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Carta a los señores médicos de Rafaela y la región y al lector en general

Por el Dr. Gustavo Tita.- Hace varios años ocurrieron algunos hechos de suma gravedad institucional y pública en la ciudad, referidas a instituciones de prestaciones médicas que involucraron a la familia médica toda y otras especialidades afines y/o dependientes de estas; y no sólo a «una familia de médicos de la ciudad» como pretendieron esgrimir algunos directamente interesados y otros que, como avestruces, por temor o cobardía, escondieron la cabeza en la tierra desviando la atención adrede.
Es ahí cuando comencé un periplo absolutamente solo a través de determinadas y gravísimas denuncias públicas y judiciales en tenor a los malditos negocios y negociados de la salud en Rafaela y la Región. Hoy aquello que vaticiné se ve tristemente plasmado en una realidad innegable como lo es el deficiente, lamentable, insuficiente y hasta a veces muy peligroso servicio de salud en la ciudad y zona de influencia expuesto a través de un monopolio obscenamente consumado. Esto es producto de la avaricia desmedida de algunos personajes muy conocidos por todos devenidos en «Empresarios de la Salud» que adolecen absolutamente de moral y vergüenza; parafraseando a Fernando Solari en el diario LA OPINION del día domingo 15-09-2013, lo que menos poseen es la «reputación». Algunos son médicos, otros contadores, otros abogados y otros representantes del Poder Judicial propiamente dicho y otros dependientes de menor jerarquía a través del temor o la genuflexión manifiesta que manipulan y maniobran a su antojo amparados por una clarísima corrupción que, desgraciadamente, ya está institucionalizada en nuestro país y en particular en Rafaela.
A propósito de esto, todos los días nos toman por tontos o idiotas nuestros tan mentados políticos de turno y otros corruptos que al decir de Ernesto Tenenbaum festejan la impunidad al servicio de los supuestos poderosos que pretenden acallar voces y que todo manejan imponiendo con ostentaciones de dinero y amenazas más graves que tu familia y tus hijos te lo van a demandar.
Señores colegas médicos de Rafaela y la Región que en muchos casos asumen cabizbajos y con resignación la miseria que les pagan los dueños del negocio y también asumen la redistribución y traslado como ganado a otras instituciones médicas conformadas por nuevas y distintas Sociedades que van cambiando de nombres, fachadas y representantes legales según las necesidades pero con los mismos actores. Los ejemplos sobran: el más cercano en el tiempo es la desaparición del emblemático Policlínico Rafaela y su transformación en Clínica de la Ciudad como tantos otros anteriores (ASIS – APREME – Rafaela ACE – Prestadores del Noroeste Santafesino ACE, etc.).
¿Hasta cuándo este ultraje a nuestros más íntimos valores? ¿Hasta cuándo obedecer con temor a estos designios infames? ¿Cuándo vamos a salir a gritar la verdad de lo que nos sucede? ¿Qué somos, hombres o ratones?, con el más debido respeto a la ética y deontología médica.
Todos ustedes lo saben porque así sufrimos y seguimos sufriendo como lo publiqué prediciéndolo hace muchos años. ¿Cómo puede ser que no haya camas para el PAMI y que la prestación sea tan paupérrima para los pobres y maltratados jubilados? ¿Cómo puede ser que no haya un centro de radioterapia? Claro, gastar en ellos no es útil al «Negocio» porque los dueños del mismo no van a vivir con el sueldo de jubilados a futuro. Pero, ¿hasta cuándo vamos a callar estas verdades disfrazadas de «Todo viene así de arriba»? ¿Desde arriba de dónde? ¿Qué pasa con la falta de atención a los niños de la ciudad? Sin embargo, doctores, creo como muchos de Ustedes, que ya es hora que los habitantes en general conozcan bajo qué calidad de servicios de la salud se hallan cubiertos o expuestos y también conozcan la verdad sobre los derechos que los asisten. Vale la salvedad aquí de que también esos derechos deben ser defendidos por representantes de la Justicia, de los que hoy mucho se adolece, salvo honrosas excepciones. Entonces cabe preguntarse aquí ¿La Justicia dónde está? Porque todos los santos días asistimos a que en Argentina y en Rafaela, los violadores y asesinos no sólo físicos sino también los violadores y asesinos morales, de la honestidad, la esperanza y la necesidad de curarse como así también la corrupción misma mata.
La justicia existe pero quienes no están a la altura de su demanda son muchos señores jueces y fiscales quienes también creo juran impartirla e impulsarla, o acaso la mala praxis es sólo médica. ¿Qué pasa con la Justicia cuando libera a unos de estos asesinos que de la forma física o moral vuelven a matar? Claro, no cómo los médicos, ya que ellos están amparados bajo el famoso paraguas de los fueros. ¿Pero quienes son estos señores que deben ser ejemplos de la verdad, la moral y la honestidad? ¿Por qué nunca se habla claro? ¿Por qué se cajonean expedientes en donde la dilación es de tantos años y que involucra casos de incumbencia de los negocios de la ciudad en Rafaela? ¿Será porque el dinero en juego está por encima de las necesidades reales del gasto en salud? ¿Por qué no se dice la verdadera causa del control de la Asociación Médica, la pérdida de su entonces excelente mutual y/o la famosa venta de Policlínico Rafaela? No se habla ni se aclara porque estaríamos abriendo las puertas para que se muestre o se comience a mostrar el monopolio obscenamente consumado.
Señores médicos nosotros tenemos el deber de enaltecer y preservar los sagrados preceptos de nuestra profesión. Les ruego de una vez por todas por nuestra dignidad humana y médica, hombría de bien, por nuestras familias, nuestro hijos, por un futuro mejor, pongamos lo que hay que poner sobre la mesa. Está aquí en juego la vida y la muerte de muchos seres humanos que pueden ser nuestros hijos, abuelos y/o enfermos en general que son en gran parte nuestra responsabilidad. Luchemos por dignificar nuestra profesión que hoy está siendo bastardeada como la sociedad misma. Seamos legítimos y decorosos herederos de lo que nos han regalado otros hasta entregar su vida por el bien común como San Martín, Belgrano, Sarmiento, los Soldados de Malvinas, Dr. Favaloro, el médico que murió atropellado cuando en un choque en cadena bajó a socorrer a los heridos hace poco y tantos otros no tan conocidos. Recordemos aquí los dichos de Fernando Solari, LA OPINION del 15/09/2013 «Recuperemos la vergüenza» y apoyemos la idea de preservar la clave del éxito como empresas y personas que es la reputación. Ensayemos la humillación pública de estos personajes que tanto daño le hacen a la sociedad en general y a los enfermos en particular. Hagamos honor a estos ejemplos, vamos a involucrarnos con la Argentina que nos merecemos, despertémonos de este sopor aletargado y suicida y pensemos qué les dejamos a nuestros hijos y nietos. Hagamos valer nuestros derechos, nuestro honor a esta bendita democracia. Es hora de que saquemos la careta a los hipócritas y hagamos caer los velos de los que tengan injerencia en estos temas. No sigamos callando y otorgando. Señores médicos que Dios nos guíe pero considero que es hora de que unidos hagamos algo. Esperemos que no ocurra lo de hace años atrás y marquemos ahora qué es lo pretendemos para el futuro, por una justicia «más justa» y verdad más » verdadera». Pretendamos ambiciosamente ser al revés del dicho «Cabeza de león y no cola de ratón», alejemos el miedo y el conformismo y aportemos lo nuestro a esta sociedad y al país en general desde aquí, desde nuestro pequeño lugar.
Por último es mi deseo aclarar que si algún colega, juez, fiscal, político, periodista, institución y/o persona en general desean recoger este guante me pongo a su disposición y a su vez aprovecho para proponer un debate público con todos los que se sientan involucrados o quieran involucrarse. 

Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 7 de octubre de 2013.

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