Se trata de una investigación académica en la cátedra Periodismo Radionónico a cargo del docente Emilio Grande, en la carrera Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Católica de Santiago del Estero (UCSE) Departamento Académico Rafaela (DAR), realizada por los alumnos de tercer año Gonzalo Abriatta, Marianela Gorlino, Gonzalo Milani, Agustina Rikert y Eliana Tabusso.
ÍNDICE
1. Marco Metodológico……………………………………………………….pág. 2
2. Marco Teórico……………………………………………………………pág. 3
3. Introducción al desarrollo………………………………………………….pág. 8
4. Desarrollo…………………………………………………………………pág. 9
5. Conclusión……………………………………………………………………..pág. 18
6. Experiencias personales
* “Falta de articulación entre radios comunitarias en una ciudad con muchas necesidades” – Eliana Tabusso pág. 23
* “Diferentes puntos de vista de una radio comunitaria” – Marianela Gorlino pág. 27
* “La comunicación solidaria” – Gonzalo Milani pág. 29
* “¿Qué es realmente una radio comunitaria?” – Agustina Rikert pág. 32
* “Radios comunitarias: distintas concepciones, una pasión” – Gonzalo Abriatta pág. 35
7. Anexo:
a) Experiencia de Centro Testimonio en Rafaela (80 -90) pág. 38
b) Entrevista a Carlos Borgna (Comunicador Social rafaelino) pág. 39
c) Cuestionario de entrevistas pág. 44
d) Entrevistas completas:
* Juan Soffietti (Radio La Minga FM 94.9) pág. 45
* Ricardo Vivas (Radio Norte FM 92.3) pág. 51
* Juan Quinteros (Radio Power FM 99.1)pág. 54
* Claudia y Walter Quiroga (Radio Tradiciones FM 87.9) pág. 58
8. Bibliografía pág. 61
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MARCO METODOLÓGICO
Área temática: Periodismo Radiofónico
Tema: Radios comunitarias en Rafaela
Pregunta problema: ¿cómo se gestionan las radios comunitarias en Rafaela, año 2017? ¿Perduran en el tiempo?
Sub preguntas: ¿Existe comunicación solidaria? ¿Cómo se pone en práctica? ¿Cómo se define la programación en radios comunitarias? ¿Cómo se sustentan sus periodistas? ¿De dónde provienen? ¿Trabajan con las redes sociales? ¿Cuántas personas trabajan en su radio comunitaria?
Objetivo general: conocer y comprender la administración de las radios comunitarias de Rafaela y sus estrategias para mantenerse en el tiempo.
Objetivos particulares:
* determinar si existe comunicación solidaria y de qué manera se manifiesta.
* identificar de qué manera se establece la programación en cada radio comunitaria.
* precisar si los periodistas deben recurrir a trabajos externos a la radio para vivir y cubrir sus necesidades o demandas.
* investigar acerca del origen de los periodistas y sobre su formación.
* indagar si utilizan las redes sociales.
Público objetivo: hombres y mujeres, jóvenes y adultos de entre 18 y 50 años.
Técnicas de recolección de datos: entrevistas con directores y periodistas sobre el funcionamiento de las radios comunitarias.
Corpus: Radio Norte (FM 92.3), Radio Power (FM 99.1), Radio La Minga (FM 94.9) y Radio Tradiciones (FM 87.9).
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MARCO TEÓRICO
“Un hombre que tiene algo que decir y no encuentra oyentes está en una mala situación. Pero todavía están peor los oyentes que no encuentran quien tenga algo que decirles” Bertold Brecht (La radio, aparato de comunicación, 1932).
En la actualidad, existen numerosos medios de comunicación que se han multiplicado con la llegada de las nuevas tecnologías. Uno de éstos es la radio, medio tradicional considerado una compañía por sus oyentes.
Niceto Blázquez afirma que la radio es “una técnica consistente en la transmisión a distancia de mensajes hablados y otros sonidos a través de ondas electromagnéticas” (Ética y medios de comunicación, 1994). Desde este punto de vista técnico, la radio “opera exclusivamente en la esfera de los auditivo”.
Sin embargo, si bien se necesita el aparato físico para transmitir la señal en ondas hertzianas, éste implica una relación de persona a persona. Es un hecho social que trasciende lo inmobiliario y lo electrónico para entrelazar vidas. Alfredo Leuco manifiesta en el Segundo Congreso de Comunicadores Católicos (1999) que “la radio se escucha pero sobre todo se siente (…) es un lugar en el corazón y en el cerebro, donde se cruzan la emoción, la imaginación y sobre todo la solidaridad”.
La radio posee incontables ventajas: activa la vida práctica, forma la opinión pública, incentiva el desarrollo intelectual, combate la soledad, fomenta la educación cultural. “Es un medio poderoso de civilización y cultura, de servicio a la verdad social, de denuncia noble y justa de injusticias sociales y de regímenes políticos explotadores” (Aspectos ético-deontológicos de la radiodifusión).
Como fenómeno fisiológico, la radio comenzó con el descubrimiento de la frecuencia de 20khz que permitió realizar comunicaciones a distancia. En 1865, Maxwell (físico teórico escocés) afirmó que la luz es la manifestación visible de una onda electromagnética. En el siglo XX, Marconi realizó una transmisión de telegrafía sin hilos y fue el primero en establecer una comunicación a través del Atlántico. A pesar de esto, las primeras transmisiones de carácter público no fueron realizadas hasta 1920.
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Desde entonces, ya no se considera un “medio de comunicación de masas sino un sistema interpersonal de comunicación” (Jóvenes, aulas y medios de comunicación).
En Argentina, la radiofonía surgió como iniciativa privada con protección estatal. El 27 de agosto de 1920 la ópera Parsifal, del compositor alemán Wagner, fue la primera transmisión del país y del mundo. Un grupo llamado “los locos de la azotea” fue el pionero en este ámbito, transmitiendo desde el Teatro Colón. A medida que se iban consolidando las empresas de radio, el Estado fundaba las suyas. Luego, en el gobierno de Juan Domingo Perón (1946-1955) se monopolizó el sector. En 1958, se creó la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA). Las leyes dictadas en el período dictatorial fueron el decreto ley 15.460, ley 17.998 y el decreto-ley 22.285. Ninguna de éstas está vigente en la actualidad ya que en 2009 se sancionó la ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.
En la década del 60 comienzan a aparecer las radios en Frecuencia Modulada. Esto se produjo debido a que “se permitió el acceso al micrófono a muchos actores sociales. La cantidad de espacios disponibles creció (…) y la radio pudo ser canal de expresión para gente que siempre quiso y nunca había podido hacer oír su propia voz” (Eduardo Aliverti, Locos por la FM, Canal Encuentro).
Para 1970 en América Latina “había unos 94 millones de radioreceptores (…) un promedio de 290 receptores cada mil habitantes. De este hecho se desprende que la radio es el medio de comunicación que ha tenido mayor desarrollo en la región” (Informe de CIESPAL, La radiofonía en América Latina, Pasquini y Uranga). De acuerdo con este informe la mayoría de la población escuchaba música popular, informativos, radionovelas en serie y deportes.
En la misma época y paralelamente a este desarrollo de la radio privada de gestión estatal y privada, en todo el continente latinoamericano surgió un número reducido de emisoras vinculadas con la Iglesia Católica. Su propósito fundamental fue, en el comienzo, servir a la comunidad a través de la alfabetización. Luego se ampliarían, al observar sus creadores que quedaban por saldar muchas condiciones vinculadas con la calidad de vida de las personas. En 1972, 18 de estas radios educativas conformaron
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ALER (Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica). Ésta continúa siendo instrumento de desarrollo comunitario aún en la actualidad.
Estas radios fueron llamadas “comunitarias, populares y alternativas” ya que sus objetivos consisten en beneficiar a un núcleo poblacional y ser un instrumento de desarrollo para las comunidades, sin fines de lucro. Muchas veces, para subsistir añaden publicidades de pequeños comercios. Algunas de sus funciones son: debatir sobre educación y salud, defender los derechos humanos, proteger el medio ambiente, dar protagonismo a niños, jóvenes y adultos, entre otras.
Esta modalidad de diálogo y cercanía comenzó en Colombia, cuando nació Radio Sutanteza (1948), una de las emisoras que inspiró numerosas experiencias populares y su multiplicación en la región. La alfabetización en radio apuntaba a dar sentido a una nueva noción de desarrollo orientada a una transformación de una sociedad más igualitaria.
En Uruguay, el movimiento de radios comunitarias consiguió llegar al marco regulatorio con la aprobación de la Ley 18. 232 de Radiodifusión Comunitaria. En virtud de ésta se creó la URSEC (Unidad Reguladora de los Servicios Comunitarios) que tiene como misión la regulación y control de las actividades referidas a las telecomunicaciones.
En Chile, la situación de las radios comunitarias es precaria y vulnerable ya que el país carece de la Ley de Radios Comunitarias, existiendo solo la categoría de radio de mínima cobertura. Estas radios no pueden exponer publicidad y la aprobación solo dura 3 años. En Colombia, la radio comunitaria nace a finales de los 70 y contenía programas educativos que buscaban compartir conocimientos básicos en las zonas donde no había escuelas ni otras formas educativas.
En nuestro país, el surgimiento de las radios comunitarias tuvo lugar en la primavera democrática de los años 80, luego del terrorismo de Estado. Después del silencio provocado por la dictadura militar, varios sectores de la sociedad civil advirtieron la necesidad de escribir la historia con nuevos discursos y nuevos medios que les permitiera expresarse.
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Las primeras emisoras desarrollaban sus transmisiones de manera clandestina ya que no había permisos que les permitieran desenvolverse en libertad. En esa época, los empresarios de la radiofonía las llamaban “piratas o truchas”, porque transmitían sin autorización legal.
El Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), no otorgaba licencias a organizaciones sociales para la posesión ni la propiedad de medios. El sistema de medios estaba monopolizado por el predominio de empresas comerciales. Los medios populares estaban excluidos, quedaban afuera de toda normativa.
Fueron tiempo de acoso y embargo de equipos, sin embargo las radios comunitarias seguían luchando con su existencia por el derecho a la comunicación, insistiendo en la lucha por el aire, el reconocimiento social y acompañamiento de las comunidades. Estas radios exponían temas que abarcaban desde lo comercial hasta temas de discusión, ya sea participativa o debate (Guía de capacitación contalo vos x radio, FARCO).
Las radios ´truchas, ilegales y piratas´ permanecieron fuera de la ley hasta la promulgación en 2009 de la Ley N° 26.522 o más comúnmente conocida como Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Ésta reglamentó en su artículo 63 que las emisoras vinculadas a una red de televisión debe cumplir un 30% de emisiones diarias, mantener el 100% de los derechos de contratación sobre la publicidad y emitir un servicio de noticias local y propio en horario central.
Además, en el art. 65 se establece que las emisoras radiofónicas privadas y no estatales deben emitir 70% de producción nacional, 30% de música nacional (50% independiente) y 50% de noticieros o informativos locales. Con respecto a las emisoras estatales o de universidades, deben emitir 60% de producción propia y destinar un 20% del total de la programación para la difusión de contenidos educativos y de bien público.
A nivel provincial, en 1967 surgió INCUPO (Instituto de Cultura Popular) en la ciudad santafesina de Reconquista. En su página web, INCUPO se define como “una asociación civil sin fin de lucro, de inspiración cristiana, a punto de cumplir 50 años.
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Con nuestro accionar en la educación y comunicación popular, incidimos en la Región Chaqueña argentina. Aportamos a la construcción de una sociedad más inclusiva, equitativa y sustentable junto a otras organizaciones, especialmente de la agricultura familiar y de los pueblos indígenas”.
Su lema es “por una vida digna en un ambiente saludable para toda la sociedad”. Además, dirigen procesos de formación y sensibilizan a la población sobre temas como el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas a través del periódico Acción, su página web, videos y series y producciones radiales.
Para finalizar, es importante puntualizar que en nuestra ciudad, Rafaela, el proceso de surgimiento de las radios comunitarias fue tardío ya que se inició en la década de los ´90. La primera radio comunitaria de la región fue Radio Colón que en un principio operaba en Lehmann. Luego llegó a tener dos estudios, uno en dicho pueblo y otro en Rafaela hasta que finalmente se mudó a Rafaela.
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¿Cuál es la situación actual de las radios comunitarias en Rafaela?
Esta investigación se inscribe en el marco de la cátedra Periodismo Radiofónico de la Licenciatura en Comunicación Social de la UCSE DAR y surge de un grupo de estudiantes de tercer año interesados en conocer más a fondo la situación de las radios comunitarias de nuestra ciudad. Al plantearse el tema de las radios comunitarias nos surgieron muchos interrogantes, relacionados con los conceptos teóricos que vimos durante el cursado de la materia. ¿Cómo se gestionan y administran estas radios, en un ambiente, casi siempre, hostil? ¿Qué estrategias utilizan para permanecer en el tiempo? Éstos serán los ejes sobre los cuales investigaremos.
Para ello, en primer lugar definimos los objetivos que pretendemos alcanzar al finalizar este artículo académico: determinar si existe comunicación solidaria en las radios comunitarias de Rafaela, de qué forma y en qué medida se manifiesta; identificar la programación en cada radio comunitaria y conocer cómo es definida, precisar, dependiendo de las características de la radio, si los periodistas deben recurrir a trabajos externos a la radio; conocer el origen de los periodistas y su formación e indagar sobre la utilización de las redes sociales.
En segundo lugar, seleccionamos cuatro radios comunitarias rafaelinas con cierta trayectoria tanto en transmisiones como en acciones solidarias. Estas son: Radio Norte (FM 92.3), Radio Power (FM 99.1), Radio La Minga (FM 94.9) y Radio Tradiciones (FM 87.9). Radio Norte lleva transmitiendo casi dieciocho años, ya que nació en 1998; Power se inició en 2001; La Minga comenzó en 2011 y Tradiciones es la más reciente, al salir al aire en 2013 (Investigación sobre radios comunitarias de Rafaela y la inclusión social, Gaido, Galloto y Strauss, 2013).
En tercer lugar, elaboramos un cuestionario de tipo cualitativo (apreciaciones personales, opiniones, conceptos) y cuantitativo (financiamiento, cantidad de personal); igual para todas las radios. Por último, contactamos con sus directivos y realizamos las entrevistas.
En el Desarrollo a continuación, expondremos las respuestas de los entrevistados (directores y periodistas) y las analizaremos en relación a la teoría vista en clase.
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DESARROLLO
A partir de las respuestas a las entrevistas, pudimos observar que la mayoría de las radios comunitarias de nuestra ciudad posee o fomenta la comunicación solidaria entre sus oyentes. Entendemos por comunicación solidaria a todas aquellas acciones que surgen y son comunicadas desde la radio con el objetivo de ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas y potenciar la solidaridad entre ellas.
En este sentido, Ricardo Vivas, de Radio Norte, afirmó que en su radio siempre existió la comunicación solidaria, ya que “participamos de muchas cosas, cuando se inundó la ciudad de Santa Fe en 2003, fue la única radio que llevo una trafic con mercadería donada por la gente de la ciudad”.
Por otra parte, Radio Tradiciones considera que “ninguna de las radios de Rafaela puede ser considerada solidaria”, ya que para Claudia y Walter Quiroga “(…) todo se hace a través de plata de socios. Yo creo que una radio deja de ser solidaria cuando recibe apoyo económico desde algún lado, ya sea de política, sindicatos, etc. La radio solidaria tiene que ver con hacer cosas sin lucrar, uno podría hacerle publicidad gratis por algún tiempo a una institución que te ayudó donando cosas para quienes lo necesitan.” En Radio Tradiciones se practica la comunicación solidaria a través de acciones concretas: pasan al aire pedidos de ayuda para la gente que si así lo desea, colabora con donaciones, tienen un parrillero solidario que destinan a ventas de pollos para recaudar fondos, entre otras.
Juan Quinteros, locutor de Radio Power, expresó que el equipo de la radio difunde a diario partes de prensa, marchas de silencio, entre otros. “La gente agradece eso. A veces en lo que son venta de pollos para ayuda solidaria, para operaciones, pedimos certificado para verificar que es real el caso y después damos difusión (…)”.
Por último, Juan Soffietti, director de La Minga, puntualizó que “con respecto a la comunicación solidaria como canal de ayudas mutuas existe poco. Pero no porque la radio no tenga voluntad de hacerlo o esté cerrada. Yo creo que las audiencias cuando tienen ese tipo de problemas, generalmente acuden a otros medios que saben que son
masivos”. La fundación La paloma en la flor, de la que la radio forma parte del proyecto,
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trabaja en cuatro copas de leche y un comedor. “Tiene una cantidad de cosas donde la radio juega un papel que no se termina de articular porque en realidad para nosotros todo ese laburo social que se hace desde la fundación tendría que estar conectado con la comunicación radiofónica”, reflexionó Soffietti.
Desde el punto de vista de Carlos Borgna, comunicador rafaelino involucrado en actividades relacionadas a radios comunitarias, no existe “comunicación solidaria” sino que “la comunicación tiene que formar parte de una política general de una radio, de un medio, de una institución.” Cita como ejemplo la situación de La Minga ya que allí la comunicación solidaria “tiene que ver con la construcción de talleres que hace la alfabetización, la apoyatura escolar, etc. Pero forma parte de la estructura general de la organización, no del medio de la organización”.
En cuanto al financiamiento y la gestión, Radio La Minga se sustenta económicamente sólo con publicidades. Además, Soffietti agregó que tienen “un convenio con la CTA cuya ventaja es que la radio no tiene que solventar los gastos de luz que quedan absorbidos por los del establecimiento (pertenece a la CTA). Ahí nos ahorramos una enorme cantidad de dinero. Y no hay personal rentado”.
Quinteros dijo que Radio Power se financia con publicidades: “la radio se gestiona por los auspiciantes, básicamente, por los comercios que se suman a la idea, al proyecto. También lo que es la ayuda social, colaboraciones; como se mantiene casi cualquier medio comunitario: con la colaboración. Con pautas que a veces salen de auspiciantes, de empresas privadas”. Y que también la gente que desea hacer un programa de radio, puede hacerlo: “pagan su espacio radial, pero es muy inferior a lo que están acostumbrados a cobrar los medios privados por el tema de que es una radio comunitaria”.
Vivas nos contó que Radio Norte se mantiene con publicidades a pequeños negocios del barrio. Y a veces la forma de cobro es a través del canje.
Quiroga recalcó que no poseen una fuente externa de financiamiento, ya que “todos los gastos de la radio los solventamos nosotros con dinero de nuestros bolsillos. No todo es plata en la vida, hay veces que te sobran cosas o que no las usas
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más. ¿Por qué no donarlo a alguien que lo necesite más que vos? Esas cosas además te hacen sentir bien, con la otra persona y con uno mismo”.
En relación a la programación, el referente de Radio Power la organiza en base a los horarios más escuchados. “Se trata de hacer un chequeo antes, (…) un seguimiento de las personas teniendo en cuenta su timbre de voz (…) para que enfoquen en cierto horario”. Es definida por Carlos Quinteros (padre y director) y Juan Quinteros (locutor).
Juan Soffietti de Radio La Minga mencionó ejemplos de programas activos y los horarios en los que se transmiten: Punta y hacha (de la agrupación Ateneo Arturo Jaureche), La voz de los pueblos originarios (de Juan Orellana, sale a la mañana de lunes a viernes), un programa de ERA (Escritores Rafaelinos Agrupados), No se culpe a nadie (del ex director del Instituto del Profesorado, Juan Ceja), Tangos en blanco y negro (del Negro Peralta). Y también “hay emisiones que transmitimos conectadas a internet, por ejemplo durante la mañana transmitimos todos los días de nueve a doce a Víctor Hugo Morales y todas las noches de cero a dos, a Dolina.
Al mediodía salen tres noticieros: uno de FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias), un micro noticiero de ALER (Agrupación Latinoamericana de Educación Radiofónica) y un programa de la periodista norteamericana Amy Gutman, Democracy Now (crítico sobre política internacional desde el punto de vista alternativo). Los domingos a la mañana temprano sale Expreso FARCO (enlatado, conexión automática) y después viene Canto Maestro de la CTRA (a las siete de la mañana). Los jueves a la noche sale Revuelto Gramajo, que es un programa sobre otras músicas y músicos que escuchamos nosotros y también se hace en FM La Tribu (comunitaria) y Nacional en coproducción, que se descarga.”
Sobre la música que pasan, en general, es en castellano sumado a algunos artistas en inglés que “para nosotros son el nuevo folcklore. Tenemos una concepción de lo que es el folcklore más amplia que la definición tradicional. Sí nos interesa la música popular latinoamericana; la grilla y la selección de discos tienen que ver con autores que expresan esto. Entonces la gente se engancha mucho por eso, porque escucha otra música”. La programación es definida en conjunto: quienes desean tener un programa en La Minga
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tienen que reunirse con alguno de sus miembros fijos. Éstos deciden luego la parrilla de transmisión, incluyendo programas, música, poesía y micros.
El entrevistado de Radio Norte afirmó que la programación comienza a las 8:00 horas con Sentimiento Argentino (solo música de folklore), después a las 10:00 comienza la música variada. A las 16:00 continúa con música de Santa Fe y luego el hijo mayor de Vivas pasa música “de ahora”. Además están los programas de religión, que van los días lunes y jueves de 13:30 hasta 15:30 horas. Vivas expresó que “la programación la decidimos en familia pero yo siempre soy el que decide, después hablamos entre todos. Por ejemplo llevamos todas las transmisiones de los partidos de Sportivo Norte (…)”.
Los encargados de Radio Tradiciones tuvieron programas pero en la actualidad sólo pasan música debido a que por lo viajes de los Quiroga (organizan eventos, peñas) no disponen de tiempo para locutar. “Actualmente la radio no está con programación.
Escuchamos algunas radios y no tenemos la confianza suficiente como para dejarla con alguien que le pueda faltar al respeto a la gente y como nosotros últimamente estamos viajando mucho no podemos estar pendientes de qué dicen o qué no dicen”.
Con respecto a este tema, Borgna afirma que la línea editorial de cada radio depende su perfil ya que “una radio de perfil sindical no es lo mismo que una barrial, son comunitarias pero están dirigidas a otro público tienen en cuenta otros tipos de necesidades y de prioridad en las temáticas”. Y una manera de colaborar con ellas desde el punto de vista del comunicador o del oyente es “dotarlas de contenido porque no es fácil llenar 24hs, 18 hs de programación”.
En respuesta a la pregunta de si los periodistas son profesionales, con formación o de oficio, en general, se trata de personas autodidactas y vocacionales, que aprendieron a manejar el lenguaje radiofónico debido a la experiencia. Excepto Juan Quinteros, que obtuvo el carnet de locutor y afirma: “mucha gente se forma en el hecho del día a día”. Otra característica en común es que la mayoría trabaja ad honorem, es decir, no perciben salario. A diferencia de las anteriores, la familia Vivas de Radio Norte, se sustenta económicamente con los ingresos de la radio.
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Los requisitos que estas radios tienen en cuenta a la hora de brindar un espacio dependen de cada radio. Tradiciones postula que “si alguien vendría a hacer programas a nuestra radio no tendría que pagar nada ni tampoco nosotros le pagaríamos, solamente habría que amar la radio tanto como nosotros y querer ayudar a la gente, pero de corazón. Además hay que tener en cuenta que como somos una radio no lucrativa tampoco quien viniera a hacer un programa podría pedir publicidades”.
En Radio Power, además de tener buena voluntad, “no hay estrellas ni estrellados (…) No nivelamos a las personas por la trayectoria sino por cómo son como seres humanos. Y la gente que ha sido (egocéntrico) no ha durado acá. No ha soportado estar porque acá el tipo que es director lava los pisos”.
En La Minga se es un poco más exigente: “puede ser cualquier persona que tenga intención de hacer un programa de radio y de comprender la lógica del lenguaje radiofónico. Cualquier persona, con estudios o sin, se comunica. Pero hacer radio implica pulir, mejorar y reflexionar sobre ese aprendizaje previo que todo ser humano tiene. Saber hablar no es suficiente, pero hay casos de gente profesional que tampoco sabe comunicar en radio. No hay garantías, lo que hay es entender qué hacer radio es una forma de comunicarse con reglas intrínsecas que se aprenden, generalmente, en las carreras de comunicación pero no en ellas exclusivamente”.
En cuanto a la cantidad de personas que trabajan en las radios comunitarias, Norte cuenta con los miembros de su grupo familiar; Tradiciones, con los dueños de la misma; Power, con su director Carlos Quinteros, Juan Quinteros (organización y programación), Oscar Bustamente (producción y puesta al aire) y con otras personas, que arman los programas; y La Minga entre 40 y 50 personas.
El público es otro aspecto importante a la hora de realizar programas de radio debido a que son quienes van a escucharlo. En Radio Tradiciones se puede identificar a una amplia audiencia: si alguien pide determinado tema musical, no tienen inconveniente en pasarlo al aire. Participa pidiendo temas a través de mensajes de texto. En Radio Norte se apunta al público en general. Al principio Vivas quería “llegar 500 metros más o menos, con eso me conformaba, era mi felicidad, pero a medida que pasa el tiempo te van pidiendo oyentes de distintos barrios y uno quiere llegar bien porque el oyente quiere
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escucharte (…). Hoy en día llegamos un poco más lejos, no tenemos una gran cobertura ya que hay muchas radios, y donde hay una radio hay problemas porque chocan las ondas”. Todos participan, mediante diferentes medios.
En Radio Power se transmite para todas las edades. “Para gente grande, para chicos, para trabajadores, jubilados. La gente joven se suma mucho por redes sociales, por los streaming, por los enlaces de Internet, Facebook, fotos”.
En Radio La Minga, “no hay un recorte, un nicho. Es una radio que está abierta y con planteos estéticos, que tienen que ver con reconocer que las audiencias son heterogéneas. Sin embargo, la radio tiene algunas apuestas y pretende ir recortando una nueva audiencia”. Ésta participa por medio de mensajes a los miembros o yendo a la radio como espacio físico.
En respuesta al interrogante de ¿cómo lograron que perdure en el tiempo?, Vivas expresó “con mucho sacrificio, muchas lágrimas, hemos pasado muchas cosas, injusticias mayormente, cuando te cierran las puertas, te cierran el círculo y todo termina en la Municipalidad y lamentablemente todos dependemos de ese lugar. A mí me gusta decir lo que yo quiero, no lo que ellos quieren, y lo digo todavía, pero por decir lo que yo quiero tengo problemas”.
Quinteros nos contó que “muchas veces no podemos hacer cosas o nos cuesta más porque no nos dejamos comprar. El no estar vinculado con los políticos de turno te da más libertad para actuar y defender lo que hacemos”.
Quiroga afirmó que “nos habituamos a las nuevas tecnologías. Le damos a la gente lo que quieren escuchar, lo potenciamos. Estamos siempre muy informados de las cosas que se pueden decir y las que no. Siempre preparamos la producción de todos los días. Innovando, me parece que la idea de los medios de comunicación en estos tiempos
es innovar. Eso es lo que va a marcar la tendencia, no la rutina, sino la innovación”. Por último, La Minga logró sostenerse en el tiempo gracias al apoyo de la Fundación la Paloma en la flor, de la que forma parte.
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Un punto que nos interesaba conocer es el manejo que hacen estas radios de las redes sociales como canal de comunicación con su público. Radio Norte tiene Facebook y allí sube todo lo que hacen: trabajos, visitas, la copa de leche. Radio Power y Tradiciones también poseen Facebook. Quiroga afirma que “cargamos absolutamente todo, estamos muy activos en la red social. Participamos en muchas campañas a beneficio y todo lo que nos van donando y va siendo entregado se publica ahí”. La Minga utiliza Facebook pero reconoce que no está actualizado.
Para finalizar, decidimos preguntar a los entrevistados cuál es su postura con respecto a las radios comunitarias y si consideran la suya propia como tal. En este sentido, Tradiciones se considera una radio comunitaria porque “formamos un puente solidario entre la radio y la gente que lo necesita. Como no necesitamos mucho para vivir, no tenemos ambiciones (…). Las radios solidarias son las que la luchan sin un socio, sin plata de políticos para hacer propaganda. Lo más lindo que puede haber es poder hablar sin que te aprieten, sin esconder cosas porque te dan plata”.
Quiroga afirma que “las radios comunitarias son una posibilidad que te brinda Rafaela de poder expresar de una forma diversa, democrática y plural las ideas que tiene una sociedad, un contexto. También todo lo que es la predisposición de la gente, la cercanía que tienen a las radios comunitarias y no tanto a los medios privados (…). Las radios comunitarias le abren la puerta a más personas”.
Vivas considera que “una radio comunitaria es algo que trabaja para la sociedad, para todos, mayormente para los lugares que más necesitan (…) somos una familia que trabajamos. (…) Cada radio tiene su rubro, sus cosas que le conviene. Hoy en día se va perdiendo la radio comunitaria, (…) porque el sistema te obliga, te cierran todos los círculos para que vos no tengas salida y no puedas hacer el trabajo comunitario como realmente debe ser”.
Radio Power es una radio comunitaria porque “trabajamos con chicos de una Asociación Civil hace más de 6 años y la voz de los chicos está representada también en este medio con talleres radiales que hacen ellos”.
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Soffietti considera que “el asunto en la definición de radio comunitaria es el tema de la propiedad, si es individual o familiar. Desde ese punto de vista no serían comunitarias. Yo creo, en lo personal, que lo que hace a la radio comunitaria es la voluntad de encontrarse con las audiencias e informar de otra manera, tratando de discutir la agenda oficial, proponer otras agendas”. Sin embargo, también afirma que “una radio comunitaria tiene que ser comercial porque si no se funde”.
Y agrega que “(…) la radio comunitaria lo que intenta hacer es generar un espacio democrático y abierto del uso del aire de la emisora (…). Generalmente son radios (…) que tratan de abrir sus micrófonos a la comunidad, organizaciones y personas para que hagan sus propios programas. Porque, quienes hacemos radio comunitaria tenemos un interés en que la voz de los sectores que habitualmente no tienen acceso a hacerla pública tengan un espacio y un medio donde poder hacerlo, sin ningún tipo de control ideológico en términos de contenidos. (…) Es un espacio que intenta reconocer el derecho a la información de las personas pero no solamente a recibir sino también a emitir”.
Por otra parte, Soffietti piensa que La Minga “(…) es una radio comunitaria, está apoyada en ese espíritu y trata de avanzar en lo que hace respetando ese tipo de planteamientos. (…) Creo que lo logra porque de hecho están los espacios abiertos para quienes quieran hacer un programa siempre y cuando se respete esta cuestión del libre acceso a la información. Son radios que no se pueden prestar nunca para hacer operaciones de prensa o para manipular audiencias. (…) Lo que las personas sabemos del mundo y de las cosas, la gran mayoría lo sabemos porque lo hemos aprendido consumiendo algún medio de comunicación. (…) La función de radio La Minga con respecto a esta idea de radios comunitarias podría llamarse educativa porque la formación ocupa un lugar central en este dispositivo (…). Se puede hablar de todo pero se tiene que hacer con respeto, con seriedad y no importa si tenés el título de periodista sino que la información que proceses en tu programa esté chequeada y sea veraz. Una radio comunitaria tiene que salir a disputar sentido en el aire, tiene que ser una alternativa y una oferta elegible para la gente”.
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Carlos Borgna nos brinda una opinión profesional sobre este tema: (…) “la radio comunitaria está caracterizada por pertenecer a una organización social que puede ser una ong, una organización sindical, una mutual, etc. A la radio comunitaria lo que la define es su relación con la comunidad y cómo esa organización que posee una radio está relacionada con el vecino con el entorno, con las problemáticas sociales, políticas, económicas, culturales, con la vida de la gente del sector donde la radio se desarrolla. Por lo general las radios comunitarias no tienen mucho alcance, mucho recorrido, por lo tanto están bien focalizadas en la problemáticas de la zona donde vive”.
Con respecto a las radios comunitarias de nuestra ciudad, Borgna considera que no observa “demasiadas radios comunitarias en rafaela” y cree que “hay muchas radios que se le pueden llamar pymes o algunas ONG de carácter familiar que tienen lazos con la comunidad y que no es una emisora meramente comercial pero que el propietario es un individuo, no es una organización”. Además, “(…) una radio comunitaria como tal es la que tiene un vínculos y trabaja con otras instituciones que por ahí no hacen comunicación pero que están insertas en la comunidad donde esa radio se desarrolla (…).”
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CONCLUSIÓN
Al finalizar este trabajo de investigación pudimos observar que existen muchas divergencias en cuanto a la concepción de radios comunitarias ya que, si bien comparten algunas características y funciones, cada una tiene su propia opinión al respecto. El equipo de Tradiciones define esta radio como “la única radio comunitaria de Rafaela” porque realiza actividades sociales y solidarias y no se financia con ningún tipo de publicidad sino con fondos de los hermanos Quiroga. Por ende, las demás radios populares no serían comunitarias si pasaran publicidades pagas, por mínimas que éstas sean.
Vivas considera que Radio Norte es comunitaria debido al trabajo social que fomenta desde hace 18 años en su barrio (Barranquitas). Piensa que radio comunitaria es sinónimo de familia y con respecto a las demás, que “cada radio tiene su rubro, sus cosas que le conviene. Hoy en día se va perdiendo la radio comunitaria, (…) porque el sistema te obliga, te cierran todos los círculos para que (…) no puedas hacer el trabajo comunitario como realmente debe ser.” En este contexto de presiones políticas y exigencias del Estado, y para subsistir, pasa publicidades de los negocios del barrio muchas veces canjeándolas por productos que necesita.
Quinteros resalta que Radio Power es comunitaria por la posibilidad que le brinda a la gente de expresarse en forma plural, democrática y abierta mientras que en los medios privados se tienen más restricciones. En consecuencia las radios comunitarias, según Quinteros, son más cercanas a la gente y a sus problemas. De ella reciben colaboraciones pero su principal forma de financiamiento son las pautas publicitarias y los pequeños auspiciantes. Cabe destacar que esta radio trabaja desde hace 6 años con la Asociación Civil “Una nueva esperanza” por lo que tiene un respaldo institucional y personería jurídica.
La mirada del director de La Minga coincide con este aspecto debido a que una radio comunitaria trata de “abrir sus micrófonos a la comunidad, organizaciones y personas para que hagan sus propios programas (…) quienes hacemos radio comunitaria tenemos un interés en que la voz de los sectores que habitualmente no tienen acceso a hacerla pública tengan un espacio y un medio donde poder hacerlo, sin ningún tipo de
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control ideológico en términos de contenidos.” Al igual que Power, pertenece a una asociación civil (La paloma en la Flor) y gran parte de sus ingresos provienen de publicidades. Sin embargo, La Minga recibe fondos de la CTA para pagar los impuestos del edificio.
La postura de Carlos Borgna es similar en cuanto a la relación que las radios comunitarias tienen con la comunidad y con las problemáticas sociales, políticas, económicas y culturales. Pero afirma que en Rafaela, lo que existen son radios pymes o de carácter familiar que “tienen lazos con la comunidad” y que no son exclusivamente comerciales pero su/s propietario/s son individuos y no ONGs. “La radio comunitaria reporta en una organización y esa organización no es un mero sello. Una radio comunitaria como tal es la que tiene un vínculo y trabaja con otras instituciones que por ahí no hacen comunicación pero que están insertas en la comunidad donde esa radio se desarrolla.”
En nuestra opinión, para ser totalmente comunitaria una radio no debería pasar publicidades pagas ya que el hecho de establecer contratos con grandes empresas condiciona, en muchos casos, sus contenidos. Además, si ésta no está de acuerdo con la ideología de la empresa, estaría contradiciendo sus principios al aceptar publicidades de ella. Si se trata, en cambio, de publicidades a cambio de algún favor solidario o canjeándolas por productos básicos o donaciones consideramos que sí sería aceptable porque este tipo de actividades no busca fines de lucro sino que fomenta los lazos humanos en la comunidad.
Algo similar ocurre con la participación de personajes políticos. Al aceptar a un político en la radio pensamos que se debe adoptar una postura neutra, de lo contrario inevitablemente se adhiere al partido que éste representa. Radio Power da la palabra a diferentes políticos, de distintos partidos y ámbitos. Según sus gestores, esto proporciona diversidad de voces y permite a la audiencia sacar sus propias conclusiones. Incluso fueron premiados por su programa Tiempo de Debate. Al contrario, Radio Tradiciones “no se casa con nadie”. Esto significa que los Quiroga no reciben en su casa a ningún político y tampoco adhieren a ningún partido. Sin embargo, en su perfil de Facebook, Claudia Quiroga posa con un cartel de apoyo junto al Gobernador Lifschitz.
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Con respecto a lo que menciona Borgna acerca de la necesidad de que las radios comunitarias se basen en una asociación civil que las sustente, pensamos que al establecer esta categorización quedan afuera muchas radios cuya labor es esencialmente comunitaria. Su rol en la sociedad tiene que ver, en efecto, con ofrecer un espacio de contención y desarrollo para los barrios en riesgo. Además, tienen vínculos con otras instituciones que les permiten llevar a cabo sus objetivos aunque no se sustenten en una ONG. En ocasiones, no tienen los recursos para erigirse como organización social pero de igual forma cumplen un lugar muy importante en su comunidad de origen.
En relación a la formación de los ´periodistas´, comprobamos que en la mayoría de las radios son comunicadores de oficio o por vocación y sólo algunos de ellos poseen el carnet de locutor. Si bien Juan Soffietti es comunicador social, no es él quien elabora los programas o los conduce sino que cualquier persona puede acercarse y proponer un programa, siempre y cuando esté dispuesta a aprender. A su vez, es La Minga quien cuenta con la mayor cantidad de personas trabajando (ad honorem) y Radio Tradiciones la que posee menos. Todas las radios administran una fanpage en Facebook para difundir sus actividades y comunicarse con los oyentes.
Nos parece acertado que el plantel de estas radios esté conformado por personas a las que les gusta hacer radio y que esta motivación les permita autogestionarse, aprender constantemente y desarrollarse. Sin embargo, al ser estudiantes de comunicación social, sentimos que debería tomarse en cuenta la posesión de un título que habilite los conocimientos aprendidos durante el transcurso de la carrera universitaria. Si bien el egresado tendrá una considerable oferta laboral, al decidir involucrarse en un proyecto de este estilo tendría que tener más peso su título que su interés, sobre todo considerando el esfuerzo y tiempo dedicados al estudio.
Un aspecto a destacar, es que la mayoría de las radios tienen establecida una programación diaria y algunos programas, el fin de semana. Pudimos observar que en Radio Norte y Power elaboran sus propios programas mientras que en La Minga se permite que las personas los desarrollen y se acerquen a proponerlos. Además, nos llamó la atención su variedad de géneros ya que pasan compilados de música y poemas y micros de instituciones dedicadas a las radios comunitarias.
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Un caso particular constituye Radio Tradiciones, que por el momento no posee una programación definida. Esto es comprensible, debido a que hay solamente dos encargados de toda la estructura radial. Pese a ello, una radio se caracteriza no sólo por transmitir música y mensajes de ayuda sino por ofrecer a la comunidad programas concretos. Sobre todo programas que traten temas cercanos al barrio como la inseguridad o la educación y episodios de la vida cotidiana. Tomando como referencia los textos vistos en la materia, cabe preguntarse si realmente se puede considerar radio al no poseer una programación de contenidos regulares.
El público en las cuatro radios tiende a ser el mismo: no hay recortes, están destinadas a quien quiera escuchar. Dentro de la audiencia, se encuentran también personas que las sintonizan por sus contenidos, que son diferentes de las radios comerciales. Nos parece correcto que las radios comunitarias estén destinadas a toda la sociedad porque su objetivo es éste. Si se sectorizaran por público estarían contradiciendo su principio rector de ser efectivamente comunitarias. Sin embargo, apuntan a un cierto público-nicho, que es el que las escucha fielmente y el que más las necesita.
En cuanto a los recursos que utilizan las radios comunitarias para permanecer en el tiempo, en Radio La Minga se utilizan los fondos provenientes de las publicidades y de la CTA pero no menciona estrategias comunicacionales específicas. En Radio Tradiciones y Radio Norte se focaliza en el esfuerzo y el sacrificio que significa gestionar una radio comunitaria. También se mencionan las diferentes dificultades que tuvieron que travesar a fuerza de voluntad. Quien mejor define esta cuestión es el entrevistado de Radio Power “nos habituamos a las nuevas tecnologías. Le damos a la gente lo que quieren escuchar, lo potenciamos. (…) Estamos siempre muy informados de las cosas que se pueden decir y las que no. (…) Innovando, me parece que la idea de los medios de comunicación en estos tiempos es innovar. Eso es lo que va a marcar la tendencia, no la rutina, sino la innovación (…)”.
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Para finalizar, esta experiencia nos permitió conocer una realidad que habíamos vislumbrado apenas en los apuntes de la facultad. Nos acercó a la situaciones difíciles que se viven en esos barrios, en los que muchas veces no llega la ayuda necesaria y deben arreglarse con sus propios medios. La comunidad encuentra en estas radios un punto de apoyo y también un espacio para compartir los momentos felices.
Agradecemos a las personas entrevistadas de cada radio, que nos brindaron su tiempo y predisposición en esta investigación. También a nuestro profesor Emilio Grande, por su orientación y contactos. Por último, a la UCSE DAR que nos posibilitó llevar a cabo esta propuesta.
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EXPERIENCIAS PERSONALES
Falta de articulación entre radios comunitarias en una ciudad con
muchas necesidades
Por Eliana Tabusso
Al llegar a la parte clave de la investigación, el trabajo de campo, me sentí nerviosa y ansiosa a partes iguales. Sobre todo porque el primer destino (Radio Norte) está ubicado en un barrio de mala fama, lindante con Barranquitas y lo que su propietario, Ricardo Vivas, llama “el Bajo”. Sin embargo, me encontré con una casa humilde, un hombre sonriente y dispuesto y un ambiente cálido y familiar. Su pequeño hijo, Ramón, nos dio la bienvenida.
Ricardo habló sin prisa ni pausa, sincero, concreto y orgulloso del duro trabajo que viene haciend desde hace casi dieciocho años. “Hemos pasado muchas injusticias”, afirmó en un momento, “por decir lo que yo quiero, se generan muchos problemas”. Nos contó de las presiones que muchos políticos le hicieron a Radio Norte por no pasar sus propagandas. Pero que, al fin y al cabo, no pudieron sacarla del dial.
Ricardo y su familia no tienen formación o título de periodistas. Hacen radio porque les gusta y porque se convirtió en su forma de vida y sustento.
Y la radio, nos dijo, “es una familia”. Tiene un comedor, en la parte de atrás de su casa, donde alimenta a más de veinte chicos. También organizan campeonatos de fútbol. En la programación, hay espacio para hablar de Dios. Y escuchar cumbia santafesina, música que en otra radio de Rafaela no hay. La radio está en un galpón precario, al fondo de un largo pasillo. Y los perros le hacen compañía al locutor del momento. Hay CDs, a montones. Un micrófono grande, dos computadoras. Y buena voluntad por todas partes.
La segunda radio comunitaria que visitamos fue Radio Power, ubicada en una casa del Barrio Pizzurno. Juan Quinteros nos recibió amablemente y nos pidió que esperáramos unos minutos mientras terminaba su locución. El hall está lleno de
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fotografías de diferentes personalidades que pasaron por la radio y también de sus locutores. En ellas pudimos reconocer al intendente Castellano, al gobernador Lifschitz,a la secretaria de cultura de Rafaela Sabellotti, al actual obispo Fernández, a colegas de otros medios y algunos artistas y músicos locales. Porque, como dijo Juan, “esta es una radio plural: abierta a todos, de izquierda y de derecha”.
El lema de Radio Power es “lejos del poder, cerca de la gente”. Y de alguna manera resume el objetivo de la Asociación Civil Una Nueva Esperanza, que es la que le da vida a una radio que ya tiene seis años. Ésta tiene una copa de leche y organiza talleres radiales con jóvenes del barrio. Luego, si ellos lo desean, pueden brindarle un
espacio para que sigan creciendo. La mayoría de los locutores es autodidacta. Juan nos contó que, para él, el techo de la radio es el cielo y que si alguien se quiere sumar a Radio Power, tiene que estar dispuesto a crecer, como persona y en el oficio.
La cercanía con la gente del barrio también se manifiesta en lo que Juan denominó “ni estrellas ni estrellados”, es decir, en Radio Power nadie es mejor que el otro, todos tienen la posibilidad de expresar sus puntos de vista. Y un ejemplo patente de esta dinámica de trabajo es que la Municipalidad declaró de interés local al programa “Tiempo de debate”, conducido por el padre de Juan, Carlos Quinteros, fundador de la radio. Como dijo Juan, lo bueno que tiene la radio es que dos personas que piensan completamente distinto pueden irse de la radio como buenos amigos. Y es por eso que Radio Power es “la radio de los amigos” de Barrio Pizzurno.
En tercer lugar, fuimos a Radio Tradiciones. Gracias a Claudia Quiroga, que nos llamó oportunamente, pudimos encontrar la casa. La radio cuenta con un micrófono ya que es Claudia quien presenta las canciones y lee los mensajes, y con computadora y conexión a internet. Su hermano Walter es quien opera durante las transmisiones. Nos
hicieron pasar a la cocina y nos contaron la historia de la radio de manera espontánea.
Me sentí cómoda con ellos. Son gente humilde convencida de que con la radio se pueden hacer grandes cosas. Enfrentaron muchas dificultades para poder ayudar a la gente del barrio. Y sus anécdotas me conmovieron.
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A través de una radio que pasa música a pedido, sin bandera política, sin distinción de género o autor y que escucha los pedidos de ayuda y necesidades de la gente lograron construir un parrillero solidario mediante donaciones. Éste es prestado totalmente gratis y en forma responsable a quienes precisen hacer ventas de pollos a beneficio de Claudia y Walter afirman que ellos no tienen grandes ambiciones (razón por la que las demás radios lucrarían) sino que prefieren ayudar a los demás para que no pierdan su dignidad. Esto implica, muchas veces, poner dinero de su propio bolsillo porque consideran que si pasan publicidad paga o se les acerca un político esto no se condice con sus principios de ser solidarios sin fines de lucro. Como dijo Walter, “nosotros creamos un puente imaginario para el que lo necesite y para el que quiera donar, ese es el sentido de la radio comunitaria”.
Por último, entrevistamos a Juan Soffietti, director de Radio La Minga. De todas las radios que visitamos, La Minga es la que está mejor equipada: cuenta con cuatro micrófonos, panel de control, paredes aislantes y, lo primordial, una antena desde la cual transmiten. Esto es posible debido a que la radio está ubicada en la sede de la CTA (en el centro de la ciudad), por lo que sus gastos en luz y otros servicios son pagados por el sindicato. Juan se mostró dispuesto a responder todas nuestras preguntas, aunque se iba un poco de tema con los ejemplos. Y nos mostró y explicó la parte técnica de la radio. Es un comunicador que tiene muchos conocimientos del tema y nos contó que, para él, radio comunitaria es “abrir el micrófono a la comunidad” y “dar voz a los que no tienen el medio para hacerse escuchar”.
También destacó el rol educativo de estas emisoras, ya que intentan formar a las personas que se acercan para hacer un programa. Y agregó que la veracidad a la hora de tratar un tema es más importante que la mera credibilidad del hecho. Además, cuentan con programas variados que tratan sobre diferentes temas y todos los locutores trabajan ad honorum. Algunos ´enlatados´ provienen incluso de FARCO o de ALER, aunque la mayoría son microprogramas. Las acciones solidarias son realizadas por la fundación “La paloma en la flor” de la que surgió la radio en sí.
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Un detalle que llamó mi atención fue que, si bien Juan especificó que la radio no hace bajada de línea y que en sus espacios se puede hablar de cualquier gobierno o gestión resaltando aspectos buenos y malos, en las paredes de la radio colgaban posters de Pepe Mujica, una llamada a la marcha contra el ajuste, un folleto del encuentro de mujeres, entre otros. Y en varias ocasiones se refirió a sus colegas como “cumpas” o compañeros. Esto no quiere decir que la radio sea político partidaria por supuesto, pero sí que hay una determinada orientación ideológica como en todo proyecto.
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Diferentes puntos de vista de una radio comunitaria
Por Marianela Gorlino
En el transcurso de nuestra investigación nos planteamos como objetivo conocer y comprender la administración de las radios comunitarias en Rafaela y sus estrategias para permanecer en el tiempo.
En primer lugar fuimos a la “Radio Norte”, ubicada a media cuadra del club Sportivo Norte, ahí nos esperaba Ricardo en su humilde vivienda y lugar de trabajo. Me sentía nerviosa ya que era la primera radio que visitábamos y yo tenía que entrevistar a Ricardo. Nos recibió Ramón, su hijo menor. Nuestro entrevistado nos fue contando cómo trabajan día a día, junto a su familia en la radio hace casi 18 años. Ricardo expresó que siguen adelante con mucho sacrificio, “hemos pasado muchas cosas, muchas injusticias”.
Al terminar la entrevista, Ricardo nos mostró dónde estaba ubicada el equipo de locución, en una habitación en el fondo del patio. Había un escritorio, un micrófono, una computadora y un teléfono para que el oyente se pueda contactar. Ricardo tiene colgadas en la pared muchas fotografías de las distintas personas que pasaron por la radio, además de banderas autografiadas por los jugadores de su club favorito, dice que “son un recuerdo, una parte de la radio”. En un galpón, al costado de la radio Ricardo administra un comedor, que brinda todos los sábados comida a los pequeños del barrio. Ricardo, nos dijo: “le damos de comer, lo hacemos participar en la radio, además de los campeonatos de fútbol, antes de la comida se hace una oración de agradecimiento a Dios”.
En segundo lugar, mis compañeros fueron a Radio Power pero yo no pude asistir. Luego visitamos la “Radio Tradiciones”. Tuvimos una dificultad para llegar ya que teníamos mal la dirección así que Claudia Quiroga, se comunicó con nosotros y nos explicó a donde dirigirnos. Esta radio está ubicada en la casa de los hermanos Quiroga, quienes son los propietarios de la misma. Al ingresar a la vivienda, lo primero que vimos fue un escritorio con un micrófono y una computadora, ahí es donde Claudia trabaja como locutora mientras que Walter es su operador.
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Nos dirigimos hacia la cocina para empezar con la entrevista, había un ayudante de los hermanos que nos filmó, eso me puso un poco nerviosa. Tuvimos una charla extensa pero muy entretenida. Claudia afirmó que son un puente solidario entre la radio y aquellos que necesitan. Siempre ayudaron a las personas de su barrio y construyeron un parrillero donde aquellas que lo necesiten pueden acceder a él sin ningún problema.
Además nos contaron muchas anécdotas. Ayudaron a muchas personas, entre ellas una anciana de 70 años que vive bajo un puente, está fue una de las que más me conmovió. Finalmente y después de varios días de espera para lograr contactar al entrevistado, Juan Soffietti, visitamos la radio “La Minga”. Esta radio es la más grande y equipada: cuenta con cuatro micrófonos, panel de control, paredes aislantes y, lo primordial, una antena desde la cual transmiten. Antes de comenzar con la entrevista Juan nos explicó cómo a través de una antena ubicada a 26 mts de altura, se logra transmitir la señal. Juan afirma que la función de la radio más que comunitaria se debería llamar “educativa” porque la formación ocupa un lugar central en este dispositivo. Además agregó que cualquier persona puede venir a hacer su propio programa radial, pero antes deberá presentar cual es el objetivo del programa que se quiere llevar a cabo.
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La comunicación solidaria
Por Gonzalo Milani
Creo poder afirmar que, de cara al futuro, lo más enriquecedor de este trabajo es el haber ganado la experiencia de salir a conocer los diferentes lugares donde podemos llegar a trabajar algún día y palpar las distintas realidades que se viven. Si bien, desde lo académico, lo que más importa en este trabajo de investigación es lo que queda escrito en el papel, lo que responde a los interrogantes que nos planteamos desde un principio, no se puede negar que el estar cara a cara con los entrevistados, en su espacio de trabajo y percibiendo esa pasión por lo que hacen, es una experiencia que aporta a lo personal porque motiva e incentiva mucho.
La primera radio que visitamos fue “Radio Norte”, que se encuentra en una casa en el barrio “Barranquitas”, un barrio muy humilde. Allí, Ricardo, dueño de la radio, un hombre también humilde nos contó su historia. Nos acompañaba también su hijo pequeño, Ramón, quien de vez en cuando le hacía acordar algunas cosas. Ricardo nos contó cómo a pesar de las diferentes presiones que sufrieron a lo largo de los años de parte de políticos y de las crisis económicas que soportaron junto a su familia, pudieron hacer que esta radio llena de historias perdurara casi 18 años. Ricardo se mostró muy predispuesto a hablar y a mostrarnos su lugar de trabajo. Era un ambiente tan familiar que me hicieron sentir cómodo.
Al terminar la entrevista, nos llevó donde está la radio, un galponcito equipado y con muchas cosas de gran carga emotiva para él y su familia. Allí estaba otro de sus hijos quien terminaba con una parte de la programación. Había muchos cds, fotos viejas con amigos y jugadores de Sportivo Norte, banderas del club y lo que más me llamó la atención, una bandera firmada por todas las bandas de cumbia santafesina que visitaron la radio, no había casi lugar para otra más. Esta fue quizás la radio que más me gustó.
La segunda radio a la que tuve que ir con mis compañeros fue Radio Tradiciones, allí los hermanos Quiroga, Walter y Claudia, nos recibieron muy entusiasmados. Al entrar a su casa nos mostraron donde hacen radio. Había una computadora y un micrófono en la
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primer sala apenas entramos a la casa. Nos hicieron pasar a su cocina- comedor y fue ahí donde se dio más que una entrevista, una charla muy rica en historias. No fueron preguntas- respuestas, sino más bien, una gran anécdota de cómo surgió su radio y cómo a pesar de sus dificultades económicas pusieron dinero de sus bolsillos para mantenerla y para hacer cosas para la gente.
Claudia fue la que se mostró más entusiasmada y la que tomó la iniciativa de la charla. Nos contó su visión sobre lo que es ser una radio comunitaria y nos dejó en claro su firme postura sobre lo que piensa del resto de las radios y sobre los políticos. Ambos nos demostraron sus convicciones para realizar acciones solidarias para con la gente del barrio. Walter nos contó muy bien cómo hicieron para hacer el parquecito y el asador que está enfrente de su casa en el espacio verde que tienen cruzando una gran zanja y que para llegar hasta allí hay que pasar por un puente “precario” que hicieron ellos mismos. Lo que más me gustó de lo que nos compartieron, fue que hicieron también un gran asador en su patio, el cual se lo prestan a las personas que lo necesiten para realizar ventas a beneficio y que para su uso los que tienen más prioridad son los que necesitan el dinero por cuestiones de salud.
La última radio que visitamos y la mejor equipada, fue La Minga. Juan Soffietti, su director fue quien nos brindó la entrevista. Llegamos, preparó el mate y fuimos donde estaba la radio. Allí había 4 micrófonos sobre una mesa grande, varios afiches en las paredes y un lugar de trabajo cómodo y espacioso; a simple vista se notaba que de todas las radios que visitamos esta era la más “profesional”. Esto se debe a que tienen un convenio con la CTA entonces no pagan impuestos, esta es una diferencia y una gran ventaja con respecto a las demás radios.
Juan nos explicó algunos detalles técnicos antes de arrancar con la entrevista y luego comenzó. Nos contó cuántas personas trabajan en la radio, cómo se sustenta, a qué público está dirigida y entre medio de las respuestas a todas nuestras preguntas fue poniéndonos varios ejemplos y contándonos algunas pocas experiencias. Una de las
cosas que me gustó, es cómo expresó su predisposición para ayudar a cualquiera que quisiera tener un espacio en la radio. El hizo mucho hincapié en la formación “académica” de las personas, en la preparación previa para hacer un programa de radio y en cómo él y los
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que trabajan en La Minga, estaban a disposición para enseñarles y darles las herramientas necesarias para hacer un buen programa de radio.
Además de entrevistar a los dueños y directores de las radios, me tocó entrevistar a un hombre de mucha experiencia en el campo de la comunicación, Carlos Borgna. Fue muy cálido su recibimiento en su casa, llegué me hizo pasar y me ofreció algo de tomar. Se notaba que estaba interesado en la entrevista.
De todas las cosas que compartió, lo que más me interesó fue su tajante mirada sobre las condiciones que una radio tiene que tener para ser comunitaria. Se veía muy contento y satisfecho cuando me contaba las cosas que había hecho para el barrio “barranquitas” y eso esa es una de las cosas que más me gustó de todas las entrevistas, no solo de esta; la cara de felicidad de los entrevistados cuando contaban sus anécdotas ayudando a las personas de los barrios.
Más allá de todos los interrogantes que quisimos responder en esta investigación, y de las conclusiones a las que llegamos a través de las entrevistas realizadas, creo que queda en evidencia que la solidaridad es el factor más común y el motor de las radios que visitamos. A pesar de las diferencias de recursos que hay entre una radio y otra; a pesar de la formación para hacer radio que tienen los que trabajan en ellas y a pesar de las diferentes concepciones que tienen, sobre lo que es ser una radio comunitaria, la solidaridad siempre fue el eje que estuvo presente en todos los lugares que visitamos.
Esa vocación y ese afán por querer estar al servicio de la gente es lo que más me movilizó y motivó y lo que me deja algo bien en claro, todos los medios de comunicación y todos los periodistas deberían priorizar su responsabilidad para con la sociedad por encima de todos sus otros intereses, al menos un poco. Porque al fin y al cabo, periodista o comunicador, con o sin título, nuestro deber es con la gente.
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¿Qué es realmente una radio comunitaria?
Por Agustina Rikert
La primera entrevista que teníamos pactada estaba dirigida al dueño y locutor de Radio Norte. No tuve la suerte de asistir al encuentro, pero según afirmaron mis compañeros (que sí lo hicieron), fue una experiencia muy grata, a pesar de la emisora estar ubicada en un barrio peligroso, por decirlo de alguna forma.
La segunda entrevista nos llevó a Radio Power, ubicada en Barrio Pizzurno. Mientras me acercaba caminando (porque vivo a un par de cuadras) me sentía nerviosa. Era la primera radio que visitaba. Pero, y mientras esperaba que llegara mi compañera, Juan Quinteros (hijo y locutor del dueño de la emisora) se acercó a saludarme y preguntarme si era yo quien se había comunicado con él para concretar la entrevista.
Desde ese primer momento, me transmitió tal confianza y “buena onda” que todos los nervios se esfumaron. Al entrar al hall, nos encontramos en sus paredes con un collage de fotos de personajes y/o personalidades públicas que dieron su presente en la radio.
Juan nos pidió que esperarámos un momento a que terminara su locución. Luego comenzó la entrevista y fue muy llevadera, contestó todas las preguntas y compartió un par de anécdotas de su experiencia en la radio.
También, nos contó un poco de su historia, que este año cumplió su sexto aniversario en la ciudad, y que trabaja en conjunto con la Asociación Una Nueva Esperanza. Juan expresó que la radio “nació como la idea de darle voz a los que no tienen voz” y manifestó que él tiene el título de locutor, pero que los demás ejercen como autodidactas. “A veces el título no te garantiza que seas un buen locutor, o que atrapes a la gente”, concluyó al respecto.
Al finalizar la entrevista, nos agradeció por haber elegido la radio para nuestra investigación y nos dijo que si alguna vez quisiéramos participar como locutores, que estabámos invitados a hacerlo.
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La siguiente radio que visitamos fue Radio Tradiciones. Nos costó conseguir la entrevista porque sus dueños, los hermanos Claudia y Walter Quiroga, viajan mucho producto de su trabajo. Ese día (recuerdo que fue un martes por la mañana), estábamos un poco nerviosos porque no encontrábamos la radio pero Claudia, muy amable, se comunicó por teléfono y nos indicó cómo llegar. Al entrar a la que es su casa, nos encontramos con su equipo de locución (compuesto por un micrófono y una computadora) y al avanzar unos pasos, nos adentramos en su comedor, donde realizamos la entrevista. Aunque más que una entrevista, fue una conversación, un relato contado por ellos acerca de la historia, las funciones y experiencias de la radio en sí.
Claudia y Walter aportan su granito de arena al bien común, mediante un parrillero que instalaron en su patio, para aquellas personas que necesitaran realizar ventas a beneficio. Estas ventas las difunden a través de la radio entre las diferentes canciones y en su Fanpage para que, de esta manera, más personas puedan enterarse y contribuir a la causa. Además, construyeron un parquecito y un asador en el espacio verde ubicado justo enfrente de su casa, a los que se llega cruzando un pequeño puente, también construído por ellos. Me conmovió mucho la visita a Radio Tradiciones. Me demostró que no se necesita de tantos recursos ni del mejor equipo de locución para poder hacer lo que a uno le gusta, para poder ejercer la profesión que uno ama, y a partir de esto, poder ayudar a la gente que más necesita.
Ese mismo día (por la tarde), también conocimos Radio La Minga. Nos recibió Juan Soffietti, el director de la misma. Apenas llegamos nos invitó a pasar al espacio donde se realizan sus programas radiales. Este espacio cuenta con cuatro micrófonos, una computadora, panel de control y paredes aislantes. También tienen su propia antena, desde la cual transmiten. La entrevista a Soffietti fue muy interesante y se mostró predispuesto a responder el cuestionario que teníamos preparado. Nos explicó cómo funciona la radio (en todos los aspectos), y compartió varios ejemplos de lo que se realiza allí.
En mi opinión, creo que los dueños de todas las radios que visitamos tienen una concepción diferente acerca de lo que significa y de lo que implica ser comunitaria o practicar la comunicación solidaria. No me inclinaría a pensar que una radio, en general, es más comunitaria que otra, sino que cada una se define a sí misma de una forma distinta.
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Para finalizar, creo que esta investigación fue y será muy enriquecedora. No sólo como individuos, porque nos permitió ver otras realidades que nos conmovieron de alguna manera; sino también como profesionales o como futuros comunicadores, al conocer el ambiente de trabajo en que se desempeñan esas personas que realmente ejercen su vocación, entregándolo todo sin pedir nada a cambio.
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Radios comunitarias: distintas concepciones, misma pasión
Por Gonzalo Abriatta
Lamentablemente, por diferentes motivos personales solo tuve la oportunidad de estar presente en dos de las radios visitadas. Aunque estoy conforme con esas radios a las que pude ir, para un enriquecimiento personal más amplio me hubiese gustado poder estar en todas, ya que me dejaron una muy buena experiencia y una visión distinta a la que quizás tenía.
La primera radio que visité con mis compañeros fue Tradiciones. Después de tocar puertas en algunas casas y preguntar si sabían dónde quedaba dicha radio, Claudia Quiroga, a quien estábamos buscando, llamó preguntando si finalmente íbamos a ir a realizarle la entrevista. Luego de explicarle lo que había pasado, nos indicó amablemente por donde teníamos que pasar para llegar.
Una vez allí, nos recibieron cálidamente Claudia con su hermano Walter y nos hicieron pasar a su casa. Prácticamente pasando la puerta de entrada estaba el lugar en donde ellos desempeñan con tanta pasión sus ganas de hacer radio. Una sala con un micrófono, una computadora y un equipo a través del cual les permite salir al aire es de lo que está compuesta su emisora.
Después de mostrarnos sus equipos, nos hicieron pasar al comedor, en donde uno de sus asistentes estaba preparando una filmadora para la entrevista. Luego de buscar sillas para que todos estemos sentados y cómodos, comenzamos a hablar. Antes de realizar cualquier pregunta, fue Claudia quien empezó a contarnos algunas anécdotas y la historia de cómo es que empezaron a hacer radio con su hermano.
Con un tono cálido y muy orgullosa, Claudia relató sus inicios y la manera en que, por distintas dificultades, tuvo que ir cambiando de radios. Nos comentó las múltiples acciones solidarias que realizan y la importancia que tiene la radio como medio de comunicación para que las distintas necesidades de la gente lleguen a ellos.
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Una de las cosas que más destaco es su visión acerca de las radios comunitarias. Sin tener una vida llena de lujos, utilizan su propio dinero para sustentar la radio, ya que no realizan publicidades de ningún tipo. Esta es, quizás, una de las cosas que más llaman la atención. No reciben dinero para vivir de ningún otro lado que no sea sus trabajos, trabajos que son ajenos a la radio.
Las acciones solidarias que realizan son, en su mayoría, en base a donaciones que reciben de otras personas. Tanto Claudia como Walter remarcaron la importancia que tiene el Facebook que utilizan tanto para difundir las distintas necesidades de las personas a las que ayudan, como para mostrar cuales son las acciones solidarias que llevan a cabo. También nos contaron que es para que quienes realizan las donaciones puedan ver que las cosas que regalaron llegaron a destino.
En la pared, nos señalan una foto con Horacio Guaraní, quien fue a visitarlos a la radio. Tanto Claudia como Walter poseen una gran cantidad de anécdotas cargadas de emoción que merecen ser escuchadas. Ayudar a la gente es, para ellos, lo más importante y lo primordial que debe tener una radio comunitaria.
Ese mismo día, pero por la tarde, fuimos a visitar radio La Minga. Allí Juan Soffietti fue quien nos recibió, haciéndonos pasar por un pasillo en donde se encontraban algunos de sus compañeros y que en el fondo contaba con la radio. La misma estaba compuesta por cuatro micrófonos en una mesa y otro aparte, junto con el equipo necesario para sacar la transmisión al aire, específicamente para quien hace de operador. Antes de hacernos sentar, nos preguntó si sabíamos cómo funcionaba técnicamente una emisora y, al responder que no, nos hizo salir afuera para explicarnos con detalles cómo las distintas frecuencias pueden convivir en el aire.
Luego de esa aclaración, volvimos adentro y comenzamos la entrevista. Convencido y muy seguro, con mates de por medio, Juan fue respondiendo nuestras preguntas. Entre las tantas cosas que charlamos, nos contó que si alguien quiere hacer un programa en La Minga, tiene que saber a quienes se va a dirigir. Además, se refirió a la importancia de que las personas adquieran el conocimiento necesario, ya que él y sus compañeros ayudan a que aprendan a manejar los equipos para sacar el programa al aire ellos mismos.
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De esta manera, la “capacitación” que reciben dichas personas concuerda con la función educativa que Soffietti cree que deben transmitir las radios comunitarias. Igualmente, piensa que las emisoras de este tipo deben estar abiertas a las necesidades de la gente, tanto para ayudar como para brindar un espacio en donde puedan expresarse y ser escuchados.
Algo que llamó mi atención fue una gran cantidad de posters en las paredes donde está ubicada la radio. También, me pareció interesante que se retransmitan microprogramas de FARCO y ALER, algo que fue una decisión tomada en conjunto entre quienes integran La Minga. Un dato no menor es que Juan Soffietti es Licenciado en Ciencias de la Comunicación, además de poseer los seminarios del Doctorado en Ciencias Sociales y varios postgrado, lo que da cuenta de que es una persona experimentada y con gran conocimiento en el tema de comunicación.
Si bien esta última radio forma parte del sindicato de la CTA a través del cual tienen la luz y otros gastos pagos, Juan cree que una emisora es comunitaria cuando está abierta a la comunidad y donde pueden escucharse una pluralidad de voces mayor, distinta de los grandes medios de comunicación.
Personalmente fue una experiencia enriquecedora visitar estas radios comunitarias, ya que muchas veces lo que uno piensa sobre ellas distorsiona la verdadera realidad en la que están inmersas. Este tipo de emisoras tienen una gran importancia para las comunidades dado a que están dispuestos a escuchar y ayudar a quienes lo necesitan, dándoles una voz a personas que en grandes medios de comunicación sería casi imposible poder tener. Una de las cosas que más valoro es la humildad y disposición con la que, personas que no conocemos, nos recibieron en sus
medios y nos brindaron una entrevista tan amablemente. Sin dudas, ayudar a la gente es una de las cosas que los empuja a seguir.
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ANEXO
EXPERIENCIA DE CENTRO TESTIMONIO EN RAFAELA
Carlos Borgna, comunicador social de nuestra ciudad, participó en la década de los ´80 de una experiencia comunitaria. Centro Testimonio surgió del trabajo social de Borgna y sus compañeros en el barrio Barranquitas. Esta iniciativa se centró en la alfabetización y fue la primera en Rafaela que no era administrada desde el Estado. En este barrio, se detectó por un lado que los horarios tarde-noche coincidían con el trabajo o las obligaciones familiares y, por el otro, que quienes asistían eran estigmatizados por ser analfabetos o semianalfabetos. La solución fue “alfabetizar a domicilio” y que el Centro de Educación de adultos les otorgara a los estudiantes, examen de por medio, un certificado de educación legal como si hubieran cursado en ese establecimiento. Esta experiencia pudo llevarse a cabo con la voluntad y el trabajo conjunto de la asociación civil y el Estado y permitió construir relaciones que perduran hoy en día.
Con respecto a la comunicación en sí misma, produjeron la revista Testimonio. Ésta trataba los temas del barrio pero también tenía cuestiones sociales y políticas. A través de una encuesta que se realizó en el barrio, descubrieron que la gente se enteraba de las cosas más por los rumores que por medio de los medios tradicionales. “Eso nos demostró a nosotros que ya en aquel momento que no estaba el boom tecnológico había un mundo subterráneo de la comunicación que no tenía que ver con los medios pero que era tan eficaz como éste y que formaba opinión tan igual o casi como los medios y eso era el boca a boca”, afirma Borgna.
En la década del ´90 y frente a las dificultades económicas, Centro Testimonio propuso el proyecto de gestionar una panadería. Parte de la institución se puso a trabajar en el microemprendimiento conseguido vía gobierno de la nación junto con dos o tres familias ya alfabetizadas. En este contexto se encontraron con problemas fuertes como la reticencia del sindicato de Panaderos en comprender el objetivo comunitario de la Panadería y que los sueldos se pagaban en negro. Finalmente no se pudo sostener y tercerizaron el funcionamiento de la panadería. Pese a esto, Centro Testimonio fue una importante experiencia local de trabajo solidario, podríamos decir un “precedente” de la labor actual de las radio comunitarias rafaelinas.
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ENTREVISTA A CARLOS BORGNA
¿Cómo define a las radios comunitarias desde el punto de vista profesional?
A mí me parece que más allá de los requisitos formales que puede cumplir en su presentación ante la autoridad de aplicación de la ley, la verdad que más allá de lo que dice el papel, la radio comunitaria está caracterizada por pertenecer a una organización social que puede ser una ong, una organización sindical, una mutual, etc. A la radio comunitaria lo que la define es su relación con la comunidad y cómo esa organización que posee una radio está relacionada con el vecino con el entorno, con las problemáticas sociales, políticas, económicas, culturales, con la vida de la gente del sector donde la radio se desarrolla. Por lo general las radios comunitarias no tienen mucho alcance, mucho recorrido, por lo tanto están bien focalizadas en la problemáticas de la zona donde vive.
¿Para usted cuales pueden ser consideradas radios comunitarias en Rafaela?
Yo no veo demasiadas radios comunitarias en Rafaela, yo lo que creo es que hay muchas radios que se le pueden llamar pymes o algunas ONG de carácter familiar que tienen lazos con la comunidad y que no es una emisora meramente comercial pero que el propietario es un individuo, no es una organización. Una radio que es legal es la FM sonido, está en la radio virgen del rosario, esta también la que el dueño es Alberto Minardi, Galena, otra radio que también es legal es la FM San Patricio en el barrio Villa Rosas; pero esas radios tienen la característica de ser pymes, pequeñas pymes que son de carácter familiar pero no son radios comunitarias.
La radio comunitaria reporta en una organización y esa organización no es un mero sello, una radio comunitaria como tal es la que tiene un vínculo y trabaja con otras instituciones que por ahí no hacen comunicación pero que están insertas en la comunidad donde esa radio se desarrolla. La minga es una radio no territorial pero si sindical, la radio FM La Ranchada que está en Córdoba es una radio que está en el corazón de un barrio popular de Córdoba.
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¿Qué proyectos de radios comunitarias conoció y/o fomentó durante su trabajo en la Red de Comunicadores del Mercosur?
De las radios comunitarias hay varias experiencias que uno ha apuntado pero que no son construcciones mías. Hay muchas maneras de colaborar con radios comunitarias. Por ejemplo, vos a lo mejor sos del barrio y sos el vecino que va le revoca las paredes o sos alguien que sabe de electricidad y vas y les das una mano, es una forma de colaborar con una radio, ahora una radio también tiene contenidos, entonces que vos a una radio desde una red de comunicadores les brindes contenidos al que ellos nos pueden acceder que por ahí no tiene el desarrollo tecnológico, que lo ayudes a mejorar su capacidad tecnológica con gente que vos conoces y sos como el facilitador o le decís mira tomen contacto con estas personas que les van a poder brindar información sobre determinado tema.
Hay muchas radios, como FM Libertadores de misiones, FM Popoular de santa fe, que uno ha ido tomando contacto, en su momento también trabaje con muchas radios nacionales pero con las radios comunitarias hay diferentes formas de colaborar. Pero de comunitaria lo nuestro no era la interrelación no era con los vecinos de los barrios o con otras instituciones del mismo lugar sino que tenía más que ver cuestiones técnicas, de asesoramiento y lo principal, dotarlas de contenido porque no es fácil llenar 24 hs, 18 hs de programación. También cada radio tiene su perfil, una radio de perfil sindical no es lo mismo que una barrial, son comunitarias pero están dirigidas a otro público tienen en cuenta otros tipos de necesidades y de prioridad en las temáticas.
¿Participó en radios comunitarias o actividades sociales en los barrios de nuestra ciudad? ¿Cuáles fueron?
La verdad no he tenido una relación con “La Minga” más allá de cuando participamos en actividades de la coalición para una comunicación democrática. Yo tuve un programa en “San Patricio” y cuando hacían campañas sociales me metÍa y ayudaba en las actividades, pero ya te digo San Patricio no es una radio comunitaria pero si tiene un perfil social determinado, pero es un no, referido específicamente a lo que refiere la pregunta.
¿Para usted todas las radios deberían incorporar la comunicación solidaria?
Yo no creo que haya una “comunicación solidaria”, yo creo que la comunicación tiene que formar parte de una política general de una radio, de un medio, de una institución. Te voy a poner un ejemplo, la comunicación solidaria en estos términos de La Minga tiene
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que ver con la construcción de talleres que hace, la alfabetización, la apoyatura escolar, etc. Pero forma parte de la estructura general de la organización, no del medio de la organización. San Patricio por ejemplo hace todos los años dos cosas, la campaña del juguete y realiza una recolección de elementos que pueden ser útiles y demás y lo lleva a escuelas de Santiago del Estero y Tucumán; yo creo que esa es una actitud solidaria del medio pero no estamos hablando de una radio comunitaria, estamos hablando de una pyme familiar. Entonces en San Patricio hay una actitud solidaria a partir del medio pero no es una radio comunitaria.
¿Cómo fue la experiencia de Centro Testimonio en cuanto a la alfabetización, lo comunicacional y los microemprendimientos?
La experiencia de alfabetización de Centro Testimonio que se realizó en la década de los 80 fue, podríamos decir, la primera experiencia que se hizo en Rafaela que salía del ámbito estatal, no era realizada por el estado, o sea a través de las escuelas de los centros de educación de adultos pero no negaba la relación con los centros de educación de adultos, no era una cosa que se hacía no importando lo que hiciera el estado. Nosotros, fruto del trabajo social que hicimos en Barranquitas, detectamos que había bastante gente, no llegamos a cubrir todos, pero tenían dos problemas, primero, los horarios de los centros de educación de adultos que por lo general eran tarde-noche y no le calzaba con los horarios de trabajo o de obligaciones familiares. Y el otro problema era que el ir vos a la escuela de educación de adultos te individualiza a vos como una persona analfabeta o semianalfabeta y era como así un problema de estigmatización; entonces nosotros planteamos ir a alfabetizar a las casas de familia en el barrio pero lo hablamos con la dirección del centro de educación de adultos en Rafaela, que les explicamos lo que hacíamos y ellos lo que hicieron fue tomarles un examen y darles el certificado de educación de adultos legal como si esa gente hubiera ido al centro. Y ahí se puede ver como si hay voluntad de todas las partes se pueden realizar trabajos en conjunto desde las organizaciones de la asociación civil con el estado. Bueno eso fue una experiencia sumamente valiosa que significó construir una relación con varias familias que perdura hasta hoy.
De experiencia de comunicación, nosotros hacíamos la revista Testimonio que no reflejaba solamente cosas del barrio, era más abarcativa, tenía cuestiones sociales, políticas, era muy sencilla a comparación de lo que son ahora porque lo hacíamos todo a pulmón. Pero nosotros también en el barrio hicimos alguna experiencia, porque la
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comunicación no son solamente los medios no solamente los medios tradicionales que son los medios, las radios, las revistas las redes hoy pero la gente se comunica de otras maneras además de eso.
Te voy a contar una experiencia nosotros en centro testimonio nos dimos cuenta que la gente no compraba diario o compraba por falta de plata; la gente miraba televisión pero la tele no tenía el desarrollo que tenía ahora, si escuchaban radio, escuchaba LT28 pero ¿qué hacían el resto del día? entonces nosotros hicimos una encuesta, una encuesta que iba decía, ¿cómo la gente del barrio se enteraba de lo que pasaba en el barrio? ¿Y qué pasó? Había un personaje muy conocido, el Chachin, un vago, no tenía trabajo fijo ni le interesaba tenerlo, era el levantador de la quiniela clandestina, entonces ¿qué hacía el Chachin?, iba a todas las casas del barrio o lo llamaban para jugar, y cuando nosotros hicimos la encuesta detectamos que una cantidad importante de personas del barrio se enteraba de las cosas del barrio por Chachin y no por los demás medios, porque llevaba los “chismes”. Eso nos demostró a nosotros que ya en aquel momento que no estaba el boom tecnológico había un mundo subterráneo de la comunicación que no tenía que ver con los medios pero que era tan eficaz con este y que formaba opinión tan igual o casi como los medios y eso era el boca a boca.
El tema de microemprendimientos tiene como dos partes, una parte positiva y una negativa. El microemprendimiento surgió en la década de los 90 que es una panadería que todavía está en el Barranquitas, el tema es que toda la institución, en realidad una parte de la institución se puso a trabajar en el microemprendimiento que se había conseguido vía gobierno de la nación y dos o tres familias el barrio que venía de la alfabetización. ¿Qué pasó?, pasaron dos cosas, la primera es que asume Cavallo y plantea de un momento a otro blanquear todo, en un país que venía de estar devastado por el gobierno de Menem.
Lo que pasó es que a mucha gente vos le tienes que facturar pero ellos estaban en negro, eso pegó muy fuerte en el proceso de comercialización de la panadería, eso fue un tema. El segundo tema es que nosotros no queríamos hacer una cooperativa, queríamos hacer un trabajo comunitario, teníamos una ONG; la plata que juntamos no era para los socios era para seguir comprando cosas pero el que no entendió esto fue el sindicato del panadero, y una o dos personas que en el medio de una situación de hambre, de miseria se pusieron en legalistas.
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Cuando nosotros fuimos a tratar de explicar al sindicato que esto era una cosa distinta, era un microemprendimiento, algo comunitario y social, el sindicato dijo “las leyes son estas”. Entonces una cosa que se podría haber resuelto de una manera, se hizo inmanejable, entonces el grupo no pudo seguir sosteniendo desde el punto económico entonces tuvimos que tercerizar el funcionamiento de la panadería. Pero desde el punto de vista del trabajo fue muy importante porque fue la única experiencia de intentar llevar hacia adelante el tema. No tuvo el final deseado pero bueno seguimos teniendo contacto y convenios con las familias que atienden la panadería.
¿Todas las actividades se realizaban en el barranquitas o en otras zonas de la ciudad también?
Nosotros centralizamos todo nuestro trabajo en el barranquitas pero hacíamos talleres y tenemos sedes en otros lugares, ahí al lado de la escuela moreno por las Heras, o en calle Cervantes por ejemplo, también llegamos a tener en casas de compañeros y organizaremos talleres de capacitación de formación de comunicación y demás que los hacíamos en la sede y muchas veces no estaba la gente del barrio solamente, eran gente de clase media que estaba interesada en la comunicación y en la capacitación. Pasó mucha gente por el centro, el hoy diputado Roberto Mirabella así, el doctor Roberto Marchiaro, la Chany Fontanetto que fue la personas más joven que ingresó en Centro Testimonio, yo era el más nono pero mi esposa ingresó a los 16 años, había personas de 17, pero en todas las actividades que realizábamos en los diferentes lugares había mucha gente.
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ENTREVISTAS
Cuestionario:
1. ¿Qué son las radios comunitarias para usted?
2. ¿Considera que radio Norte, La Minga, Power y Tradiciones son radios
comunitarias?
3. ¿Cómo se gestiona la radio?
4. ¿Cómo lograron que perdure en el tiempo?
5. ¿A qué público está dirigida la radio? ¿El público participa? ¿De qué manera?
6. ¿La radio tiene redes sociales?
7. ¿Cuánto personal trabaja en la radio? ¿Cómo se sustentan? ¿son periodistas
formados o de oficio?
8. ¿Que se tiene en cuenta para contratar o brindar un espacio a periodistas?
9. ¿Cómo se estructura la programación (orden de contenidos, horarios, etc)? ¿Quiénes la definen? ¿Cómo? ¿Hay conflicto de intereses?
10. ¿Existe comunicación solidaria? ¿Cómo se pone en práctica?
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ENTREVISTA A JUAN SOFFIETTI (DIRECTOR RADIO LA MINGA FM 94.9)
¿Qué son las radios comunitarias para vos?
Las radios comunitarias entran dentro de lo que es el fenómeno de la radiofonía en general pero tienen este calificativo: comunitarias. Uno empieza a preguntarse si hay radios comunitarias, las otras ¿qué son? Y ahí empiezan a aparecer estas ideas de radios comerciales, radios del sistema que la mayoría de las veces reflejan más prejuicios que una descripción objetiva de la realidad. Una radio comunitaria también tiene que ser comercial porque si no se funde.
Yo creo que la gran diferencia entre una radio comunitaria y cualquier otro tipo de radiofonía existente es que la radio comunitaria lo que intenta hacer es generar un espacio democrático y abierto del uso del aire de la emisora independientemente de los requisitos económicos que tengan los eventuales interesados en hacer un programa.
Generalmente son radios, entonces, que tratan de abrir sus micrófonos a la comunidad, organizaciones y personas para que hagan sus propios programas. Porque, quienes hacemos radio comunitaria tenemos un interés en que la voz de los sectores que habitualmente no tienen acceso a hacerla pública tengan un espacio y un medio donde poder hacerlo, sin ningún tipo de control ideológico en términos de contenidos.
Cualquiera puede hacer un programa en una radio comunitaria. Lo que se trata de privilegiar es que las personas independientemente de si son profesionales o no, si han estudiado no la carrera de comunicación o la de periodismo, aprendan a dominar el lenguaje radiofónico que tiene su sintaxis, su gramática y sus reglas de enunciación. Es un espacio que intenta reconocer el derecho a la información de las personas pero no solamente a recibir sino también a emitir.
¿Considerás que La Minga es una radio comunitaria? ¿Por qué?
Lo es, es una radio comunitaria, está apoyada en ese espíritu y trata de avanzar en lo que hace respetando ese tipo de planteamientos. Por supuesto que podría siempre mejorar. Esta radio particularmente pero en general las radios comunitarias tienen dificultades para autosustentarse. Pero, sí, creo que lo logra porque de hecho están los espacios abiertos para quienes quieran hacer un programa siempre y cuando se respete esta cuestión del libre acceso a la información. Son radios que no se pueden prestar nunca para hacer
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operaciones de prensa o para manipular audiencias. Es una radio que está bastante cerca de lo que a mí me gusta denominar “radios educativas”. (…) Lo que las personas sabemos del mundo y de las cosas, la gran mayoría lo sabemos porque lo hemos aprendido consumiendo algún medio de comunicación.
(…) La función de radio La Minga con respecto a esta idea de radios comunitarias podría llamarse educativa porque la formación ocupa un lugar central en este dispositivo. Formación no es bajada de línea, se puede hablar de todo pero se tiene que hacer con respeto, con seriedad y no importa si tenés el título de periodista sino que la información que proceses en tu programa esté chequeada y sea veraz. Lo que se dice tiene que ser verdad aunque no sea creíble. Seguramente las audiencias no serán grandes y eso siempre es una dificultad para las radios comunitarias. Pero una radio comunitaria tiene que salir a disputar sentido en el aire, tiene que ser una alternativa y una oferta elegible para la gente. No se puede ir en contra de la cultura. Si estéticamente la radio termina siendo una cosa que choca, no te van a escuchar. A nosotros también nos interesa tener audiencias, que las personas se encuentren en la radio y tengan una experiencia compartida.
¿A qué público está dirigida La Minga, en términos generales?
No hay un recorte, un nicho. Es una radio que está abierta y con planteos estéticos, que tienen que ver con reconocer que las audiencias son heterogéneas. Sin embargo, la radio tiene algunas apuestas y pretende ir recortando una nueva audiencia.
¿Considerás Radio Power, Tradiciones y Norte como radios comunitarias?
Puede ser. El asunto en la definición de radio comunitaria es el tema de la propiedad, si es individual o familiar. Desde ese punto de vista no serían comunitarias. Yo creo, en lo personal, que lo que hace a la radio comunitaria es la voluntad de encontrarse con las audiencias e informar de otra manera, tratando de discutir la agenda oficial, proponer otras agendas y escuchar música no tan masiva. La radio comunitaria trabaja más por ese lado, sin negar ni desconocer la corriente principal.
¿Cómo se gestiona La Minga?
En algún momento no tenía director, tenía un consejo editorial donde personas de los distintos programas participaban de reuniones semanales, quincenales o mensuales según los eventuales problemas; y discutían toda la radio. La Minga tiene una parrilla de transmisión que cuando no hay programas
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automatiza las salidas al aire de música o poesía. Por eso hay cortes previstos cada quince minutos, entra una señal de identificación de la radio y luego la publicidad de uno o dos programas. Tenemos como reglamento interno siempre la emisión de poesía como si fuera música. Y después cada media hora hay un corte más amplio con identificación, publicidad y dos o tres microprogramas con finalidad educativa elaborados por organizaciones de todo el mundo. Nosotros tenemos preferencia por bajar cuestiones relacionadas con Latinoamérica que para nosotros, aportan algún dato que generalmente no se tiene, por ejemplo: campañas sobre los derechos de la mujer, los derechos humanos, salud, violencia de género.
Para la admisión de los programas, primero hay que enterarse de que existe y el segundo requisito es tener una reunión con alguno de los miembros del comité editor. Se presenta la propuesta verbalmente y nosotros le entregamos unas preguntas para que reflexione sobre algunos aspectos de su programa. En la actualidad, las consultas sobre programas a incorporar son informales. El problema del comité editorial fue cuando tuvimos que poner en marcha la radio. La experiencia lo que ha hecho es que la mayoría de los cumpas que hacen programas en la radio terminen confiando en nosotros. Entonces, lo que evaluábamos era que no tenía mucho sentido armar una reunión de concejo para darles admisión.
La radio depende formalmente de la fundación La paloma en la flor, esa es la titular de la radio. Cuando alguien publicita se emite una factura desde la fundación. Es decir, la propiedad de la radio está en manos de una ONG (con personería jurídica). Hay otras en otras partes del país que dependen de asociaciones civiles. Es una forma más colectiva de propiedad.
¿Aproximadamente cuántas son las personas que trabajan acá en la radio?
Que hacen programas calculo que deben ser entre 40 y 50 personas. Puede ser cualquier persona que tenga intención de hacer un programa de radio y de comprender la lógica del lenguaje radiofónico. Cualquier persona, con estudios o sin, se comunica. Pero hacer radio implica pulir, mejorar y reflexionar sobre ese aprendizaje previo que todo ser
humano tiene. Saber hablar no es suficiente, pero hay casos de gente profesional que tampoco se sabe comunicar en radio. No hay garantías, lo que hay es entender que hacer
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radio es una forma de comunicarse con reglas intrínsecas que se aprenden, generalmente, en las carreras de comunicación pero no en ellas exclusivamente.
¿En términos económicos, se manejan con publicidades?
Solamente con publicidades (que son muy pocas). Y tenemos un convenio con la CTA cuya ventaja es que la radio no tiene que solventar los gastos de luz que quedan absorbidos por los del establecimiento (pertenece a la CTA). Ahí nos ahorramos una enorme cantidad de dinero. Y no hay personal rentado.
¿Los que ´trabajan´ en La Minga reciben sueldo?
No, trabajan ad honorem. No tener el salario no quiere decir que no trabajen.
¿Me podés nombrar algunos programas? ¿Ustedes tiene alguno o son todos de las propuestas externas?
Nosotros ahora, en este momento, no estamos teniendo programas. Hay un programa que se llama Punta y hacha que hace la agrupación Ateneo Arturo Jaureche, La voz de los pueblos originarios, de Juan Orellana, sale a la mañana todos los días (lunes a viernes); un programa de ERA (Agrupación de Escritores Rafaelinos Asociados); No se culpe a nadie que hace el director del instituto del profesorado, Juan Ceja; Tangos en blanco y negro, del Negro Peralta. Y después hay emisiones que transmitimos conectadas a internet, por ejemplo durante la mañana transmitimos todos los días de nueve a doce a Víctor Hugo Morales y todas las noches de cero a dos, a Dolina.
Al mediodía, después de Víctor Hugo (agenda nacional), salen tres noticieros: uno de FARCO (Foro Argentino de Radios Comunitarias), un micro noticiero de ALER (Agrupación Latinoamericana de Educación Radiofónica) y un programa de la periodista norteamericana Amy Gutman, Democracy Now (crítico sobre política internacional desde el punto de vista alternativo). Los domingos a la mañana temprano sale Expreso FARCO (enlatado, conexión automática) y después viene Canto Maestro de la CETRA (a las siete de la mañana). Los jueves a la noche sale Revuelto Gramajo, que es un programa sobre otras músicas y músicos que escuchamos nosotros y también se hace en FM La Tribu (comunitaria) y Nacional en coproducción. Esto se descarga. Hubo programas que ya no se hacen y organizaciones como la asociación de diabéticos y el 107, que hicieron experiencias de aprendizaje del lenguaje radiofónico. La verdad,
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el aire de la radio está medio descuidado porque no estamos pudiendo poner las horas de trabajo que la radio necesita porque elegimos poner ese tiempo en otras cosas.
(…) Nosotros pasamos música en general, en castellano sumado a algunos artistas en inglés que para nosotros son el nuevo folcklore. Tenemos una concepción de lo que es el folcklore más amplia que la definición tradicional. Sí nos interesa la música popular latinoamericana y la grilla y la selección de discos tiene que ver con autores que expresan esto. Entonces la gente se engancha mucho por eso, porque escucha otra música.
¿Cómo participa la gente, de qué manera?
Nos encontramos, vienen acá a la casa. Mandan mensajes más que llamar porque para llamar nos tienen que encontrar, saben que en algún momento les vamos a contestar. Hemos hecho algunos encuentros con gente que escucha la radio. De todas formas en este tema falta una o dos vueltas de rosca. Porque si no se pierde la característica que hace a la radio comunitaria. Hay muchas cosas de la columna vertebral de la radio para revisar y mejorar, grandes desafíos.
¿Redes sociales tienen?
Redes sociales hay un Facebook, que desconozco si está actualizado pero es probable que no. Eso básicamente.
¿Existe comunicación solidaria? ¿Cómo se pone en práctica?
Sí, creo que existe comunicación solidaria. Hay que ver qué entendemos por comunicación solidaria. Con respecto a la comunicación solidaria como canal de ayudas mutuas, existe poco. Pero no porque la radio no tenga voluntad de hacerlo o esté cerrada. Yo creo que las audiencias cuando tienen ese tipo de problemas, generalmente acuden a otros medios que saben que son masivos. Nuestras audiencias saben que esta radio no es una radio masiva.
¿La Asociación La paloma en la flor hace comunicación solidaria?
Sí, claro. La fundación tiene un proyecto que es el de la radio pero trabaja en cuatro copas de leche, un comedor. Tiene una cantidad de cosas donde la radio juega un papel que no se termina de articular porque en realidad para nosotros todo ese laburo social que se hace desde la fundación tendría que estar conectado con la comunicación radiofónica. Son distintos frentes de trabajo de un solo envión. Somos unas gentes, también que venimos de una costumbre que trata de no poner parches.
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Nosotros entendemos que encarar por ejemplo una reforma de la radio o eficientizar el vínculo con los otros frentes es una tarea que requiere sentarse a estudiar y a debatir para después encarar el desarrollo. No basta sólo con voluntad. Para nosotros es un requisito que las personas que hablen sepan de lo que están hablando, con
seriedad. Hemos tenido programas más pasatistas que se terminan agotando. Uno ya sabe que este tipo de proyectos no perdura. El deseo de tener una gran audiencia y demás está bien pero no puede ser a cualquier costo.
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ENTREVISTA A RICARDO VIVAS (RADIO NORTE 92.3)
¿Qué son las radios comunitarias?
Para mí, para nuestra radio que ya tiene casi 18 años, una radio comunitaria es algo que trabaja para la sociedad, para todos, mayormente para los lugares que más necesitan, en un montón de lugares de Rafaela, antes se apuntaba al norte y ahora se apunta para todos los puntos cardinales de la ciudad. Una radio comunitaria para nosotros somos una familia que trabajamos, tenemos un comedor y una copa de leche los días sábados, donde vienen más de 20 chicos, le damos de comer y tratamos de sostenerlo, no solo con la radio sino también lo hacemos participar en la radio, además de los campeonatos de fútbol, antes de la comida se hace una oración, es un trabajo que no se si llamarlo comunitario, es un trabajo que deberían hacerlos otras personas, pero nosotros somos 4 o 5 personas que hacemos ese trabajo.
¿Consideras que a radio Norte es comunitaria?
Cada radio tiene su rubro, sus cosas que le conviene. Hoy en día se va perdiendo la radio comunitaria, se va perdiendo porque el sistema te obliga, te cierran todos los círculos para que vos no tengas salida y no puedas hacer el trabajo comunitario como realmente debe ser.
¿Cómo se gestiona la radio Norte?
Tenemos publicidades, algunas son por canje, y algunas no.
¿Cómo lograron perdurar en el tiempo?
Con mucho sacrificio, muchas lágrimas, hemos pasado muchas cosas, injusticias mayormente, cuando te cierran las puertas, te cierran el círculo y todo termina en la municipalidad y lamentablemente todos dependemos de ese lugar. A mí me gusta decir lo que yo quiero, no lo que ellos quieren, y lo digo todavía, pero por decir lo que yo quiero tengo problemas.
¿A qué público está dirigido la radio Norte?
El público en general, cuando fui a Buenos Aires a comprar la radio con mi mamá, yo le decía que quería llegar ahí nomás, le hacía seña y era el bajo, era pasar Jaime Ferrer, llegar 500 metros más o menos, con eso me conformaba, era mi felicidad, pero a medida que pasa el tiempo te van pidiendo oyentes de distintos barrios y uno quiere llegar bien porque el oyente quiere escucharte, pero lamentablemente con el tema del dinero se hace más imposible llegar a gran parte de la ciudad porque hay muchas radios; cuando comenzamos nosotros había solo 4 radios y
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hoy hay más de 60, asique es mucha la lucha. Hoy en día llegamos un poco más lejos, no tenemos una gran cobertura ya que hay muchas radios, y donde hay una radio hay problemas porque chocan las ondas.
¿El público participa? ¿De qué manera?
El público participa de la manera que uno lo va dejando, mediante los distintos medios de comunicación. Participan todos los oyentes.
¿Tienen redes sociales?
Sí, todos nuestros trabajamos están en el Facebook,explicados, ponemos todos los grupos que nos visitan, los chicos de la copa de leche, todos esos trabajos van.
¿Cuántas personas son las que trabajan en la radio?
Mi familia (yo junto a mi esposa e hijos).
¿Cómo se estructura la programación de la radio?
Comienza a las 8:00 hs, ese programa lo hice cinco años y se llama Sentimiento Argentino (sólo música de folklore), después a las 10:00hs comienza la música variada. Después arrancó a las 16:00 hs con música de Santa Fe y después sigue mi hijo con la música de ahora. Además están los programas de religión, que van los días Lunes y Jueves de 13:30hs hasta 15:30hs. La programación la decimos en familia pero yo siempre soy el que decide, después hablamos entre todos. Por ejemplo llevamos todas las transmisiones de los partidos de Sportivo Norte, no le pedimos nada al club y tampoco nos da nada.
¿Existe comunicación solidaria en Radio Norte?
Sí, siempre existió, participamos de muchas cosas, cuando se inundó la ciudad de Santa Fe en 2003, fue la única radio que llevo una trafic con mercadería donada por la gente de la ciudad.
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ENTREVISTA A JUAN QUIROGA (RADIO POWER FM 99.1)
¿Qué son las radios comunitarias para vos?
Las radios comunitarias son una posibilidad que te brinda Rafaela de poder expresar de una forma diversa, democrática y plural las ideas que tiene una sociedad, un contexto. También todo lo que es la predisposición de la gente, la cercanía que tienen a las radios comunitarias y no tanto a los medios privados, por ejemplo. Como que es más abierto el panorama a las radios comunitarias por la cercanía de la gente y no tanto a las radios privadas que tienen muchas objeciones a veces, no permiten pasar a cualquiera, sino a su gente elegida. Las radios comunitarias abren la puerta a más personas.
¿Consideras que Radio Power es una radio comunitaria? ¿Por qué?
Es una radio comunitaria. Trabajamos con chicos de una Asociación Civil hace más de 6 años y la voz de los chicos está representada también en este medio, con talleres radiales que hacen ellos.
¿Cómo se gestiona la radio?
La radio se gestiona por los auspiciantes, básicamente, por los comercios que se suman a la idea, al proyecto. También lo que es la ayuda social, colaboraciones; como se mantiene casi cualquier medio comunitario: con la colaboración. Y bueno, con pautas que a veces salen de auspiciantes, de empresas privadas.
¿Cómo nació la radio?
La radio cumple el 24 de octubre seis años. Nace como la idea de darle voz a los que no tienen voz. Es una posibilidad que tiene la gente de cercanía masiva a los oyentes de poder expresar lo que sienten, lo que les pasa, su día a día. Nació como una voz de los que no tienen voz y la posibilidad también de brindarles oportunidades a los que recién comienzan para proyectarse en el mundo tan competitivo de los medios de comunicación. Es una nueva herramienta, es una nueva versión renovada con la dirección que tiene una cabeza más abierta en base a los contenidos que se abordan en esta radio, en particular en la Power. Se tocan temas muy sensibles como muy ásperos, temas triviales.
Nació como esa forma de uno de escuchar mucha radio y no encontrar lo que a uno le gustaba dentro de los diales, el famoso empaquetamiento a veces que hay de
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algunos programas o de los mismos conductores, o de su realidad parcializada y no la realidad en profundidad, de lo que pasa realmente en los barrios. Es fomentar y potenciar a la persona de escasos recursos para que el día de mañana pueda ser alguien, con las herramientas, con las armas de un micrófono, de la tecnología, sumándolo a redes sociales. Es una nueva opción que tiene Rafaela en base a lo que está establecido ya. Hoy con la Ley de Medios se abrió un poco más el panorama para que todos puedan formar parte de un medio de comunicación, sin tanto título. A veces el título no te garantiza que seas un buen locutor, o que atrapes a la gente. Todo depende de lo que vos tengas para demostrar y lo que te vayas innovando en el día a día. Nació como eso, como una voz de los chicos de Una Nueva Esperanza y es una forma también de que ellos se hagan sentir y que la gente escuche sus problemas, sus deseos y sus sueños.
¿Cómo está compuesto el personal de la radio?
El director de la emisora es Carlos Quinteros. Yo estoy en la parte organizativa, la gestión de la programación (Juan Quinteros). Es una radio de familia. Trabaja Oscar Bustamente también en programación, producción, la puesta al aire. Es una radio netamente familiar y con otras voluntades, como por ejemplo los chicos que componen el plantel de la radio, chicos que empezaron con nosotros hace mucho tiempo. Y se arma el día a día, a la grilla muchas veces se va sumando gente nueva y le damos la oportunidad también. Si vos tenés ganas de crecer con nosotros, sumate a nosotros. El techo es el cielo.
¿Son locutores, periodistas con formación o de oficio?
Autodidactas. Yo tengo el título de locutor local por la posibilidad que nos brindó la gente del AFSCA. Mucha gente se forma en el hecho del día a día, ellos mismos van mejorando en la transmisión que van haciendo al aire, mejorando el error y potenciándose personalmente ellos.
¿Cómo logran que la radio perdure en el tiempo?
Básicamente por no quedarnos en el tiempo. Nos habituamos a las nuevas tecnologías. Le damos a la gente lo que quieren escuchar, lo potenciamos. Estamos siempre muy informados de las cosas que se pueden decir y las que no. Siempre preparamos la producción de todos los días. Innovando, me parece que la idea de los medios de comunicación en estos tiempos es innovar. Eso es lo que va a marcar la tendencia, no la rutina, sino la innovación. Que se sume algo nuevo y que la gente diga “mirá, me interesa esto y esto en la radio”.
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¿A qué público está dirigida la radio?
La radio, en general, está para todas las edades. Para gente grande, para chicos, para trabajadores, jubilados. La gente joven se suma mucho por redes sociales, por los streaming, por los enlaces de Internet, Facebook, fotos.
¿Cómo se estructura la programación?
Se estructura en base a lo que es el tema de los horarios, los más escuchados. Se trata de hacer un chequeo antes, se hace un seguimiento de las personas teniendo en cuenta su timbre de voz en base a los comentarios y para que enfoquen en cierto horario. Se piensa hasta en eso. De decir “bueno, un programa musical nocturno con una buena voz gruesa va a la noche. Una persona más animada quizás vaya a la mañana”. Se va ubicando en base a los horarios la personalidad del locutor.
¿Quiénes la definen?
El director, y quien te habla (Juan).
¿Cómo se obtienen los ingresos?
Con publicidades, y también los chicos pagan su espacio radial, pero es muy inferior a lo que están acostumbrados a cobrar los medios privados por el tema de que es una radio comunitaria. Y lo que es lindo es que unimos este grupo de chicos para tratar cuestiones sociales, como el Día del Niño, Año Nuevo. Nosotros vamos en Navidad a repartir juguetes al hospital. Son voluntades básicamente. Es así, la oportunidad te la da el medio, los contactos también y después está en cada uno el hecho de si se quiere crecer más que eso.
¿Existe conflicto de intereses entre locutores?
No, porque básicamente es una gran familia. La verdad no hay estrellas ni estrellados acá. No nivelamos a las personas por la trayectoria sino por cómo son como seres humanos. Y la gente que ha sido egocéntrico no ha durado acá. No ha soportado estar porque acá el tipo que es director lava los pisos. Nadie me ha demostrado en Rafaela (sacando muy pocos casos) de que ha podido subir tan alto.
¿Existe comunicación solidaria en la radio?
Sí, nosotros lo hacemos a diario. Partes de prensa a instituciones, marchas de silencio, lo difundimos. La gente agradece eso. A veces en lo que son venta de pollos para ayuda solidaria, para operaciones
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(pedimos certificado para verificar que es real el caso y después damos difusión de la solidaridad para la persona que lo necesita).
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ENTREVISTA A CLAUDIA Y WALTER QUIROGA (RADIO TRADICIONES FM 87.9)
(Transcribimos el relato de los hermanos Quiroga ya que los mismos encararon la entrevista como una conversación, contándonos su historia y hablando de los otros temas, por lo que omitimos preguntas contestadas anteriormente)
Desde el año 2000 vengo haciendo radio, en distintas radios, 4 emisoras de Rafaela, en las que en la mayoría pagas el espacio. En el año 2000 arranque pagando 200 pesos, hoy un espacio de radio no sale menos de mil pesos. Empecé como conductora radial, mi hermano siempre fue operador mío y siempre tuvimos la intención de ayudar a la gente más que lucrar.
En el año 2010 pudimos comprar una radio con un pariente, la 105.5 FM “Latidos”, en la cual pasaban toda música retro. Con Walter (hermano) hemos trabajado las 24 horas para hacerla variada, ya no se pasaba solo música retro, si vos querías rock nacional lo pasábamos, lo mismo con la cumbia santafesina y con todos los géneros. Así fue como la gente empezó a decir que le gustaba y llegamos a tener una gran audiencia, lo que generó un poco de bronca de parte de las demás radios y empezaron a surgir los problemas. Le ofrecieron a nuestro socio una gran suma de dinero y vendió la radio sin nuestro consentimiento, entonces decidimos terminar la sociedad y recibir la parte de plata que nos correspondía, para después comprar esta radio, la 87.9 FM “Tradiciones”.
Cuando se nos dio la posibilidad de tener una radio propia decidimos con mi hermano que no íbamos a lucrar, mientras tengamos nuestros trabajos vamos a seguir ayudando y la radio va a servir para hacer acciones solidarias. Así nació el parrillero que tenemos en el patio que fue donado y lo prestamos gratis a quienes lo necesitan, ya sea porque un pariente o amigo tiene una enfermedad o alguna persona que tuvo un accidente y necesita una operación, por ejemplo. Alrededor de 70 personas lo han usado. Hay veces que después de utilizar el parrillero donan los menudos y nosotros se los damos a 3 instituciones.
Nosotros formamos un puente solidario entre la radio y la gente que lo necesita. Como no necesitamos mucho para vivir, no tenemos ambiciones. Nosotros tenemos nuestros trabajos, no necesitamos más, no apuntamos a tener un 0 km y no hacer nada por
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la gente, hay mucha necesidad. Dentro de 15 días vamos a ir a visitar a una señora de unos 70 años que vive debajo de un puente y vende gaseosas a chicos que van a pescar a la orilla del río. Le vamos a llevar medicamentos y todo lo que podamos juntar, ella con su canoa reparte a toda la gente que vive a la orilla del río. Eso es algo espectacular, es una historia de vida muy linda.
Las radios solidarias son las que la luchan sin un socio, sin plata de políticos para hacer propaganda. Lo más lindo que puede haber es poder hablar sin que te aprieten, sin esconder cosas porque te dan plata. Como dije antes somos como un puente, a través de contactos conseguimos donaciones, ni sacamos de nuestra plata ni pedimos ni cobramos por prestar cosas.
Tenemos un Facebook en el que cargamos absolutamente todo, estamos muy activos en la red social. Participamos en muchas campañas a beneficio y todo lo que nos van donando y va siendo entregado se publica ahí.
Todos los gastos de la radio los solventamos nosotros con dinero de nuestros bolsillos. No todo es plata en la vida, hay veces que te sobran cosas o que no las usas más, ¿Por qué no donarlo a alguien que lo necesite más que vos? Esas cosas además te hacen sentir bien, con la otra persona y con uno mismo.
Actualmente la radio no está con programación. Escuchamos algunas radios y no tenemos la confianza suficiente como para dejarla con alguien que le pueda faltar al respeto a la gente y como nosotros últimamente estamos viajando mucho no podemos estar pendientes de qué dicen o qué no dicen. Si alguien vendría a hacer programas a nuestra radio no tendría que pagar nada ni tampoco nosotros le pagaríamos, solamente habría que amar la radio tanto como nosotros y querer ayudar a la gente, pero de corazón. Además hay que tener en cuenta que como somos una radio no lucrativa tampoco quien viniera a hacer un programa podría pedir publicidades.
Ahora estamos con un proyecto de abuelos. La idea es construir un centro de día y noche. Esto consiste en, por ejemplo, si una abuela tejió toda la vida y lo quiere seguir haciendo, acá lo va a hacer. A partir de eso buscaríamos donaciones y después esa misma abuela que tejió una prenda, la estaría entregando a alguien que lo necesita, ella misma
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va a tener un contacto directo con la persona que la va a usar. Yo no comparto esa idea de que no se pueden hacer cosas sin plata.
Muchas veces no podemos hacer cosas o nos cuesta más porque no nos dejamos comprar. El no estar vinculado con los políticos de turno te da más libertad para actuar y defender lo que hacemos. La última tormenta nos averió la potencia, por lo que tenemos que llevarla a calibrar. Nuestra frecuencia quedó libre y una de las radios de acá se metió en la frecuencia que utilizábamos, que es la 87.9.
Para mí, ninguna de las radios de Rafaela puede ser considerada solidaria. Hacen actos de caridad algunas radios, es algo que no podemos negar, pero todo se hace a través de plata de socios. Yo creo que una radio deja de ser solidaria cuando recibe apoyo económico desde algún lado, ya sea de política, sindicatos, etc. La radio solidaria tiene que ver con hacer cosas sin lucrar, uno podría hacerle publicidad gratis por algún tiempo a una institución que te ayudó donando cosas para quienes lo necesitan. No hace falta ser la mejor radio, yo considero que mientras puedas mantenerte lo más importante es ayudar.
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