Por Emilio Grande (h.).- Sobre las consecuencias jurídicas y políticas del histórico fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre Cristina de Kirchner, Hernán Cappiello (periodista judicial del diario La Nación y director del Departamento de Ciencias de la Comunicación y Periodismo de la UCA) opinó que “la ex Presidenta está en prisión domiciliaria y va a permanecer en esta condición detenida por lo menos a lo largo de los 2/3 de la condena que debe cumplir de 6 años. Las condiciones de esta prisión son que no puede salir del departamento, usar una tobillera electrónica que controla sus movimientos y un régimen de visitas de familiares, policías, médicos y abogados. Cristina protestó por estas reglas de conducta y lo que hizo fue recurrirlas para que se flexibilicen las visitas políticas para recibir a dirigentes partidarios”, en el programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1) de Rafaela.
Y agregó: “las consecuencias políticas están por verse. Cristina Kirchner recuperó centralidad dentro del peronismo, las encuestas muestran que recuperó su imagen entre sus seguidores y se tiene que resolver la disputa de poder partidario con la conformación de las listas de la provincia de Buenos Aires. ¿Cristina seguirá teniendo la lapicera, va a ser Axel Kicillof o los dirigentes de Sergio Massa? También saber si el peronismo irá unido en este distrito electoral cerrando filas o si seguirá con estas divisiones que posibilitan un crecimiento de La Libertad Avanza. En la ciudad de Buenos Aires LLA ya desplazó a Mauricio Macri y diluyó la influencia del PRO, Juntos por el Cambio está astillado y detonado hace rato y en la provincia de Buenos Aires LLA se fagocitó a los dirigentes del PRO como Diego Santilli y Cristian Ritondo. Esa lista de unidad del oficialismo lo pone en un lugar expectante sobre todo si el peronismo sigue dividido”.
-En materia de lo robado durante 12 años fue estimado en 84.000 millones de pesos, ¿la Justicia podrá investigar y devolver el dinero al Estado?
-Entre los condenados está Lázaro Báez, teniendo 120 millones de dólares en propiedades y bienes que están ya embargados y es algo para empezar a cobrar; el resto que son unos 550 millones de dólares que debería salir del patrimonio de los otros condenados. Cristina Kirchner tiene un patrimonio declarado de 250 millones de pesos, pero la Justicia está investigando otros bienes. No hay que descartar que haya un recupero del Estado de buena parte de esos 500 millones de dólares.
-Algunos funcionarios judiciales y abogados, entre ellos el ministro de la Corte de Santa Fe Daniel Erbetta, cuestionaron el juicio oral en 2022 por cierta parcialidad en el caso del fiscal Diego Luciani y el juez Rodrigo Giménez Uriburu porque jugaron al fútbol en la quinta de Mauricio Macri, ¿cuál es tu mirada?
-Todo eso ya está discutido, analizado y fue dejado de lado tanto por la Cámara de Casación como por la Corte Suprema de Justicia. De hecho, la Corte abordó ese argumento en su fallo, dejando firme la condena al decir que Cristina Kirchner no había establecido en qué medida esas circunstancias de las supuestas cercanías de funcionarios judiciales con el gobierno de Macri habían afectado su caso. Estamos ante una condena inédita por primera vez de una presidenta argentina por corrupción y quedó firme por un fallo de la Corte. La última vez que la Corte condenó a un ex presidente se trató de un ex dictador militar por violaciones a los derechos humanos que estaba más cerca de la jubilación y sin poder. Tenemos que acostumbrarnos que en algún momento la Corte dice basta y esta es la certeza jurídica; podemos no estar de acuerdo y no gustar, pero es un fallo al que hay que acatar. Cristina Kirchner se sometió a la Justicia, acató este fallo, está detenida y la tobillera electrónica es la evidencia palpable que hay un reconocimiento de este poder del Estado por encima del poder omnímodo que supo tener cuando fue Presidenta.
-Los abogados de Cristina dijeron que apelarán ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ¿qué antecedentes hay en la materia en casos similares y cómo actuó la Corte de Argentina?
-Es un proceso muy largo, primero la Comisión Interamericana tiene que admitir el caso y entender que hubo en el proceso una violación de los derechos humanos; si entiende que hay algún elemento lo eleva a la Corte Interamericana y ahí tiene que decidir. Esto puede llevar muchos más años de lo que implica la sentencia que se le impuso a Cristina Kirchner. Probablemente, este sea el camino que realice la ex Presidenta porque está buscando que se anule esta sentencia para dejar atrás y limpiar este antecedente.
-Hay otros juicios pendientes para Cristina como Hotesur y Los Sauces, los Cuadernos y el memorándum con Irán. En caso de nuevos fallos en su contra, ¿se le agregarán más años de prisión?
-Claro. Si hay una condena se debería unificar la actual de 6 años con otra posterior por Hotesur y Los Sauces o los Cuadernos, pero es un proceso largo porque son juicios muy grandes que pueden demorar muchos años. El caso de los Cuadernos puede arrancar en noviembre, Hotesur el año que viene y la firma del memorándum con Irán no resta nada por hacer porque deben fijar la fecha y arrancar con el juicio oral.
-En el tema de tu tesis doctoral de la UCA estás tratando el caso de Cristina Kirchner, ¿estos elementos judiciales te abonan para tu investigación?
-La hipótesis de la tesis está basada en la manera en que se termina de construir el juicio mediático alrededor del caso de la ex Presidenta; el insumo con el que trabajamos son las publicaciones de los medios de comunicación, las redes sociales y las que hizo el kirchnerismo durante el proceso, siendo materia prima para poder elaborar este texto que pronto podamos presentar y así recibirnos.
-¿Cómo quedaron los medios de comunicación respecto a las redes sociales que vienen teniendo protagonismo? ¿El periodismo vuelve a revalorizarse?
-El periodismo está en debate y en tela de juicio. Frente a las redes sociales, hay una reconsideración de los contenidos de los medios establecidos, los legacy media, como un refugio donde las audiencias van en busca de alguna información certera y, al revés, los medios tradicionales están mirando a las redes sociales y a los influencers porque en sus modos de contar historias están perdiendo audiencias y buscan nuevas narrativas.