¿La pobreza vino para quedarse en la Argentina?

Se trata del editorial del programa «Sábado 100» por radio Sol Rafaela FM 90,9 que conduce Emilio Grande (h.).- Después de casi tres años sin estadísticas oficiales, el INDEC informó hace unos días que tres de cada diez argentinos son pobres y que casi dos millones apenas consigue lo mínimo para alimentarse, siendo una triste realidad de la deuda social que arrastra la democracia y está muy lejos de saldarse.
La contundencia de las cifras es alarmante y exige medidas urgentes: el 32,2% de la gente que vive en el país se ubica por debajo de la línea de pobreza y de ese porcentaje el 6,3% es indigente.
Estos datos actuales en la Argentina son similares a los del Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) que a fin de 2015 relevó una pobreza del 29% y luego trepó al 32,6% en abril de 2016.
La estampida en los precios que se desató desde mediados de 2015 sumado a la brusca devaluación y el tarifazo en los servicios públicos profundizó la crítica situación de las variables sociales. El proceso recesivo que afecta al país en medio de un contexto mundial preocupante impiden proyectar una rápida salida de los millones de argentinos pobres e indigentes.
El presidente Mauricio Macri admitió que «pobreza cero en cuatro años no se alcanza», en una conferencia de prensa que ofreció en Olivos para referirse a los datos divulgados por el INDEC. Pidió que evalúen su gestión a partir de estos datos y destinó gran parte de su exposición para criticar la «manipulación» de las estadísticas que se dio durante la gestión kirchnerista.
No hay que olvidar las últimas estadísticas oficiales fueron difundidas durante la gestión de Cristina Kirchner: en el primer semestre de 2013 la pobreza afectaba al inverosímil 4,7% de la población, pero luego el entonces Gobierno optó por dejar de divulgarlas. Para justificar este silencio estadístico, Axel Kicillof alegó que el Estado no estaba para «contar pobres» o bien que informarlo era estigmatizar a las personas.
La deuda social castiga de manera parecida a América Latina, ya que en la región el 29,2% de la población en pobre, unos 175 millones de habitantes, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). En Chile, la pobreza asciende al 11,7%, con un 3,5% de indigencia; en Paraguay llega al 22,24%, mientras que un 9,97% está debajo de la línea de indigencia y en Uruguay, la pobreza afecta al 9,7% y el 0,3% es indigente.
Más allá de las frías estadísticas, hay millones de argentinos pobres e indigentes que siguen postergados, siendo las principales víctimas de un sistema perverso de corrupción y mentiras… ¿Qué se hace desde el Estado nacional, provincial y municipal y desde la sociedad civil?

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