de los seres humanos. De allí que no sea legítimo que, nada menos que desde las facultades de medicina, se postule convertir a los médicos en victimarios de seres humanos inocentes.
Fuente: Notivida, Año XVII, Nº 1066, 26 de octubre de 2017.