Por iniciativa de la comisión directiva del Museo Histórico de Rafaela, el domingo 17 de octubre de 1965 trajeron los restos de Guillermo Lehmann, formador de Rafaela y de varios pueblos vecinos, en un acto oficial de la jornada inaugural de la VII Semana de Rafaela.
Este traslado fue posible con la conformidad de los descendientes de Lehmann y con la autorización de la municipalidad de Esperanza, en cuya necrópolis descansaban los restos.
Desde Esperanza llegaron los restos en un vehículo abierto y en la esquina de bulevar Santa Fe y Dorrego fueron subidos a una cureña, avanzando con el acompañamiento de autoridades, formaciones de la tropa local de boy scout y del Liceo General Belgrano de Santa Fe y de una interminable caravana de autos.
La cureña se detuvo frente a la Jefatura de Policía y sobre la plazoleta adyacente estuvieron colgados 15 letreros de los nombres de los pueblos formados por Lehmann. Estuvieron presentes nietos y bisnietos: Rodolfo, Enrique, José de la Cruz, Oscar, Rodolfo V., Mariano, Mercedes, Hugo, Leopoldo, Corina, Carlos Guillermo, José Eduardo, Ulrich, entre otros.
También Luis Romero Acuña (ministro de Obras Públicas), los intendentes Rodolfo Muriel (Rafaela) y Juan Breques (de Esperanza), legisladores, funcionarios, delegaciones escolares y autoridades representativas de distintas entidades.
Hablaron Adelina Bianchi de Terragni (presidenta del Museo Histórico de Rafaela), Pedro Borgnino Guglielmone (en representación de las colonias fundadas por Lehmann), Ulrich Lehmann (nieto), quien agradeció el homenaje y lo hizo extensivo al grupo de familias que con su abuelo hizo posible el milagro de la colonización.
También lo hizo el intendente Muriel, diciendo que «hoy comenzamos a saldar la deuda que ya tiene una vigencia de 84 años. Hace 4 años al comenzar la celebración de la Semana de Rafaela de 1961 habíamos expresado que era impostergable el bronce de la gratitud al fundador y a sus pioneros, (…) que culminará con el monumento que por fin se erigirá».
«Este visionario colonizador suizo -expresó Borgnino Guglielmone- puso en todas estas nacientes poblaciones (…) la uniforme unidad parcelaria de 133 hectáreas en distingo de las 33 que usaba Aarón Castellanos en la colonización de Esperanza».
Terminada la ceremonia, los restos fueron trasladados desde la Jefatura de Policía al Museo de calle San Martín al 500 (hoy se encuentra la Biblioteca Municipal); la urna fue depositada en el túmulo de mármol construido a tal efecto. Junto a él montaron guardia de honor cadetes del Liceo. Hace unos años están alojados en el cementerio municipal, en un sector de figuras destacadas.
Varios descendientes de Lehmann donaron a las autoridades del museo elementos personales: un reloj de oro en perfecto funcionamiento, que marca la hora, los días de la semana, los meses del año y las fases de la Luna.
Emilio Grande (h.)