Aumento presidencial desproporcionado

Se trata del editorial del programa “Sábado 100” en radio Mitre Rafaela (FM 91,9), que conduce Emilio Grande (h.).

El presidente Néstor Kirchner cobrará un sueldo mensual de 13.500 pesos compuesto por 6000 pesos más un «complemento por responsabilidad del cargo» de 7500 pesos, lo que implica un incremento en su remuneración del 125 por ciento cuando a los trabajadores se le acordó solamente un 19%.
La recomposición salarial presidencial quedó establecida en el decreto de necesidad y urgencia publicado en el Boletín Oficial, aunque había sido firmado el 16 de junio último, y se conoció en vísperas del partido de Argentina con México, en medio de la euforia mundialista.
A decir verdad, este Gobierno prioriza más los decretos de necesidad y urgencia que las leyes que tienen que aprobarse en el Congreso, a pesar de que tiene mayoría en ambas cámaras.
La norma convalida el sueldo de 6000 pesos, prevista en el decreto 838 de 1994, del gobierno de Carlos Menem, y le agrega un «complemento por responsabilidad del cargo» de 7500 pesos. Ese complemento para el vicepresidente Scioli es de 6700, para ministros de 6500, para secretarios de Estado de 5700 y para subsecretarios de 4900.
Así, las sumas de los sueldos más los complementos (antes gastos protocolares) arrojan que los sueldos son para el presidente de 13.500 pesos, el vicepresidente 12.500, los ministros 11.900, los secretarios de Estado 10.700 y los subsecretarios de Estado 9900 pesos. Asimismo, los diputados y senadores nacionales recibieron un incremento en sus salarios del 19 por ciento y lo más grave que aprobarán los superpoderes al Jefe de Gabinete, similares a los de la época de Cavallo. ¿La historia terminará igual?
Si la brecha entre los salarios que les pagan las empresas privadas a sus ejecutivos y los que les abona el Estado a sus funcionarios de alto rango es muy grande se puede correr el riesgo de que la marcha del sector público quede privada de las mejores personas. Para jerarquizar la función pública es imprescindible pagar remuneraciones acordes con la dedicación y la responsabilidad inherentes a los cargos que ocupan, para evitar posibles tentaciones de sobornos.
Sin embargo, se corre otro riesgo aún mayor de desintegración social. ¿Por qué? Por la desigualdad social que aumentó entre el 10% más rico y el 10% más pobre de la Argentina, según datos oficiales del INDEC. El grupo más acomodado ganó 29,2 veces más que el grupo más desfavorecido, a pesar de que Kirchner no se cansa de hablar de la necesidad mejorar la distribución del ingreso, pero en la práctica ocurre lo contrario.
Al respecto, ¿qué dirán los pobres jubilados y pensionados que aportaron toda una vida y están percibiendo sueldos de hambre? El haber mínimo es de 470 pesos y a pesar de los aumentos sigue siendo una suma irrisoria respecto a los 13.500 pesos de Kirchner, que representa justamente 29 veces lo que cobra si se compara con el haber mínimo. Se trata de una de las deudas pendientes de esta Argentina llena de contradicciones.

Emilio Grande (h.)

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