Alberto repudió la protesta en la casa de Lorenzetti: «Es propio del fascismo y del nazismo»

El presidente Alberto Fernández repudió hoy la protesta que sufrió anteayer el juez de la Corte Ricardo Lorenzetti en su casa de la ciudad de Rafaela y criticó con dureza a la coalición opositora de Juntos por el Cambio.

«Eso no es un reclamo popular, es el más vil de los escraches, propio del fascismo y del nazismo. No tiene nada que ver con la democracia», lanzó el mandatario al encabezar un acto en Escobar para inaugurar el hospital municipal «Presidente Néstor Carlos Kirchner», según publicó La Nación en su web.

El jefe del Estado dijo que un «grupo de ciudadanos opositores al Gobierno» se manifestaron en la casa del ministro del máximo tribunal. «Fueron básicamente a presionar un juez a la hora que tiene que tomar una decisión», aseguró.

Fernández comparó el escrache a Lorenzetti con las protestas que hubo recientemente en los alrededores de las viviendas de la vicepresidenta Cristina Kirchner y del titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

«Me solidarizo con Lorenzetti, con Sergio, con Cristina, que lo vive en su casa permanentemente. Llamo a la reflexión a quienes promueven esas cosas«, sostuvo.

Fernández cuestionó las manifestaciones que «muestran intolerancia». «Los reclamos que se hacen, del modo que se hacen, no son reclamos sino que dejan en evidencia la peor muestra de intolerancia y respeto a la democracia que le costó 30.000 vidas a la Argentina», subrayó. «No vamos a negociarla, vamos a cuidarla», advirtió.

La protesta tuvo lugar anteayer frente a la casa de Lorenzetti en Rafaela, de cara a la reunión que el máximo tribunal realizará mañana y en la que podría decidir si da lugar a los recursos presentados por los jueces Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli, que fueron removidos por un decreto de Fernández tras la negativa del kirchnerismo a darles acuerdo a sus traslados en el Senado.

Respecto del vínculo con Juntos por el Cambio, Fernández remarcó: «Sabemos que tenemos disensos, es parte de la democracia, pero el respeto al otro es central para convivencia».

El oficialismo y la oposición repudiaron la protesta que anteayer tuvo lugar frente a la casa de Lorenzetti. Condenaron que existan «presiones» sobre la Justicia, pero no evitaron algunas críticas cruzadas.

Análisis de la noticia

Por Emilio Grande (h.).- A decir vedad, fue una manifestación espontánea de un grupo de vecinos autoconvocados, que partió del centro rafaelino y se dirigió hasta la casa del ministro de la Corte Ricardo Lorenzetti, ubicada frente al Bosquecito Besaccia.

Se trató de una veintena de autos con bocinazos, con una metodología similar a los que utilizaron en las últimas marchas contra el gobierno nacional por las calles de la ciudad.

No hay ninguna movida macrista sobre este bocinazo que tuvo repercusión en los medios nacionales, según me informaron fuentes confiables que participaron de la marcha del sábado pasado. Quieren ensuciar a Corina Vecchioli (ex candidata a intendente de las PASO en 2019), quien solamente participó de la marcha, pero no fue la organizadora.

Son vecinos que están cansados del «manoseo» judicial al que nos está empujando el gobierno nacional con la conducción de Cristina Fernández al desplazar a tres jueces (Bruglia, Bertuzzi y Castelli), quienes la están investigando por los hechos de corrupción de los gobiernos kirchneristas.

Con el mismo criterio que se solidarizó con Lorenzetti, el presidente Fernández debiera decir algo sobre los escraches a varios periodistas críticos, que hubo hace unos años en la Plaza de Mayo en la ciudad de Buenos Aires.

Fue una verdadera exageración de parte de Alberto decir que esta protesta tiene características nazis, porque en tiempos del nazismo fueron torturados y asesinados millones de personas. Pero parece que está bien de su parte haber cuestionado en público hace unos días al presidente de la Corte Carlos Rosenkrantz por darle lugar al reclamo de los tres jueces desplazados y cuestionar sobre la pasividad de la Corte en la violencia de género.

Estamos en democracia con la restauración desde 1983 y la gente se manifiesta pacíficamente. Ciertamente, el bocinazo en Rafaela fue para meter «presión» a Lorenzetti, en el marco de la reunión extraordinaria de la Corte de esta martes 29 de setiembre, en el que tratará el caso de los tres jueces removidos.

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