Impuesto a las Ganancias a nivel nacional y las consecuencias a nivel local

Se trata del editorial del programa «Sábado 100» por radio Sol Rafaela FM 90,9 que conduce Emilio Grande (h.).- Este tema es una de las herencias que dejó el kirchnerismo luego de 12 años en el poder y fue discusión en la campaña presidencial del 2015, entre ellos del actual presidente Mauricio Macri.
Frente al reclamo creciente de distintos sectores de trabajadores y la amenaza de paros, el gobierno nacional terminó cediendo: quedarán libres del impuesto hasta $ 15.000 del aguinaldo. Esa exclusión regirá para los asalariados que tengan una remuneración bruta de hasta $ 55.000 mensuales y para ese tope se considerará lo cobrado en diciembre. Para los asalariados alcanzados por la medida, es un alivio de hasta $ 4357 en la carga impositiva.
¿Es justo que los trabajadores, los que sostienen diariamente a la economía nacional tengan que pagar este impuesto distorsivo y desparejo frente a sectores que no aportan como por ejemplo los que lucran con la renta financiera y las autoridades judiciales de distintos rangos y fueros?
El sistema judicial que incluye a los jueces ordinarios y federales, camaristas y miembros de la Corte está exceptuado de este impuesto a las ganancias. Se debe a una acordada en la Corte en la década de los 90 justificado en que el salario es “intangible”, siendo la única garantía y no pueden ser condicionados por otro poder. Tampoco pagan quienes lucran con la renta financiera. En el fondo está faltando una reforma más ecuánime del sistema tributario.
En nuestra ciudad, desde el mes de junio del 2015, el Municipio restituye el 60% del impuesto a las ganancias que pagan los funcionarios municipales y empleados jerarquizados estimados en unos 200, medida que adhirió el Concejo Municipal para los ediles y funcionarios, pero desde que asumió la banca no lo percibe Lisandro Mársico y hace un mes se sumaron sus pares Lalo Bonino y Germán Bottero. ¿Qué pasaron los empleados jerarquizados?
Esa decisión política tuvo el respaldo del SEOM, dando lugar a un decreto de Castellano que permitió devolver parcialmente las retenciones por ganancias, pero en los últimos días hubo fuertes cuestionamientos, especialmente luego de una entrevista de Fernando Bravo a Bottero en radio Continental, que llevó al Ejecutivo y al Concejo dar marcha atrás a partir de noviembre.
A decir verdad, es una vergüenza el accionar de la mayoría de las autoridades ejecutivas y legislativas de nuestra ciudad. Mientras pudieron percibieron el reintegro del impuesto a las ganancias que pagamos entre todos los rafaelinos, con el agravante que esos fondos pudieron destinarse a otros reclamos sociales. No todo lo que brilla es oro en la Perla del Oeste…

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