Por Emilio Grande (h.).- El domingo 16 de febrero de 1941 se procedió a la habilitación del Parque Balneario levantado cerca del Hipódromo en un terreno que fuera donado al Gobierno por el Club Cultural y Deportivo.
En la oportunidad, estuvieron presentes el ministro de Hacienda y Fomento de la Provincia, Atilio Giavedoni; el presidente del Directorio de Vialidad, ingeniero Celestino Mounier; el intendente Octavio Zóbboli; el jefe de Policía del Departamento, Marcelino De Micheli; entre otros.
En nombre del Gobierno provincial, Mounier realizó la entrega simbólica del parque a la Municipalidad de Rafaela para su custodia. Destacó el esfuerzo colectivo de esta comunidad donde sus hombres representativos saben mancomunarse para conseguir objetivos. Después hizo lo propio Zóbboli en nombre de la ciudad.
A su término, las autoridades recorrieron las instalaciones del flamante parque. El reverendo Emiliano Cerdán -párroco de San Rafael- bendijo las aguas de la pileta, donde se desarrolló un programa de natación, como así también en las demás instalaciones se hicieron actividades deportivas.
El festival de natación contó con el auspicio del Club Municipal de Natación. Finalmente, se disputaron las competencias de palo enjabonado y saltos ornamentales.
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EL PRESENTE
Hace muchos años que el extenso predio del Balneario Municipal se desdobló en tres partes: la escuela Don Tomas con salida sobre calle Rio de Janeiro 351 en 1989, el Centro de Educación Física Nº 53 que depende de la Provincia (parte sur) empezó a funcionar en 1951 y el balneario propiamente dicho entre la ruta 70 y la calle interna lindera con la pileta.
En cuanto al CEF está dirigido por Roberto Müller, contando con la pileta citada, con colonia de vacaciones (mañana, tarde y curso de natación para adultos), el gimnasio cubierto –uno de los más grandes de Rafaela- y la cancha de fútbol con la pista atlética. Se practican 22 actividades, entre ellas vóleibol, atletismo, hambold, gimnasia jazz, programa Mirada maestra con acuagy, actividades físicas para diabéticos y cardíacos y para mayores, y también se entrenan los árbitros de la Liga Rafaelina de Fútbol, estimándose que semanalmente concurren más de 3.000 personas entre alumnos de primaria, secundaria y adultos.
Respecto al sector del balneario es un hermoso lugar con un arbolado añoso, teniendo también bancos, asadores, baños y juegos para chicos. Es muy utilizado por cientos de rafaelinos, especialmente los fines de semana, para compartir en familia y con amigos.
Fuentes: diario La Opinión Rafaela 1941 en la Biblioteca Nacional, revista La Opinión 2006.
