«Nací en Rafaela, y aquí voy a seguir viviendo hasta mis últimos días.He recibido algunas ofertas muy tentadoras para realizar mi trabajo en otros lugares, pero aunque siempre me atrapó la radio, nunca se cruzó por mi cabeza la posibilidad de desarrollar mi actividad en otro lugar que no fuese Rafaela», sintetizó con la convicción propia de quienes se sienten identificados con sus raíces.
Leonelo Bellezze, a los ochenta años, ha recorrido un camino extenso.
Con las dificultades lógicas de quien se plantea cada día nuevos desafíos. Pero con la satisfacción de haber alcanzado los objetivos.
Pionero y luchador. Maestro generoso de «aprendices de periodistas», que siempre lograron encontrar un micrófono abierto para expresarse.
«Soy un agradecido de la vida, que me dio todo. Una familia maravillosa y una infinidad de amigos, que es en definitiva, lo más importante que le puede ocurrir a cualquier persona en este paso por el mundo. Cada vez que realicé una actividad, lo hice con responsabilidad. Nunca pensé en el reconocimiento, porque cuando alguien brinda un servicio, lo debe aceptar como algo natural», reflexiona.
«Cuando terminé la primaria en la escuela Domingo Faustino Sarmiento, donde tuve como maestra de primero a sexto grado a la señora Yolanda Cortopassi de Zaqueo, empecé a trabajar, junto a mi padre (Pablo), en la escobería de Aldino Bertolaccini. Y después, en 1939, ingresé a la empresa de Juan Condrac, un hombre que tenía una extraordinaria visión comercial. Hasta el ’47 estuve trabajando con Don Juan, y a partir de ese año pasé a ser empleado ferroviario, en el Central Argentino, hasta que en el ’54 volví, en una segunda etapa, con Juan Condrac. Pero el mayor tiempo de mi vida se lo he dedicado a mi tarea de comunicador.
Como presentador, conductor, relator o comentarista. Lo esencial es llegar a la gente con un mensaje respetuoso… y creo que nunca me he apartado de esa línea».
Corporación Deportiva Líder, fue una organización periodística que se constituyó en «un orgullo para quienes la integramos, pero considero que fue algo muy importante para la ciudad, en una época donde no se disponían de los medios técnicos que cuentan hoy los medios. Nuestras primeras experiencias las hicimos en las canchas de la Liga Rafaelina, en 1952. Y ese año, que los memoriosos recuerdan como uno de los más importantes en el historial de nuestro fútbol, también acompañamos al seleccionado liguista en el Campeonato Argentino «Béccar Varela».
Cuando jugaba como visitante, transmitíamos los partidos y la gente se agolpaba, en una cantidad impresionante, frente a la plaza 25 de Mayo, para escuchar los relatos. En ese mismo lugar, más precisamente frente al bar La Gloria, una multitud recibió al equipo cuando regresó de Concordia, después de haber logrado su clasificación para las finales, que después se jugaron en Córdoba».
Recordó que «integraron aquel grupo, originalmente, Rogelio Scarafía, Victorio Toppazzini, Elvio Dopazo, Chiarella, Schnidrig, Pautasso, Andereggen y algunos otros colaboradores que pueden escapar a mi memoria. Se trataba, realmente, de un puñado de voluntades al servicio del deporte, como lo expresaba el slogan que identificó a lo largo de toda su existencia a Corporación Deportiva Líder».
Repasando los eventos más trascendentes que cubrió, fluyen muchísimos en su mente, aunque reconoce que, «hubo algunos que han sido muy fuertes, como la recepción a Carlos Monzón, luego de su consagración frente a Nino Benvenutti, en la que fui el relator oficial, acompañando a la caravana desde el aeropuerto de Sauce Viejo hasta el estadio del Club Unión de Santa Fe, donde una multitud le tributó un reconocimiento conmovedor por esa proeza. Las 300 Indy, en el año 1971, también ha sido una experiencia maravillosa para quienes integramos el grupo de transmisión de LT 28 radio Rafaela, que apenas tenía unos meses en el aire. Y por supuesto, las 500 Millas Argentinas, que proyectaron el nombre de la ciudad y le dieron prestigio al Club Atlético, hasta que dejaron de correrse, a mediados de la década del setenta».
Leonelo le tiene reservados otros espacios generosos en sus retinas a hechos que también reconoce como importantes en su trayectoria radial.
«Transmití la pelea entre Néstor Giovannini y Jorge Salgado en el Luna Park, un escenario realmente impactante, majestuoso y con una historia fantástica. Sentí una emoción muy grande, por todo lo que representa ese estadio y por las figuras que estuvieron combatiendo en ese lugar».
Y otro acontecimiento que también adquirió una gran trascendencia, por todas las características que lo rodearon, fue el despegue del avión que había abondonado un grupo de extramistas en un campo ubicado en jurisdicción de Angélica, donde se construyó una pista metálica para realizar ese operativo. Transmitimos con un equipo de BLU, que llegaba con algunas interferencias, pero la gente estuvo pegada a la radio durante varias horas».
Convocado reiteradamente por Ceremonial de la Provincial para conducir los actos oficiales con la asistencia de funcionarios santafesinos y nacionales, Leonelo presentó en distintas ocasiones «a los presidentes Arturo Illia, en Esperanza y San Vicente; Arturo Frondizi, en Rafaela; José María Guido, en Sunchales y Juan Carlos Onganía, en Santa Fe y Sunchales».
También lo hizo con los mandatarios provinciales, rescatando «la figura de un hombre excepcional, como Carlos Sylvestre Begnis, el más grande de todos los políticos que he conocido, por su humildad, su transparencia, su honestidad y su hombría de bien. Fue un ser humano excepcional, que en cada encuentro que compartíamos, me decía en el palco: empezá cuando quieras, Mudo».
Hoy, a los ochenta años, Leonelo Bellezze sigue siendo la voz del automovilismo en Rafaela y en la región. Con una vitalidad admirable, que alimenta cada día con un compromiso que se renueva bien temprano con una obligada y saludable «caminata», y que se prolonga a lo largo de cada jornada con una vida sana y ordenada. En este día tan especial, el Maestro -«mi» Maestro- festejará un nuevo cumpleaños. No será uno más, porque siempre debe aceptarse como una bendición divina cuando se empieza a transitar una nueva década. Lo celebrará en la intimidad, como siempre. Rodeado de esa «familia maravillosa» que rescató como lo más importante que le regaló la vida. Pero también con el respetuoso cariño de la gente que supo aceptar su conducta y su mensaje como un ejemplo a imitar y un espejo dónde reflejarse.
Víctor Hugo Fux
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 17 de marzo de 2006.
Leonelo Bellezze estuvo en el programa «Sábado 100» en la emisión del sábado 18 de marzo de 2006.