Por Emilio Grande (h.).- En un histórico fallo la Corte Suprema de Justicia confirmó las condenas del tribunal oral y de la Cámara de Casación a seis años de prisión e inhabilitación perpetua a ocupar cargos públicos contra Cristina Fernández de Kirchner y a ocho imputados más por defraudación al Estado en la causa Vialidad. De los 3 ministros del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti fue propuesto por el entonces presidente Néstor Kirchner y Horacio Rosatti fue ministro de Justicia de ese Gobierno. Adelantaron que apelarán ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Más allá de algunos cuestionamientos jurídicos del debido proceso en el juicio oral sobre principio de inocencia, admisibilidad de la prueba, imparcialidad del juzgador, oralidad y derechos del imputado, según el ministro de la Corte provincial Daniel Erbetta, más de 20 funcionarios judiciales entre jueces y fiscales consideraron que había pruebas suficientes para confirmar en cinco instancias que los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner saquearon al Estado durante 12 años, estimándose en un perjuicio de 84.000 millones de pesos a lo largo de 51 obras públicas viales en Santa Cruz, desde que Kirchner transformó a Lázaro Báez de empleado bancario a empresario de la construcción hasta que Cristina dio la orden de “limpiar todo” tras perder las elecciones en 2015, según el relato del ex funcionario José López, quien en 2016 intentó ocultar casi US$ 9 millones, arrojándolos en bolsos por encima de la puerta de un convento de monjas en General Rodríguez y también armas semiautomáticas.
La primera en denunciar estos hechos de corrupción fue Elisa Carrió en 2008, pero las distintas instancias demoraron 17 años para que la causa de Vialidad fuera confirmada por el máximo tribunal nacional.
El Tribunal Oral Federal N° 2 (TOF 2) decidió otorgarle la prisión domiciliaria a Cristina de Kirchner y resolvió no presentarse en Comodoro Py. La decisión del tribunal presidido por el juez Jorge Gorini impuso el uso de la tobillera electrónica a la ex presidente, pero puede salir al balcón a saludar y habilitó la presentación de un listado de personas que pueden visitarla sin autorización en el departamento que eligió para cumplir la pena en el barrio porteño de Constitución.
Por este motivo, el Partido Justicialista organizó el miércoles pasado un masivo acto en la Plaza de Mayo en el confluyeron distintas agrupaciones políticas, incluidas las de izquierda, siendo la única oradora Cristina de Kirchner a través de un audio grabado de ocho minutos y sin imagen, cuestionando el fallo que la inhabilita a competir para ocupar cargos públicos, pronosticó que el gobierno de Javier Milei “tiene vencimiento” y convocó al peronismo a reorganizarse para volver al poder.
Cristina está ante otros tres juicios orales, dos de ellos por hechos de corrupción: uno es por lavado de dinero en los hoteles de Hotesur y en los edificios de la empresa Los Sauces de los Kirchner, y el restante es por el caso de los cuadernos, que escribió el chofer del Gobierno Oscar Centeno, detallando dónde se retiraban los sobornos y dónde se entregaban, quiénes los pagaban y quiénes los cobraban. El juicio por la causa de los cuadernos empieza el 6 de noviembre, luego de que pasaran más de cinco años desde que el juez Claudio Bonadio (fallecido) cerrara el expediente con decenas de imputados entre ex funcionarios kirchneristas y destacados empresarios argentinos.
El tercer juicio es sobre el memorándum con Irán para “esclarecer la verdad” sobre los autores del criminal atentado contra la AMIA que dejó 85 muertos en 1994. El régimen teocrático que gobierna Irán fue el autor intelectual y financiero de ese atentado, según la Justicia argentina. Si fuera nuevamente condenada a prisión, serán más años de cárcel que se agregarán a los actuales seis del caso Vialidad.
En el plano político, ¿no será el momento para que el peronismo se reconfigure a nivel nacional, buscando nuevos referentes en la renovación partidaria para no quedar atornillados al kirchnerismo, que tanto daño le hizo a la Argentina?
