Por María Herminia Grande.- La presidenta Cristina Fernández reapareció en un video intimista cuando ya tenía resuelto el recambio de la plana mayor.
Finalmente luego de una convalecencia de cuarenta y cinco días la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció, video de por medio, para comenzar a desempeñar las actividades inherentes al cargo que ostenta. Esa es realmente una buena noticia. A partir de allí es extraño todo lo que está ocurriendo en el país. Desde la elección de un video intimista, más propio de un programa de televisión de la tarde que de un jefe de Estado que reasume su actividad luego de un problema serio de salud. (No me imagino ni a Ricardo Lagos, ni a Lula, ni a Bachellet, ni a Merkel, ni a Dilma, retomando funciones entre peluches y un perro faldero).
Lo cierto es que luego de esta manera especial de regresar, aparecen los cambios de gabinete. Aquí quiero detenerme. No comprendo, especialmente a las oposiciones, festejar como un triunfo la renuncia o el pedido de tal, a Guillermo Moreno. No ignoro que los ministros o secretarios no sólo están para asesorar y ejecutar políticas sino, además, para ser los fusibles y asumir responsabilidades cuando algo anda mal. Asumir responsabilidades de políticas que llevan adelante por indicación expresa de un Ejecutivo que las ordena. Jamás se me ocurriría pensar que Guillermo Moreno actuó todos estos años (desde 2005) por cuenta y cargo propio. Seguramente la impronta tosca, ruda y chabacana le pertenece, pero el fin provino siempre de sus superiores: Néstor y Cristina de Kirchner. Guardo para mí la impresión que las oposiciones una vez más no están a la altura del voto conferido por la ciudadanía. Escuché opositores más aplaudidores con algunos cambios del gobierno que el propio oficialismo. Propios y extraños han saludado jubilosos la aparición en la Jefatura de Gabinete de Jorge Capitanich, quien no ha podido o no ha querido arreglar o encaminar o consternarse del problema de los qom y los tobas cuyas policías matan como moscas en su territorio. ¿Qué puede entonces aportar con sensatez a la política? Quienes han aplaudido a rabiar el alejamiento de Moreno manifiestan expectativas con respecto al nuevo ministro de economía Axel Kicillof. No podría explicar esta conducta porque no hay diferencia en el fondo entre el saliente secretario y el flamante ministro. ¿Será la necesidad de creer que algo va a cambiar la que empuja al error a avezados políticos?
En su primera conferencia de prensa el jefe de Gabinete Jorge Capitanich, habló de la necesidad de fortalecer las economías regionales (aceitunas, algodón, etc), la pregunta es ¿de qué manera lo hará dado que es este propio modelo, al que la Presidenta llamó a profundizar en su primera alocución pública, el que actuó en su detrimento?
El opositor más notorio por los votos obtenidos, Sergio Massa, declara a contramano de la sólida diputada Graciela Camaño en el primer tema de trascendencia sobre el que le toca opinar. Camaño sobre la reforma al Código Civil y Comercial declaró: “El proyecto sobre responsabilidad del Estado es una barbaridad; sería mejor calificarlo como proyecto de irresponsabilidad del Estado. Ve en línea con la nueva ley de cautelares, que deja indefenso al ciudadano frente al poder del Estado”. El electo diputado Massa mencionó que aprobarán el proyecto en general y luego marcarán las disidencias. Primero sería interesante saber cuál es la urgencia para realizar un tratamiento exprés de un tema que marca cabalmente la vida de los ciudadanos. Segundo, entiendo la predisposición de Massa a tratar un tema de real importancia, pero los hechos del pasado reciente en el Congreso de la Nación indican que una vez habilitado el tratamiento el oficialismo jamás admitió el cambio de una coma e hizo uso de la mayoría. Si este antecedente no transita la memoria de los diputados electos, sólo deben recordar lo que en esta semana declaró el ministro de Justicia, Julio Alak, cuando dijo que no aceptarán cambios. Indudablemente la ciudadanía en estas últimas elecciones en una amplia mayoría cuando ha votado por alternativas al oficialismo, lo ha hecho mucho más por su clara disidencia con el kirchnerismo que por su adhesión a opciones opositoras.
Política en Santa Fe
Comenté la semana pasada que senadores justicialistas pidieron reunión con Massa. El senador Armando Traferri no sólo reconoció tal reunión sino que admitió la invitación que le hicieran al diputado Massa para visitar la provincia en la primera quincena de diciembre. Lo que no contó públicamente es que Massa le sugirió que lleven su inquietud política al despacho del senador Carlos Reutemann, dado que, les dijo: “Cuando vaya por Santa Fe lo haré con él”.
Los cambios en el gabinete de la intendenta Mónica Fein no sólo obedecen a la necesidad de oxigenar su Ejecutivo sino además intentar consolidar una gestión que debe proyectarse más allá del 2015. A propósito, esta meta no sólo beneficiaría a la actual intendenta sino que su fortalecimiento implica un avance de importancia territorial para la candidatura a gobernador del actual senador Miguel Lifschitz, quien no deja de recorrer departamento por departamento de la provincia. “Que Antonio me apoye es parte de lo hablado y acordado hace tiempo”.
Fuente: el ciudadano web, Rosario.