Por Emilio Grande (h.).- En el marco de la colecta anual de Cáritas prevista para este fin de semana (7 y 8 de junio) en todo el país, en la siesta de este martes se brindó una conferencia de prensa en el salón de la capilla “San Miguel” (Luis Maggi y 500 Millas, barrio Güemes), que depende de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús. La modalidad es que cada parroquia la organiza dentro de sus posibilidades y recursos con voluntarios, recorriendo casa por casa y también en las misas.
Estuvo a cargo del obispo diocesano Pedro Torres, Claudio Badino (párroco de Santa Rosa de Lima), el diácono Héctor Gaitán, Marilina Albrecht y María Elena Nuñez, mientras un grupo de mujeres (son dos grupos) armaba la masa para cocinar los panes caseros para consumo familiar y para vender. También funciona un ropero comunitario.

“Hay que organizar la esperanza, es una de las consignas de este año. La esperanza no se pierde porque el cariño de los demás, el amor, el servicio siempre nos alientan a salir adelante. Despertar el deseo de seguir peleándola en medio de las dificultades, buscando espacios, recursos, acompañantes, el sostener en medio del dolor y la enfermedad, capacitarse para el trabajo. La colecta de Cáritas se realiza en este año jubilar de la esperanza, agradeciendo la colaboración a todos los que hacen su aporte este fin de semana y a los voluntarios que diariamente prestan servicio en los espacios de Cáritas”, destacó Torres.
A su turno, Badino invitó “a toda la comunidad a sumarnos a la colecta anual de Cáritas, en el contexto del año jubilar de la esperanza porque se cumplen 25 años de la colecta en todo el país, para seguir comprometiéndonos cada vez más en esta tarea de colaborar, pensando en los hermanos más necesitados. El objetivo fundamental es reunir fondos para sostener durante el año todos los programas de acompañamiento, de ayuda directa y de promoción humana. La caridad la tenemos en nuestro corazón para compartirla con los demás”.
Por su parte, Albrecht sostuvo que “a lo largo de toda la diócesis de Rafaela (departamentos Castellanos, San Cristóbal y 9 de Julio) en todas las parroquias realizan las caminatas por esta colecta con la particularidad que este año coincide con la fiesta de Pentecostés y el año jubilar de los jóvenes (se reúnen 400 personas en la ciudad de Ceres) y se prolonga al próximo fin de semana. El dinero recaudado se reparte en tres partes iguales: Cáritas parroquial, Cáritas diocesana y Cáritas nacional. Las parroquias sostienen sus proyectos y programas de cada comunidad. Además de acompañar a todas las parroquias, parte de los fondos de Cáritas diocesana va al Hogar de Tránsito Nazaret (Bernardo de Irigoyen 1153), donde se alberga en forma gratuita a gente de toda la Diócesis y de otros lugres, que necesita asistir al Hospital y no tiene un lugar dónde alojarse para dormir, bañarse y comer, en situaciones difíciles y dolorosas”.
Este cronista preguntó cuáles son las demandas mayores en el territorio diocesano, aclarando Albrecht que “las parroquias sostienen a las familias en situaciones más difíciles en lo inmediato, pero en realidad su trabajo más grande se da en los talleres como este (por el San Miguel), donde se promueve a las personas. No da permanentemente alimentos y ropa, que también lo brinda el Estado; la Cáritas parroquial está en comunicación permanente con el Estado y se trabaja en conjunto”.
También hay ayudas para las contingencias en un momento determinado como puede ser una inundación, una sequía grande, el incendio de una casa, entre otras. “En cada zona de la Diócesis hay desafíos distintos con la variedad cultural de realidades, que abarca 520 km de largo en tres departamentos”, remarcó el Obispo.
Finalmente, Gaitán agregó que “la Cáritas diocesana anima y acompaña a las Cáritas parroquiales. Por eso, nuestro trabajo es visitar, compartir, capacitar en forma virtual a nivel diocesano y presencial en las parroquias no solamente con recursos materiales sino también con la formación con Cáritas de Guadalupe en Frontera, donde acompañamos un proceso de formación del centro comunitario Mama Antula en Acapulco, para poder desarrollar sus propios desafíos, compartiendo conocimientos y saberes de las distintas Cáritas. En la diversidad de la Diócesis se dan distintas maneras y formas, por ejemplo, en San Vicente que articula mucho con el Municipio, donde desarrollan espacios de huertas”.