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Crisis de Covid y ODS 5: equidad de género

El Objetivo de Desarrollo Sustentable Nº5 pertenece a un conjunto de 17 objetivos planteados por la ONU para el decenio 2020-2030, con el propósito de plantear medidas a nivel mundial. La cuarentena en lugar de estimular el logro del ODS 5, puso en evidencia que aún falta mucho por recorrer.
Varias mujeres y niñas esperan su turno para recoger suministros en un colegio en Guatemala.

Por Luciana I. Mazzei.- En el mes de febrero de este año me uní a un grupo de investigación de la Universidad Austral y propusimos una línea de investigación que desarrollaríamos en función del ODS 5 sobre equidad de género, el eslabón perdido en la agenda de desarrollo sostenible: el rol de hombres y niños para lograr la equidad de género.

El ODS 5, Objetivo de Desarrollo Sustentable Nro.5, pertenece a un conjunto de 17 objetivos planteados por la ONU para el decenio 2020-2030, con el propósito de plantear medidas a nivel mundial que promuevan la sustentabilidad de los recursos materiales y humanos.

Es interesante el planteo de la ONU al proponer la equidad de género como un objetivo de desarrollo a nivel mundial, ya que se sustenta en la idea de que, para lograr un mundo más justo y humano, es necesario lograr equidad en todas las dimensiones de la persona, especialmente en lo que se refiere a género.

Si equidad se refiere a que todos tengan las mismas posibilidades sin importar sus condiciones. Equidad de género amplía el concepto porque hace referencia a que hombres y mujeres, sin importar raza, condición social o económica, tengan las mismas posibilidades de acuerdo con sus capacidades.

En la investigación nos centramos en la importancia que tiene el rol del hombre para lograr la equidad de género. Analizamos material bibliográfico, pero también nos detuvimos a analizar lo que los medios de comunicación nos dicen al respecto tanto en series de ficción, concretamente analizamos la serie Go!, y en notas periodísticas de los diarios más importantes de nuestro país. (Novaro, y otros, 2020)

Pudimos constatar que, si bien se ha logrado mucho en cuanto a equidad de género, aún queda un camino largo por recorrer teniendo en cuenta que no sólo es importante que la mujer consiga ocupar lugares que hasta hoy le son vedados, sino también permitir que los hombres puedan participar de actividades en las que hasta hoy no participan tan activamente como por ejemplo las tareas de cuidado de las personas (hijos y adultos mayores).

En medio de la investigación nos sorprendió la pandemia y, si bien no modificamos el objetivo de la investigación, si fuimos conscientes que la cuarentena en lugar de estimular el logro del ODS 5, puso en evidencia que aún falta mucho por recorrer.

En una investigación realizada por el CERI de la Universidad Austral en mayo de este año se publican algunos datos que confirman lo anterior:

Tareas del hogar: se mantienen y reproducen estereotipos de género

Los datos exhiben que en el seno de las familias en cuarentena se mantienen ciertos estereotipos de género en el reparto de las tareas del hogar. 65,83% de los encuestados asegura que esta distribución ha sufrido modificaciones en este período.

Si bien se observan que las actividades domésticas están siendo compartidas entre mujeres y hombres en este período de aislamiento, algunas de éstas se desarrollan mayoritariamente por los hombres: hacer las compras (mujeres: 42,78%; hombres: 46,28%) y ocuparse de la jardinería (mujeres: 35,06%; hombres: 45,59%). Otras, como cuidar de las mascotas (mujeres: 32,54%; hombres: 29,04%), cocinar (mujeres: 45,50%; hombres: 30,52%), limpiar la casa (mujeres: 48,55%; hombres: 23,85%) y lavar la ropa (mujeres: 67,94%; hombres: 23,85%) y los platos (mujeres: 41,06%; hombres: 28,54%) son tareas con que desarrollan marcada prevalencia por el género femenino.

El cuidado de los miembros de la familia que lo requieren también tiene un protagonismo mayoritario femenino. Los datos muestran que son las mujeres quienes tienen a su cargo con mayor frecuencia las tareas de cuidado de los más vulnerables dentro del núcleo familiar. Así, vemos que el cuidado de niños, adultos mayores y personas con discapacidad lo realizan 5 mujeres por cada 3 hombres sobre 10 encuestados (mujeres al cuidado de niños: 46,66%; de adultos mayores: 53,13%; de personas con discapacidad: 52,67%).

Respecto a la participación y distribución de tareas de los adultos mayores que conviven en hogares multi-generacionales en este período de aislamiento, predominan las actividades propias del cuidado: a niños y niñas y/o discapacitado/s (8,43%); plantas y mascotas (5,28%), prevaleciendo la colaboración de las mujeres (60%) por sobre la de los hombres (40%). En porcentajes menores, se abocan al lavado de ropa (3,50%), limpieza del hogar (3%); de los enseres de cocina (2,70%); preparación de la comida (2,65%); colaboración con las tareas de los menores (1,80%); y realización de las compras para el hogar (1,70%).

Educación en casa y distribución de tareas: La educación en casa está a cargo de mujeres adultas en 54,23% de los casos, mientras que 26,99% está bajo responsabilidad de los adultos varones. Cabe destacar que 6,63% recae sobre adolescentes mujeres y 1,35% sobre abuelas. El organizar las clases de los niños, niñas y adolescentes fue difícil para 4 de cada 10 encuestados (43,12%) y fácil para 3 de 10 (31,70%). El tiempo destinado a las tareas escolares va desde 62,36% de los encuestados, que dedican entre 6 o 7 días de la semana, mientras que 22,34% lo hacen entre 4 o 5 días a la semana y solo 2,76% lo hacen una vez a la semana. (Bolzon, Dimier de Vicente, Castro Sánchez, González, & Randle, 2020)

Según un informe de la ONU en el webinar El COVID 19 y las acciones de empresas francesas en Argentina para la equidad de género

Programa Ganar-Ganar, la pandemia también reveló que el 74% de los trabajadores de salud son mujeres, y existe una diferencia salarial del 28% menos para las mujeres a igual trabajo y sólo un 20% están en puestos de liderazgo y decisión. Hay muchos sesgos y normas sociales a combatir. Con el confinamiento aumentaron los casos de violencia doméstica y las mujeres han vuelto a hacerse cargo de las ollas populares debido al recrudecimiento de la pobreza en nuestra región (Latinoamérica), en cuanto a las tareas de cuidado no remunerado las mujeres están trabajando un 6 o 7% más que antes de la pandemia porque los niños, los adultos mayores y los ancianos están en casa.

Si bien los números no son concluyentes porque la cuarentena continua y pueden cambiar algunas rutinas, es interesante analizar cómo a pesar de que en muchos casos los hombres y las mujeres están en casa, las tareas domésticas y de cuidado de personas siguen recayendo sobre las mujeres. Según el informe de la ONU, la mujer está siendo desaprovechada porque tiene una fuerza transformadora del mundo que está siendo desaprovechada.

Es indispensable que esta pandemia lleve a revalorizar, reconocer, redistribuir y reducir el trabajo no remunerado de la mujer. Que los estados promuevan políticas públicas tendientes a lograr la equidad de género en todos los ámbitos de la vida humana de lo contrario el mundo se quedará sin la mirada femenina que enriquece y abre nuevos caminos. Y que las empresas privadas también se comprometan en generar políticas que revaloricen el rol de la mujer en la sociedad.

La autora es orientadora familiar.

Trabajos citados

Bolzon, L., Dimier de Vicente, M. D., Castro Sánchez, M., González, S., & Randle, J. M. (2020). Vida personal y familiar en tiempos de aislamiento social. Pilar: CERI.

Coliche, M., Scherer Effose, C., Vaeza, M. N., Divet, J.-N., Fernández, R., & Delarive, S. (2020). Covid 19 y perspectiva de género: buenas prácticas de empresas francesas en Argentina. ONU.

Novaro, M. V., Narbais, F., Borga, M., Weibel, M. A., Febrero, E., Lazarini, A., Mazzei, L. (2020). El Eslabón perdido en la agenda de desarrollo sustentable: El rol de hombres y niños para lograr la Equidad de Género. Pilar: Universidad Austral.

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