Sentido profundo de la Pascua

Se trata del editorial del programa «Sábado 100» por radio Sol Rafaela FM 90,9, que conduce Emilio Grande (h.).- En todo el mundo los cristianos celebramos la Pascua, en la que el hijo de Dios después de haber vivido la pasión y muerte (jueves y viernes santos) fue resucitado en el tercer día, tal como estaba anunciado en las escrituras, para la salvación de las personas de todos los tiempos.
El significado del triduo pascual fue el tema central de la catequesis del papa Francisco en la audiencia general de miércoles 23 de marzo, en la víspera de los días que recuerdan la pasión, muerte y resurrección de Cristo, la cumbre de nuestra vida cristiana: “es memorial de un drama de amor que nos dona la certeza que no seremos jamás abandonados en las pruebas de la vida. Todo, en estos tres días, habla de misericordia, porque hace visible hasta dónde puede alcanzar el amor de Dios”.
Frente a una sociedad que pareciera dar la espalda a Dios y vive este fin de semana largo casi sin cuestionarse sobre el sentido más profundo de la Semana Santa, Jesús nos ayuda a comprender el triduo pascual: pasión, muerte y resurrección.
Atrás quedaron los cuarenta días que marcaron el tiempo de Cuaresma, justamente de preparación y revisión de nuestras vidas para buscar un cambio interior sobre aquellas cosas un tanto oscuras.
Se dice con razón que la Semana Santa es la semana mayor de la cristiandad, donde el misterio del amor por la humanidad se hizo palpable, llevando Jesús a la cruz nuestras debilidades y pobrezas humanas y materiales, no solamente de hace más de dos mil años sino que es la representación diaria de nuestras locuras e incoherencias actuales.
En la oscuridad que envuelve a la creación, María se queda sola para mantener la llama de la fe frente a la cruz del Viernes Santo, pero es al mismo tiempo la esperanza en la Resurrección de Jesús.
Esta noche abramos nuestros corazones como las mujeres que fueron al sepulcro y quedaron sorprendidas ante la presencia del Angel: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recuerden los que él les decía cuando aún estaba en Galilea: ´Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día´” (Lc. 24, 5-7).
Este domingo los cristianos celebramos la Pascua, en la que el hijo de Dios después de haber vivido la pasión y la muerte fue resucitado en el tercer día, como estaba anunciado en las escrituras, para la salvación de la humanidad de todos los tiempos. Una vez más es un desafío ser cristianos con la esperanza en la vida eterna más allá de lo temporal y no ser cristianos por tradición, testimoniando la misericordia y una vida coherente al Evangelio.

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