Por Emilio J. Grande.- En nuestra nota en estas páginas del 20 de julio último nos referimos al ambicioso plan para la reforestación de nuestro radio urbano; cumplido el mismo deja bastante que desear.
Decíamos que en cada temporada quedan sin renovar árboles adultos secos y ejemplares plantados años anteriores que no brotaron, como consecuencia de que el relevamiento previo no se hace con la eficiencia debida, y así se pierden años de reforestación y cada vez el arbolado en lugar de aumentar disminuye, mermando la influencia de beneficios a la población en salud, estética, sombra y embellecimiento del entorno edilicio.
Opinantes refieren que la reforestación está relacionada con las veredas, sugiriendo que no deben plantarse variedades cuyas raíces destruyen las aceras. Pero de estas, el calamitoso estado que muestran en pleno centro y en todos los barrios no es consecuencia generalizada del arbolado.
La reforestación es necesaria en toda la ciudad, pero debería tener prioridad en el corazón del centro, por razones obvias. Con pena, observamos que alrededor de la plaza principal no se repuso casi una decena de ejemplares. Uno frente a la Catedral, otros entre bulevar Yrigoyen y Rivadavia, y en 25 de Mayo entre Roca y Moreno. El “Rafaela te quiero verde” fue un anhelo plausible, no debidamente correspondido.
Volviendo a las veredas, en nuestra nota del 25 de agosto pasado, abogamos porque hubiera una competencia entre el Departamento Ejecutivo Municipal y el Concejo Municipal, para el batido de palmas a quien tuviera la iniciativa, o que entre ambos poderes se estudiara la forma de financiación del costo de la obra para que pesara menos en el bolsillo de los frentistas, pero por lo visto, aquello del tucumano que nos visitó dejando su lacerante afirmación de “una ciudad tan linda con veredas tan feas” seguirá vigente no sabemos hasta cuándo…
ACOTACION AL MARGEN
Recientemente, hubo un informe que la ciudad de Buenos Aires padece el mismo problema y que una mujer de 63 años de edad tropezó con una baldosa sufriendo heridas graves, cuya denuncia derivó en que la Justicia dictara una indemnización de 500.000 pesos. Lo que puede ocurrir también en nuestro medio.
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 6/10/2016.
