Se trata del editorial del proprama «Sábado 100» por radio Sol Rafaela (FM 90,9) que conduce Emilio Grande (h.). Los obispos emitieron la declaración «Felices los que trabajan por la paz» al término de la 107° Asamblea plenaria en Pilar. “Constatamos con dolor y preocupación que la Argentina está enferma de violencia. Una violencia cada vez más feroz y despiadada provoca lesiones graves y llega en muchos casos al homicidio. Es evidente la incidencia de la droga en algunas conductas violentas y en el descontrol de los que delinquen, en quienes se percibe escasa y casi nula valoración de la vida propia y ajena”.
“No se puede responsabilizar y estigmatizar a los pobres por ser tales. Ellos sufren de manera particular la violencia y son víctimas de robos y asesinatos, aunque no aparezcan de modo destacado en las noticias. Son violencia las situaciones de exclusión social, de privación de oportunidades, de hambre y de marginación, de precariedad laboral, de empobrecimiento estructural de muchos, que contrasta con la insultante ostentación de riqueza de parte de otros. Todo lo que atenta contra la dignidad de la vida humana es violación al proyecto de amor de Dios: la desnutrición infantil, gente durmiendo en la calle, hacinamiento y abuso, violencia doméstica, abandono del sistema educativo, peleas entre ´barrabravas´ a veces ligadas a dirigentes políticos y sociales, niños limpiando parabrisas de los autos, migrantes no acogidos y la destrucción de la naturaleza”.
“Es necesario reconocer las diversas crisis por las que atraviesa la familia, que es la primera escuela de paz. Episodios de violencia escolar se desarrollan ante la mirada pasiva de algunos hasta que es demasiado tarde”.
“La corrupción, tanto pública como privada, es un verdadero ´cáncer social´, causante de injusticia y muerte. Desviar dineros que deberían destinarse al bien del pueblo provoca ineficiencia en servicios elementales de salud, educación, transporte. Estos delitos habitualmente prescriben o su persecución penal es abandonada, garantizando y afianzando la impunidad. Son estafas económicas y morales que corroen la confianza del pueblo en las instituciones de la República, y sientan las bases de un estilo de vida caracterizado por la falta de respeto a la ley. A ello se agregan mafias del crimen organizado sin freno dedicadas a la trata de personas para la esclavitud laboral o sexual, el tráfico de drogas y armas, los desarmaderos de autos robados”.
“Frente al delito, deseamos ver jueces y fiscales que actúen con diligencia, que tengan los medios para cumplir su función, y que gocen de la independencia, la estabilidad y la tranquilidad necesarias. La lentitud de la Justicia deteriora la confianza de los ciudadanos en su eficacia”.
“La cárcel genera en la sociedad la falsa ilusión de encerrar el mal, pero ofrece pocos resultados. Nos duele y preocupa que casi la mitad de los presos no tenga sentencia. La mayoría de ellos son jóvenes pobres y sin posibilidades para contratar abogados que defiendan sus causas”.
“Nos estamos acostumbrando a la violencia verbal, a las calumnias y a la mentira, que ´socava la confianza entre los hombres y rompe el tejido de las relaciones sociales´. Urge en la Argentina recuperar el compromiso con la verdad, en todas sus dimensiones. Sin ese paso estamos condenados al desencuentro y a una falsa apariencia de diálogo”.
“Exhortamos particularmente a la dirigencia a desarrollar un diálogo que genere consensos y políticas de Estado para superar la situación actual”.