Declararon de interés municipal el 80º aniversario del Hogar Don Orione

Actualmente hay 17 niñas entre 6 y 13 años, las que asisten por la mañana. Hablaron los concejales Mársico y Racca. “El hogar se transformó en un lugar para trascender la luz, el amor a Dios y a los hombres”, destacó la religiosa María Adriana Delfino. Testimonio de Lilian Platini de Vincenti. También declararon de interés municipal el festival “Palau”.

Por Emilio Grande (h.).- En la sesión ordinaria de este jueves, el Concejo Municipal declaró de interés municipal el 80º aniversario del Hogar del Niño Don Orione, que inició sus actividades el 2 de octubre de 1945 en una propiedad de José Grosso en Necochea 566, lugar que ocupara hasta 1959 en que se trasladó el actual edificio de la calle San Martín 563.

Luego de veinte años de labor, se solicitó al Obispado de Rafaela la presencia de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, a fin de que se hicieran cargo de la obra. Las primeras hermanas llegaron el 11 de febrero de 1964. Hasta el 2000 se mantuvo la modalidad de internado y a partir del 2001 se transformó en Hogar de día, respondiendo a las realidades del contexto.

Actualmente, acogen a 17 niñas entre 6 y 13 años, las que asisten por la mañana, reciben el desayuno, almuerzo y fortalecen su aprendizaje con la colaboración de voluntarias que van acompañando junto a las religiosas a cada niña. Por la tarde, se visita a las familias de las niñas para realizar un seguimiento más integral de este servicio; a su vez, las madres realizan semanalmente diversos talleres según el interés de cada una. La labor no solo consiste en educar a las niñas, también a sus familias formándolas en los valores humanos y cristianos.

En la oportunidad, estuvieron presentes tres hermanas de la comunidad religiosa, ls chicas que asisten al hogar y varios laicos que vienen colaborando desde hace muchos años con la institución.

Lisandro Mársico se bajó de la presidencia (reemplazado por Paz Caruso) para defender el proyecto: “pasaron 80 años del sueño de Matilde González Cervero en Mar del Plata cuando se encontró con Luigi Orione, quien venía de Italia, luego san Luis Orione con la santificación de Juan Pablo II en 2004. Había una necesidad de crear un espacio para niños en 1943 y se formó una comisión para hacerlo realidad el 2 de octubre de 1945, iniciando la obra en una propiedad de José Grosso y en 1959 trasladó a calle San Martín. Luego de 20 años se solicitó al Obispado que vinieran las pequeñas hermanas, quienes llegaron en 1964”.

Y agregó: “es una obra de evangelización y promoción humana con una formación integral de las niñas, buscando la reinserción social con las familias. Se educa y fortalece los vínculos con valores humanos y cristianos. La impresión que me llevé de este lugar es amor, cariño, escucha, dedicación, solidaridad, ayudando a las niñas para que forjen su futuro con valores. Un agradecimiento a las hermanas y a las personas ligadas a esta gran obra, recibiendo el aporte municipal de las instituciones de bien público”.

Martín Racca dijo que “en 80 años hay una cantidad de vivencias, emociones y anécdotas. Me quedo con la sencillez de la obra, lo humano que se respira en la institución, la humildad, el arraigo, el territorio, la disciplina, la austeridad, el profundo compromiso social y se lucha por igualdad de oportunidades. No se llegó en forma ocasional, sino por decisiones, trabajo y compromiso. Hay nuevos desafíos y un nuevo mundo por delante y por construir”.

A su turno, la responsable del Hogar María Adriana Delfino destacó que “también me acompañan las hermanas Graciela y Agustina junto con los laicos. Agradecer este reconocimiento a todo el Concejo. Es una larga historia que tuvo todos los matices y es un reconocimiento a las personas. Cito a don Orione: ´tenemos que ser santos que no pertenezca solo al culto de los fieles o en la Iglesia, que trascienda y proyecte sobre la sociedad tanto esplendor de luz, vida de amor a Dios y a los hombres, seamos santos del pueblo y de la salvación social´. La santidad habla de personas íntegras, el santo vivió su pensar y obrar juntos, es la persona justa, que busca el interés propio y del otro. Las personas que supieron ser sensibles a la realidad en la sociedad rafaelina, que se animaron a este sueño; el hogar se transformó en un lugar para trascender la luz, el amor a Dios y a los hombres, y la salvación social, que cada niña y familia puede ser salvada y vivir dignamente”.

Lilian Platini de Vincenti sostuvo que “me alegro mucho, pertenezco al hogar, conocí a Matilde cuando era profesora de música en el Nacional, quien habló de don Orione. Me incorporé hace 60 años con mucho gusto y Rafaela es hermosa para colaborar”.

Festival “Palau”

Luego los concejales declararon de interés municipal el festival “Palau”, reconociendo su encomiable misión de transmitir un mensaje de esperanza a través de música en vivo, actividades solidarias y entretenimiento infantil. Este 3 y 4 de octubre Rafaela tiene la oportunidad de tener este despliegue con la visita de personas de Centroamérica, Estados Unidos, Reino Unido, África, Brasil y Argentina.

Estuvieron presentes los pastores Carlos Terranova (presidente del Consejo de Pastores de Rafaela), Henry Altare, Marcelo Becla y Daniel Duarte, y Jonatan Proietti, uno de los organizadores a nivel nacional, entre otros.

Juan Senn expresó que “son múltiples las actividades en distintas instituciones. Reconocer la desesperanza que hay en muchos hogares con un mundo de guerra. Enorme es el futuro que tenemos por delante y cuando nos unimos podemos trabajando. Más allá de un evento cultural, es la fuerza como comunidad, dejar la desesperanza y la división. Palau fue un predicador argentino nacionalizado estadounidense, que influyó en el mundo, evangelizando a 22 millones en 80 países y 800 millones de personas por los medios. En su último discurso, resaltó hacer una fiesta que no se acabe jamás. Que sea una verdadera fiesta, recuperemos la esperanza y la fe frente a la crisis de liderazgos que hay en las instituciones y hay que recuperar el diálogo”.

Ceferino Mondino opinó que “se trata de una mirada de difundir los valores, un evento con muchas nacionalidades y un gran crecimiento. La salida de muchos conflictos de lo social es la fe, las creencias y las convicciones frente a las adicciones”.

A su turno, Terranova graficó: “la sociedad necesita cuatro C: la casa como primera escuela ante la familia bastardeada; el colegio para la formación de hombres y mujeres de bien; el club con actividades, mentes y cuerpos sanos; y la capilla con la pata de la fe para transmitir valores, fe y necesitamos conocer a Jesús, como guía y salvador. Así evitaremos otras cuatro C: la calle para no caer en la delincuencia y la droga, las compañías evitando los malos, la cárcel y el cementerio porque los pibes se mueren”.

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