Por María Herminia Grande.- Sin la prestación portentosa y onerosa de gurúes, sugiero a Macri y Massa observar la foto del mapa político argentino marcando con los colores de su identidad las provincias donde triunfaron en las PASO (la utilización del color para identificarse es el mayor reduccionismo de la actual política. Binner fue un precursor en su utilización. Todo lo definía en celeste y blanco. Evaluar su resultado en las PASO santafesinas.)
Si luego de este ejercicio cuya visualización de la performance política electoral de Macri y Massa es tremenda, éstos no concluyen en que algo –mucho- hicieron mal, especialmente Macri, se deberá coincidir en que además de todo, los viste una gran necedad.
Scioli es el único candidato presidencial del terceto que puede reconocerse en sus votos. El 38.41% de los argentinos a lo largo y lo ancho de nuestra geografía lo votó. Para algunos este número es su techo. No queda claro. Lejos está del 54% obtenido por Cristina Fernández de Kirchner. Buenos Aires será en octubre un enorme enigma para Scioli dado que irá acompañado en su boleta, por el cuestionado pero refrendado por los votos, Aníbal Fernández.
El kirchnerismo como tal se despide el 10 de diciembre cuando Cristina de Kirchner coloque la banda presidencial a quien resulte electo. No queda claro, aun ganando Scioli, lo que vendrá. Las oposiciones muy enamoradas de sus estrategias guardan para sí, muy para sí, que juntas representan al 50% de los votantes; pero aún sus gurúes y caros consejeros no los anoticiaron que nuestro sistema electoral no prevé la sumatoria de vanidades.
Macri está parado sobre un interrogante: el 30%. A Massa le ocurre lo mismo con diez puntos menos, un 20%.
Si de muestra sirve un botón, Argentina está atravesada por dos enormes temas: por un lado la falsa vocación por el diálogo, por la concertación. Todos son enemigos hasta que se demuestre lo contrario. Si esto no es así, ¿por qué no fue posible sentar en una misma mesa de un programa de tv a las esposas de los tres candidatos más votados? Estoy hablando de las mujeres, consortes, compañeras… No hubo forma de que compartieran una entrevista periodística. Vienen de distintos lugares, representan supuestamente viejas y nuevas formas de la política. La realidad no las distingue. El otro grave problema que atraviesa a nuestra sociedad, sólo visible para el sector que lo padece, es el mundo al revés que sufren quienes están atravesados por la violencia cotidiana en sus distintas manifestaciones. Pasó a ser normal que familiares de víctimas asesinadas en distintas circunstancias, deban estar munidas de chalecos antibalas y custodias permanentes, para evitar ser ellos, silenciados. ¡Y los delincuentes, asesinos pactando su libertad o abreviando su condena!
Política en Santa Fe
El resultado de las PASO reflejó el enorme error político del socialismo. El mismo comienza cuando Hermes Binner bajó su candidatura presidencial. Continúa con la elección del esquema político de la boleta corta. En el momento que se tomó esta decisión el socialismo temía perder en manos de Del Sel y con él, a sus socios del radicalismo. También es cierto que si hubiesen llevado a Margarita Stolbizer encabezando la boleta, dado los guarismos obtenidos por la fórmula Stolbizer-Olaviaga, el resultado no habría variado en absoluto. La pregunta sin respuesta surge de una simple ecuación: Bonfatti candidato a diputado provincial en las últimas elecciones obtuvo 765.078 votos. Su artífice y mentor Hermes Binner obtuvo en las PASO 209.133 votos. La pregunta es: ¿adónde fueron esos votos? ¿Por qué el gobernador Bonfatti no militó para la senaduría de Binner con la misma intensidad con la que Binner lo hizo gobernador? En el caso de Perotti lo que se puede decir es que nadie es profeta en su tierra. El candidato ganador en su categoría de las PASO perdió contundentemente a manos de Reutemann en su departamento: Castellanos. Reutemann desde 1991 a la fecha es la primera elección que no gana. Evidentemente el actual senador no explicita demasiado su enojo, pero el mismo es notorio. No sólo con Duran Barba. No sólo con el egoísmo en el armado del PRO. Otras razones lo han llevado a no hacer campaña. Sólo se hizo presente en algunos programas televisivos porteños.
En el PJ santafesino ya hay varios pensando en llamar a elecciones partidarias para renovación de autoridades. Luis Rubeo lo ha explicitado. Todo indicaría que dos sectores más están por hacerlo público.
Cuando se discute Poder, toda disputa se vuelve batalla. ¡Octubre presta su campo.!
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