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Tiramonti: «La escuela con dificultades»

Por Emilio Grande (h.).- «La idea de la charla es presentar cuáles son los núcleos de problemáticas en la escuela media. Desde que se inició la democracia está el discurso de la clase media y efectivamente es un espacio de muchos problemas. Hay dos grandes escenarios que están tensionando la escuela media: del cambio cultural con exigencias a la escuela de innovación que no se está produciendo y también desde el campo de lo social con la presión para la inclusión de todos en la escuela. Ambas cosas convergen en la escuela tradicional».
Tal lo expresado por Guillermina Tiramonti durante la conferencia de prensa en la tarde de ayer en el marco de la celebración de los 50 años del Instituto Superior del Profesorado Nº 2, acompañada de la directora reemplazante Alejandra Tiraboschi y la diputada Rosario Cristiani. Luego Tiramonti brindó la charla «Escuela media Argentina: desafíos y respuestas”, en el flamante auditorio del Instituto ante unas 300 personas. La disertante es una de las especialistas en materia educativa más reconocidas de la Argentina, teniendo un amplio currículum.
Y agregó: «Hay un núcleo que está relacionado con sus referencias culturales, una escuela del iluminismo, de la ilustración, el enciclopedismo. Por otro lado, sigue estando anclada en una propuesta destinada a la selección. Tenemos una escuela que empieza a perder relevancia cultural, ser más débil y no poder responder a los jóvenes que tiene que atender. Pero es una escuela cada vez más reclamada para que incluya a todos los jóvenes».
-En esta crisis están los cambios de paradigma: sociales, culturales, nuevas tecnologías. ¿Cómo hacer frente a esta nueva situación?, preguntó este cronista.
-Los cambios culturales se dan en un sentido amplio: la idea del conocimiento es distinta como la forma de transmisión del conocimiento es distinta porque estamos en una sociedad donde el conocimiento se transmite a partir de medios tecnológicos. También en la subjetividad de los jóvenes porque son diferentes y en la exigencia del tipo de saber que se exige que tenga el alumno fuera del campo escolar. Hay una sociedad que exige chicos más productivos, con mayor capacidad de solucionar problemas, de activar los saberes que traen de la escuela para solucionar problemas concretos de la vida y del trabajo cotidiano, para poder dialogar con las nuevas tecnologías. Y en eso la escuela tiene dificultades para darlo.
-También hay menor exigencia porque los chicos tienen problemas de lectura y escritura que empiezan en la primaria, continúan en la secundaria y en la universidad.
-Sí totalmente. Ahí hay muchos elementos. Las exigencias de antes eran para otro grupo social de chicos que provenían de familias donde los padres habían ido a la escuela secundaria o que no habían ido pero tenían una exigencia enorme sobre eso. Además hay una dificultad fuerte en la escuela en los procesos de enseñanza y eso es complejo: la cultura de la escuela empieza a carecer un poco de sentido para docentes y alumnos, los alumnos que no aportan ese capital cultural que la escuela espera, hay docentes que están hartos de la escuela porque están sobre exigidos, a veces voluntariamente, en el tiempo de exposición en el trabajo escolar: nadie puede dar de 7 a 10 horas clases por día. Esto implica mucho desgaste.

Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 6 de junio de 2014.

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