El hijo “del medio”

Con el segundo hijo los padres evitan las fallas educativas que tuvieron con el mayor.Por Josefina Lecaros S.

No es lo mismo ser el mayor que el menor; la única mujer entre varios hombres o formar parte de una familia de puros hermanos hombres (o solo de hermanas). Continuando del número anterior presentamos el caso del hijo del medio.

Lo ventajoso

-Goza de la experiencia que sus padres han adquirido con la crianza y educación del mayor: saben cómo manejarse en enfermedades, pataletas, alimentación, sueño, permisos, etc. Con el segundo hijo los padres evitan los fallos educativos que tuvieron con el mayor.
-Tiene el alcance de su mano las experiencias de su hermano mayor. Este será el primero en ir a la universidad, se enamorará, se independizará. Y el segundo habrá visto cómo va viviendo situaciones que pronto él tendrá que vivir.

Pero…

-En algunos casos, ojalá los menos, su llegada no es esperada con igual ilusión que el primer hijo; o quizás no será del sexo querido por los padres, sea porque querían “la parejita” o porque vuelven a sufrir la decepción que tuvieron con el primero, pero que esta vez es reiterada.
-Muy pronto comprueba que el hermano mayor goza de una serie de ventajas que él no tiene: es quien escoge qué libro se leerá o qué película verán porque “es el mayor”; le compran ropa nueva con más frecuencia que a él (heredar la ropa parece al principio una desventaja desde el punto de vista del segundo hermano, pero claramente le ayudará luego en su formación). Además ve cómo a su hermano mayor lo dejan hacer cosas que a él, por razones obvias de edad, aún no, como ir a alojarse a la casa de un amigo, estar despierto hasta más tarde…
-Su hermano mayor lo supera, normalmente, en desarrollo físico e intelectual, por el solo hecho de tener más edad, por lo que el segundo se siente en una situación de desventaja en los juegos, competencias, discusiones, etc.
-Surge por lo general una rivalidad más o menos abierta hacia el primogénito. Si hay un buen manejo por parte de los padres, ésta puede convertirse en un estimulante afán de superación. Ejemplo: la hija mayor era revoltosa y desobediente y la segunda “intuyó” las ventajas de ser más dócil, con lo que logró ser valorada y reconocida. El hermano mayor es desapegado a sus padres y el segundo más cariñoso. De estos y otros muchos modos, el segundo busca destacarse frente al primero y lograr una primacía que no le da el puesto que ocupa en la familia, cambiando la desventaja en una ventaja.

Consejos a los padres

Si bien con el “hijo del medio” no se plantean problemas tan agudos como con el mayor y el menor, los que por abrir o cerrar el grupo de hermanos ocupan una posición más delicada, los padres deben ser conscientes de sus dificultades y:
-Valorarlo.
-No hacerlo objeto de discriminaciones injustificadas.
-Aprovechar toda la experiencia obtenida con el hermano mayor.

Fuente: De “Hacer Familia” en Cristo hoy (desde 28 de julio al 3 de agosto del 2005)

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