Por Oscar Romero.- Otra vez caballos sueltos. Otra vez un accidente evitable. Otra vez el silencio. Lo que vivió Pablo R. (42), vecino de San Francisco, al chocar contra un equino mientras circulaba en auto con su hija en plena madrugada, es una postal repetida de una ruta nacional 19 que se volvió tierra de nadie, sobre todo en el tramo que va de San Francisco hacia Josefina en la jurisdicción de Santa Fe. No se trata de una fatalidad. Se trata de una negligencia sistemática.
No es nuevo. Basta con repasar los últimos años: animales que deambulan a la vera del asfalto, a oscuras, sin señalización, y muchas veces en grupos. Lo saben quiénes viajan de noche. Lo denuncian vecinos. Lo advierten automovilistas. Pero ni las fuerzas de seguridad a cargo en la jurisdicción ni los responsables políticos parecen reaccionar.
Pablo pudo contarlo. Frenó a tiempo, su hija resultó ilesa, y el caballo escapó. Pero ¿y si no frenaba? ¿Y si hubiera terminado como Marías Olivieri, el sanfrancisqueño que se accidentó en noviembre de 2024 y estuvo internado 41 días, también en la misma ruta, a solo dos kilómetros de diferencia? Las preguntas sobran, pero las respuestas faltan.
Hay una desidia que se volvió costumbre. Nadie controla. Nadie multa. Nadie exige que los propietarios de estos animales asuman la responsabilidad que les corresponde. Y cuando ocurre un accidente, las autoridades miran para otro lado. O peor: lo tratan como un hecho aislado.
Pero no es aislado. Es estructural. Y es peligroso. Porque en el abandono a la ruta nacional 19 no se está jugando solo la vida de los conductores: también la de los propios animales, muchas veces víctimas del abandono. No hay excusas posibles. Hace falta voluntad política y decisión de las fuerzas de seguridad para evitar más tragedias.
La pregunta es cuánto falta para que alguien muera. ¿Qué esperan? ¿Una tapa de diario con un cuerpo cubierto por una sábana blanca al costado de la ruta? El día que eso pase ya no alcanzarán los comunicados. Y será tarde para asumir las culpas que hoy nadie quiere cargar.
Fuente: https://el-periodico.com.ar/