Hace 100 años Carlos Gardel cantó en Rafaela

El 30 de septiembre de 1925 se presentó el dúo Gardel-Razzano en el Cine Colón (San Martín 141). Gardel cantó ante el numeroso público, siendo el inicio del eximio cantor como solista, la etapa más importante de su vida artística. Después de doce años de fecunda labor, quedó disuelto el binomio por problemas vocales de este último. Luego el “Zorzal criollo” integró la compañía teatral de Enrique De Rosas, que incluyó una gira por España.

Por Emilio Grande (h.).- La ciudad Rafaela no solamente es incluida en las giras de los músicos de diferentes géneros de la actualidad sino desde los primeros años en que fue declarada ciudad a partir de 1913, en el cual vinieron cantores y grupos musicales de renombre a nivel nacional.

Fachada del Cince Colón en calle San Martín 141 con la calle de tierra (el empedrado empezó en 1927).

Luego de actuar en el Teatro Moderno de San Francisco el 28 de setiembre de 1925, el 30 de septiembre se presentó el dúo Gardel-Razzano en el Cine Colón (actualmente está La Ensaimada y por este motivo hay una placa en el frente del edificio colocada en 1993), ubicado en calle San Martín 141. Llegaron a Rafaela en un tren procedente desde la citada ciudad cordobesa.

Desde hacía mucho tiempo las condiciones vocales de José Razzano decaían progresivamente y durante la función en nuestra ciudad intervino solamente en un par de interpretaciones junto a Carlos Gardel.

Obligado a cubrir la programación, Gardel cantó varias composiciones ante el numeroso público, que se convirtió en testigo de un hecho trascendente: la iniciación del eximio cantor como solista, la etapa más importante de su excepcional vida artística. Después de doce años de fecunda labor, quedó disuelto el afamado binomio Gardel-Razzano.

Gardel con Razzano y el promotor Doliani en el estudio de José Paolantonio en San Francisco, antes de venir a Rafaela.

Al término del encuentro musical, los visitantes fueron agasajados en Rafaela con un asado en el patio del entonces Club Social, ubicado en calle Alvear, en el cual asistieron Atilio y Alejandro “Pepe” Almeida, Tito Denner, Isidoro Colombo y José Giay.

Después, Razzano viajó a Buenos Aires para ser asistido por el médico personal de Gardel, el doctor León Elkin, quien decidió dar un paso al costado y abandonar -en principio momentáneamente- el canto, esperando poder tratar la mejoría de su voz.

Lamentablemente y pese a varios intentos de recuperación y amagues con el regreso cantoral, Razzano perdió sus esperanzas de volver al ruedo y prosiguió su labor como apoderado y representante artístico de Gardel (pronto lo sería también de otros artistas como Charlo, Anita Palmero, Ernesto Famá y Enrique Delfino).

De Rafaela a España

En tanto, Carlitos se dirigió a Santa Fe, donde estaba actuando la compañía teatral de Enrique De Rosas, que tenía programado una gira por España. Concretó su incorporación al grupo, partiendo el 17 de octubre de 1925, en el Principessa Mafalda. Acompañado por el guitarrista José Ricardo, debutó en el Teatro Goya de Barcelona contratado para actuar durante 10 días, ampliándose el plazo por dos meses, con sensacional suceso.

El éxito fue tan grande que los directivos de la firma Odeón española, lo contrataron para grabar discos en el novedoso sistema eléctrico. De esa suerte, se registraron numerosas placas entre las cuales se destacaron: “Echaste buena”, “Leguisamo solo”, “El alma de la calle”, “El tatuaje”, “Raza noble, “Yo te bendigo” y “El bulín de la calle Ayacucho”, entre otros temas populares. Asimismo, seguían llegando los éxitos de Buenos Aires en otros discos que recorrían España, Francia, Italia, Alemania, Brasil y México, donde se escuchaban: “Entra nomás”, “Callecita de mi barrio”, “Silbando”, “Padre nuestro”, “Sonsa”, “Cicatrices”, “Langosta”, “Maniquí”, “Sentimiento gaucho”, “Amigazo”, “Mano a mano”, “La Cumparsita (Si supieras)”, “Rosas de otoño”, “Buenos Aires”, “Una pena”, “Nunca más”, “Fea”, entre otros.

En enero de 1926 el cantor pasó a Madrid, donde extendió sus triunfos, pero la fiebre por Gardel en Barcelona fue tan grande que debió retornar al terruño catalán. Volvió a grabar otra tanda de discos y luego retornó a Buenos Aires.

Recordemos que el 24 de junio de 1935 murió Gardel a los 44 años en la tragedia aérea de Medellín. Poco antes de despegar, su avión chocó con otro en la pista del entonces aeródromo Las Playas (hoy aeropuerto Olaya Herrera), que produjo una violenta explosión, en el que murieron 17 personas en total: los ocupantes de ambos aviones.

Fuentes: Parola, Publio, trabajo de investigación en el diario La Voz de San Justo (San Francisco), y entrevistas a Miguel Cetta y Alejandro Almeida; Inardi, Lorenzo, archivo personal; Pablo Taboada en http://www.investigaciontango.com/; Arturo A. Bienedell en La Voz de San Justo.

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