ÁMSTERDAM, sábado, 1 julio 2006 (ZENIT.org).- Tras el clamor por legalizar el matrimonio del mismo sexo, resulta que pocos homosexuales lo desean verdaderamente. Tras una dura batalla el año pasado, el gobierno español dio a los homosexuales el derecho a contraer matrimonio. Desde que la ley entró en vigor, el 3 de julio del año pasado, hasta el 31 de mayo, sólo han tenido lugar 1.275 matrimonios de personas del mismo sexo, informaba el periódico ABC el 17 de junio.
Comparativamente, esta cifra suma un mero 0,6% de los 209.125 matrimonios contraídos en España durante 2005. De la suma total de matrimonios del mismo sexo, 923 fueron entre hombres, y 352 entre mujeres.
Un estudio reciente, del Institute for Marriage and Public Policy de Virginia, hacia un bosquejo de las tendencias del matrimonio del mismo sexo. El estudio, «Demand for Same-Sex Marriage: Evidence from the United States, Canada and Europe» (La Demanda de Matrimonios del Mismo Sexo: Evidencias de Estados Unidos, Canadá y Europa), fue publicado el 26 de abril.
La estimación más alta en cuanto a la proporción de homosexuales que ha utilizado las nuevas leyes sobre el matrimonio se da en el estado norteamericano de Massachussets, con un 16,7% de enlaces. Pero esto parece ser una excepción. En Holanda, donde el matrimonio del mismo sexo está establecido desde más tiempo, el porcentaje es bastante más bajo.
Los autores del estudio, Maggie Gallagher y Joshua Baker, advierten que a menudo resulta difícil obtener datos precisos, tanto del número de matrimonios del mismo sexo, como del número de homosexuales en una determinada zona geográfica.
La experiencia holandesa
En abril de 2001 Holanda se convirtió en el primer país en legalizar el matrimonio entre dos personas del mismo sexo. Desde dicha fecha hasta finales del pasado año, se han casado en Holanda 8.127 parejas del mismo sexo. Los datos holandeses sugieren que el 2,8% de los holandeses y el 1,4% de las holandesas son homosexuales. Si se asume que todas las parejas del mismo sexo que se han casado en Holanda son residentes, cerca del 6,3% de los homosexuales estaban casados a finales de 2005. El porcentaje, tanto en este como en el resto de los países, incluye a todos los que alguna vez se han casado, y que no necesariamente están casados en la actualidad.
Bélgica siguió a Holanda en junio de 2003. Durante el resto de aquel año se casaron en Bélgica 1.708 parejas del mismo sexo. A finales de 2004 esta cifra aumentó hasta las 2.204 parejas. Los autores no han encontrado estimaciones oficiales del número de homosexuales en Bélgica. Si hubiera el mismo porcentaje que en Holanda, cerca del 4.7% de los homosexuales belgas estarían casados a finales de 2004.
En Canadá, el Tribunal de Apelación de Ontario abrió el camino a los matrimonios del mismo sexo en junio de 2003. Los tribunales de algunas provincias hicieron lo mismo. El matrimonio del mismo sexo se legalizó a nivel nacional el verano pasado.
La ley permite casarse a las parejas aunque ninguna de las partes resida en Canadá. Tras comprobar los reportajes de prensa y las estadísticas oficiales, Gallagher y Baker confirmaban que muchos de los matrimonios del mismo sexo eran entre parejas no canadienses, la mayoría de Estados Unidos.
Gallagher y Baker lograron obtener datos sobre matrimonios del mismo sexo de nueve de las 13 provincias canadienses. En la Columbia Británica, se contrajeron 2.531 matrimonios del mismo sexo desde julio de 2003 hasta finales de 2005. En Québec, son posibles los matrimonios del mismo sexo desde marzo de 2004. Desde entonces hasta septiembre de 2005 se casaron 574 parejas homosexuales.
La Canadian Community Health Survey, una encuesta anual llevada a cabo por Statistics Canada preguntó por primera vez sobre la orientación sexual en el año 2003. Dio como resultado que el 1,3% de los hombres y el 0,7% de las mujeres entre 18 y 59 años se identificaban a sí mismos como homosexuales. De las siete provincias donde ha habido matrimonios del mismo sexo durante al menos un año, entre el 0.15% y el 14% de los homosexuales canadienses se casaron.
En Massachussets, en Estados Unidos, el matrimonio del mismo sexo se introdujo el 17 de mayo de 2004. Aquel año se casaron 5.994 parejas del mismo sexo. Los últimos datos oficiales indican que se casaron otras 1.347 parejas del mismo sexo el año pasado, con un total de 7.341 uniones entre mayo de 2004 y diciembre de 2005.
Según el estudio, no existen estimaciones fiables de la población homosexual de Massachussets. Si se asume que la proporción es la misma que la media nacional (el 2,3 % de los hombres y el 1,3% de las mujeres), y si se asume que todos los matrimonios son entre residentes locales, el 16,7% de los homosexuales estarían casados en matrimonios del mismo sexo.
El futuro
La información de reportajes de prensa y los datos recogidos por Gallagher y Baker sugieren que el número de matrimonios del mismo sexo parece que, tras el empuje inicial, desciende cada año que pasa.
Esto queda más claro en Holanda. En 2001, de abril a diciembre, se casaron 2.414 parejas del mismo sexo. En 2002, el número de nuevos matrimonios del mismo sexo cayó hasta los 1.838. En 2003, el descenso fue hasta los 1.499. En 2004, la caída llegó a los 1.210. Las últimas estadísticas publicadas ponen el número para 2005 en 1.166 parejas.
Los datos contenidos en el estudio de Gallagher y Baker se han visto confirmados por el profesor Stanley Kurtz, del Hudson Institute. Escribiendo el 5 de junio en el National Review Online, sostenía que las estadísticas del norte de Europa confirma la tendencia a un bajo nivel en el número de uniones del mismo sexo.
Kurtz basaba su información en un nuevo estudio de una pareja de demógrafos escandinavos, Gunnar Andersson y Turid Noack: «La Demografía de los Matrimonios del Mismo Sexo en Noruega y Suecia».
Los países escandinavos tienen legalizadas las uniones del mismo sexo desde hace años, y a efectos prácticos poco hay que las distinga del matrimonio. En Noruega, desde 1993 hasta 2001, sólo se contrajeron 1.293 uniones del mismo sexo, en comparación con los 196.000 matrimonios heterosexuales. En Suecia, se registraron 1.526 uniones del mismo sexo entre 1995 y 2002, en comparación con los 280.000 matrimonios heterosexuales.
Defensa papal
Benedicto XVI sigue defendiendo el valor del matrimonio entre un hombre y una mujer como institución vital de la sociedad. El 20 de mayo, en su discurso de bienvenida al nuevo embajador de España ante la Santa Sede, el Papa indicaba: «la Iglesia proclama sin reservas el derecho primordial a la vida, desde su concepción hasta su ocaso natural, el derecho a nacer, a formar y vivir en familia, sin que ésta se vea suplantada u ofuscada por otras formas o instituciones diversas»
Añadió que el Encuentro Mundial de las Familias en Valencia, España, le dará la oportunidad de «celebrar la belleza y la fecundidad de la familia fundada en el matrimonio, su altísima vocación y su imprescindible valor social».
Sólo dos días antes, en su discurso al nuevo embajador de Australia, el Pontífice observaba que muchos jóvenes se están dando cuenta de que «es el orden trascendente el que orienta la vida entera a lo largo del camino de libertad y felicidad auténticas».
Este respeto por un orden trascendente, añadía, permite a los australianos reconocer la importancia fundamental en el corazón de la sociedad del matrimonio y de la vida doméstica estable. «Se dan cuenta de que las pseudo-formas de ‘matrimonio’ distorsionan el designio del Creador y minan la verdad de nuestra naturaleza humana».
Poco después, el gobierno nacional de Australia rechazaba un intento de las autoridades locales del Territorio de Australia Capital, el área relativamente pequeña donde está situada Canberra, de introducir el matrimonio del mismo sexo, bajo la forma de uniones civiles.
El gabinete federal decidió declarar nula la nueva ley introducida a mediados de mayo, informaba el 7 de junio el periódico Age. El primer ministro John Howard calificó la ley de «un intento llano de equiparar la uniones civiles con el matrimonio – y no estamos de acuerdo con esto». El parlamento federal votó en 2004 definir explícitamente el matrimonio como unión entre un hombre y una mujer. Después de todo, los números indican que el matrimonio tradicional sigue siendo bastante más popular.