-Marcelo, creo que el balance del 2005 que pudiste realizar fue más que satisfactorio en cuanto a logros.
-Así es. El 2005 fue un año bárbaro. En el primer semestre del año, más los meses que veníamos trabajando desde el 2004 con «Malacho» Soltermann y el Profe Daniel Forni, se terminó un ciclo brillante que desencadenó con el ascenso de 9 de Julio al Argentino A, que era lo que el dirigente del «9», juntamente con los jugadores y el cuerpo técnico, se habían propuesto. Eso fue algo muy lindo. Y en el segundo semestre del año, me llegó esta propuesta del Sporting Cristal, un club donde había jugado 4 años, para trabajar a la par del «Chemo» José Del Solar.
Llegamos a la institución en un momento muy difícil, no solamente en lo deportivo, sino que había que encaminar varias cosas para poder mejorar, como ser a nivel de grupo, de institución y de resultados. Por suerte, los jugadores tuvieron la mejor predisposición, algo importantísimo. Ellos se comprometieron y cuando el jugador se compromete y empieza a trabajar de una manera seria, se está mucho más cerca de poder lograr los resultados y por consiguiente, los objetivos que uno se va trazando a corto y a largo plazo. Afortunadamente, terminamos muy bien, ganamos el torneo Clausura y luego, ganamos 1 a 0 la final ante el Cienciano para ver quién era el campeón nacional en Arequipa. Pero en líneas generales, terminamos de manera excelente un año que va a ser difícil de que vuelva a repetirse. Porque haber logrado dos objetivos muy importantes, te compromete para este año tratar de redoblar esfuerzo para volver a realizar las cosas de la mejor manera.
-¿Te sorprendió el llamado del «Chemo» para que lo acompañes en su gestión luego de haber comenzado un proyecto con inferiores en 9 de Julio?
-Sí porque no lo esperaba. Había estado 2 veces con él por amigos en común que tenemos, jugando partidos con jugadores que se retiraba del fútbol. En el «9» había arrancado ese proyecto en inferiores, más el trabajo en Primera junto a «Malacho». Fueron 8 meses de mucho trabajo exigente y muy desgastante para mí porque no me daban los tiempos.
Tenía 5 divisiones inferiores, más la Reserva y los partidos de la Liga y del Argentino B. Pero gracias a Dios, tuvimos un premio que fue haber logrado el ascenso. Y luego, sí me sorprendió el llamado del «Chemo».
Porque me llamó un martes y el sábado, ya jugábamos la final del ascenso en San Francisco. Me dijo que el viernes quería que esté en Perú pero le manifesté que me espere hasta el lunes. Pero la determinación, no fue fácil de tomar por cuestiones familiares.
-¿Es muy duro el torneo peruano, teniendo en cuenta las diferentes alturas y los climas?
-Es muy complicado. El torneo se ha hecho muy competitivo. Antes, los equipos grandes como la «U», Alianza y Cristal marcaban diferencias muy importantes con el resto de los rivales. Pero hoy no. Porque hay más equipos. Ya se han sumado el Cienciano, la Universidad de San Martín, el Bolognesi. Entonces, la competencia es muy grande y los torneos ya no son tan fáciles como antes. Y después están todos los inconvenientes que tienen que ver con la geografía del país. 3 o 4 equipos juegan en la altura, a casi 3300 metros sobre el nivel del mar y con temperaturas de casi 40°. Entonces, todo se hace más duro y complicado. Las instituciones son más serias y el torneo se va haciendo cada vez más competitivo.
-¿Y te costó volver a adaptarte a todo eso cuando regresaste a Perú?
-No. No me costó porque al club ya lo conocía, más allá de que tenía que comenzar una nueva etapa, trabajando con gente que no conocía.
Dentro del plantel, conocía ya varios jugadores, que son los referentes del plantel que habían sido compañeros míos como por ejemplo Jorge Soto, Luis Bonet, Eric Torres, Prado. Eso me ayudó bastante, al igual que al «Chemo». A pesar de que él está muy identificado con la «U», que es el rival del Cristal, hubo mucha oposición en cuanto a la contratación de José como entrenador. La hinchada no aceptaba la decisión de los dirigentes. Pero a pesar de todo eso, nos sobrepusimos a todos esos inconvenientes. A medida que fuimos caminando y acomodando, todo se fue revirtiendo.
-¿Qué tan grande es el Sporting Cristal en Perú?.
-La «U» y Alianza son el Boca y River de la Argentina, en cuanto a convocatoria. Pero Cristal es un club serio, ordenado y muy joven.
Recién tiene 50 años de vida y ya lleva 15 títulos a nivel nacional.
Hace años que siempre viene jugando Copa Libertadores, en el cual una vez, en 1997, tuvo la chance de poder jugar la final. Se maneja como una empresa y de pronto, si te lo tendría que comparar, sería como Vélez en su momento, en la época en que estaba Bianchi y Santella. Las condiciones de trabajo son las mejores y sigue siendo una gran institución.
-O sea que como jugador y entrenador, ya ganaste todo con el Cristal.
-Así es. Como jugador, gané 3 títulos a nivel local, algo histórico para el país porque fueron de manera consecutiva (94′, 95′ y 96′). Y a nivel internacional, perdimos la Libertadores en el ’97 ante el Cruzeiro. Y ahora, estoy disfrutando el campeonato como ayudante de campo. La sensación es la misma pero se disfruta de otra manera. Los principales actores son los jugadores, que festejan con locura junto a los hinchas. Y uno como entrenador, no puede escapar a esos festejos, pero tiene que tratar de mantener cierta cordura y distancia, disfrutándolo a nuestra manera.
-¿Y ahora, el objetivo va a estar apuntado a la Copa Libertadores?
-No creo. A pesar de que el club está bien en lo económico, los dueños de la empresa han cambiado. Ahora, los capitales son ingleses y sudafricanos -los dueños de la cervecería-. El presupuesto del club se está manejando de otra manera, haciéndose muy complicado poder contratar 4 o 5 figuras extranjeras y reforzarse bien para afrontar la Copa.
La vamos a encarar seriamente. Somos concientes de que tenemos un plantel muy joven con algunos jugadores que ya están transitando su etapa final como futbolistas. Tampoco no tenemos que descuidar el torneo local. El plantel se va a mantener y el lunes (por hoy) ya nos estamos integrando a los entrenamientos.
-Pero el grupo que les tocó, a priori, no es tan complicado.
-Puede ser. A nosotros nos tocó la zona con Estudiantes de La Plata, el Bolivar de Bolivia y el ganador de Defensor Sporting de Uruguay – Independiente de Santa Fe de Bogotá, que a fin de mes tienen que jugar el Repechaje. Pero sabemos que Estudiantes como local es duro y te pueden tocar dos equipos que juegan en la altura si pasa el equipo colombiano. De visitante, todos los partidos van a ser complicados. Sin dudas, si querés aspirar a pasar de fase, vamos a tener que hacernos muy fuertes de local, tratando de rescatar algo de visitantes.
-¿Hasta cuando tenés contrato con el Cristal?.
-Hasta diciembre de 2006. Pero viste como es el fútbol. Por ahí, si arrancamos mal los campeonatos, seguramente la paciencia se terminará y tendré que volver a Rafaela. Son las reglas del juego. Nosotros nos tenemos que sostener con resultados, a pesar de que todavía nos quede un año más de contrato. Al «Chemo» le gustaría dirigir en Europa porque él desarrolló toda su carrera ahí. Hay que ver.
-Y como DT, ¿cuándo te vas a largar sólo?.
-No sé. Siendo ayudante de campo me siento muy bien. Trabajando en las inferiores del «9» me sentí bien, al igual que trabajando al lado de «Malacho». Estoy muy cómodo cumpliendo esa función porque no mantenés la distancia que mantiene el técnico con el jugador. Quizás, el día de mañana uno tome esa decisión. Pero hoy por hoy, me siento feliz siendo AC porque todavía estoy en una etapa de aprendizaje.
Mario Cabrera
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 9 de enero de 2006.