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Cada uno es responsable del mapa de su vida

Por Alicia Riberi.- Pensando  con profundidad, el paso nuestro por esta vida, nos da la posibilidad  para analizar varias aristas. ¿Qué hicimos con este don que Dios nos regaló al nacer? ¿Supimos darle el valor que tiene?, ¿Advertimos que nuestra vida para Dios son segundos?, ¿Somos conscientes que es solo una posibilidad en esta tierra para mostrar de lo que somos capaces?, ¿Descubrimos que aunque empecemos mal, siempre tenemos la oportunidad de  cambiar y re-calcular nuestra existencia? No estamos solos en este mundo y a veces vivimos como si las personas que nos aman y están incondicionalmente a nuestro lado no existieran, por ambición, por necesidad de reconocimiento, de poder y de golpe un día  nos damos cuenta, que el afecto  es lo más importante y lo demás es efímero, es por eso que es muy importante estar atentos, para no llegar tarde.

Cuando miro a una pequeña, descalza, desaliñada, pidiendo limosna, me pregunto, porqué esos padres, permiten que eso suceda y seguramente para su mentalidad, los chicos son instrumentos para que puedan satisfacer  necesidades que deberían satisfacer con sus propias acciones, para con su fruto educar a esos niños,  para que tengan mejores oportunidades que ellos mismos.

Escucho cómo a veces  hablan a la ligera de la vida de un niño por nacer y no entiendo como hay personas que no comprenden que la vida de la madre es fundamental, pero la del niño también lo es e inventar que no es persona para mantener nuestra conciencia fuera de juego, es preocupante,  para una sociedad que dice darle  prioridad a los valores.

Los asilos de ancianos prosperan cada vez más y  dejo  abierto un interrogante: nos parece normal,  ¿tanto molestan nuestros abuelos en casa?, seguramente para la vida  que llevamos sí, pero pensamos que algún día si sobrevivimos  seremos como ellos y  que la soledad  permanente es triste. Reflexionamos sobre lo que sentirá,  aquel que dio todo lo que pudo y siente que ya no sirve y por eso lo descartan.

Cada vez más divorcios, más niños  y jóvenes desorientados, dicen se terminó el amor y yo les preguntaría: ¿qué es el amor para ustedes? Es atracción, sexo, piel… si es así, que equivocados están, el amor es  disfrutar juntos de muchas cosas, es acompañarse en el dolor, en la enfermedad, en las decisiones trascendentes, en las vivencias de cada día, es enojarse, reconciliarse, dialogar, acordar. O es que  creen que al cambiar de pareja, sea hombre o mujer, les garantiza felicidad eterna… volverán los problemas, las discusiones, el dolor, la  alegría ¿y se separarán otra vez? Y así será siempre, porque somos seres humanos imperfectos, nos equivocamos, debemos pedir disculpas, compensar nuestros errores.

Después de todo esto me atrevo a afirmar,  que todos los problemas  de esta sociedad actual, se resumen  en que la familia dejó de ser prioridad, de ser el centro de la escena  y  le ganó el personalismo, la ambición de poder, de ser, de ganar y no nos damos cuenta que al perder a veces aprendemos nuevas cosas que nos harán mejor. El éxito no es un estado permanente, es efímero.

¿Cómo concluiría esta nota?…diciendo, que la vida es muy  larga  para tragarla de una sola vez, es muy corta para vivirla distraídamente y que sería fundamental, que sepamos diagramar el mapa de nuestra vida, porque creemos que tendremos tiempo para todo y de golpe perdemos todo y es común pensar,  que a nosotros lo que le pasa al otro, no nos  va a pasar… La vida es hoy y la familia es la foto de lo que soy o de lo que fui y no es excusa decir «mi familia  ni me tuvo en cuenta», pero  hoy tengo oportunidad de no repetir la historia y hacer las cosas mejor, nadie es culpable de los que soy, solo yo.

Como sociedad  tenemos una oportunidad histórica de cambiar, recalcular y volver a poner a la familia en el centro de la escena… ¿lo intentamos?  

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