Por Emilio Grande (h.).- «Oficialmente es la primera vez que estoy aquí, pero he pasado por diferentes compromisos sin mucha publicidad. Me gusta el lugar, hermoso pueblo», fueron las primeras palabras del padre Ignacio Peries en una improvisada conferencia de prensa, luego de la bendición del Taller de Revisión Técnica Vehicular ayer al mediodía en nuestra ciudad frente al cementerio municipal.
Fue invitado especialmente por su amigo rosarino Alberto Aronna, uno de los socios VTI SA: «Con Alberto estamos trabajando hace casi 34 años, trabajó un montón en mi obra, no podía decir que no y aquí estoy cumpliendo con un amigo».
Los otros socios son Alejandro Grando, Diego Putero y Marcelo Cresta, quienes estuvieron presentes en el sencillo acto con motivo de cumplir el primer aniversario de la firma, al que también asistieron el secretario de Gobierno municipal Fernando Muriel, invitados especiales, empleados del emprendimiento comercial y algunos colados que se enteraron de la presencia del padre Ignacio en Rafaela, que con el paso de los minutos la gente se fue enterando a través de los medios de comunicación y entonces el cura visitante dio bendiciones en la vereda del local.
¿Qué hubiera pasado si se anunciaba públicamente que venía el padre Ignacio a Rafaela? Seguramente, miles de rafaelinos y de la zona hubieran ido hasta el lugar para al menos recibir una bendición.
Contó que en la parroquia Natividad en el barrio Rucci de Rosario «cada día hay más gente, normalmente en los últimos fines de semana de 15.000 a 20.000 personas, pero hay muchos colaboradores. La gente busca fe, la posibilidad de encontrar una respuesta a todas las cosas que están pasando: enfermedades, embarazos y gracias a Dios han tenido muchísimos hijos por bendición de Natividad. También vienen por trabajo y como dice Jesús buscan la vida en abundancia».
Reconoció que tiene cierto cansancio físico: «uno está parado entre 16 y 18 horas por día y genera cansancio. Como aumenta la cantidad de gente para recibir bendiciones y descanso poco, a veces duermo cuatro horas por día, entonces tengo que buscar un equilibrio: si yo no estoy bien los enfermos no van a tener la posibilidad de recibirme, entonces tengo que organizar y dedicarme más exclusivamente a los enfermos».
Muchos lo consideran un «padre sanador» y un instrumento de Dios, aclarando que «solamente Dios puede sanar y me eligió para ser un instrumento. Le digo a la gente que tiene que pedirle a Dios para sanar; es una palabra mal usada porque el ser humano no tiene el poder de sanar sino Dios, solamente invoco su gracia y él obra».
Y agregó: «me conmueve la necesidad de los demás, especialmente los enfermos con angustias y desesperación que buscan la gracia de Dios, no siento una obligación o cansancio sino feliz que puedo dar algún aliento, esperanza, alivio realmente que necesita la gente».
Este cronista le preguntó cómo ve el país con tantas divisiones y peleas en la dirigencia y en el pueblo, respondiendo que «son cosas que pasan, los seres humanos tienen bronca, odio, desesperación, falta de honestidad; ojalá que mejoren pronto».
También lo consulté sobre la designación de Bergoglio como Papa, ¿si va a ayudar a la Iglesia en el mundo y también en el país? «Cambió mucho porque anteriormente muchos sacerdotes extranjeros vinieron para trabajar en Argentina y América del Sur. Siendo el Papa argentino puede dar muchas respuestas: en Europa porque no hay muchos sacerdotes, bajaron las vocaciones y hay que predicar el evangelio. Bergoglio vivió con la gente, la humildad, la pobreza, el sufrimiento, toda esta experiencia para llevar a la cabeza de la Iglesia es una cosa muy positiva al mundo. Es un Papa diferente, el impacto de su imagen no solamente en los católicos sino en las diferentes religiones, tiene la posibilidad de llevar sacerdotes de acá y de América latina para dar más respuestas a la Iglesia de Europa. Es una esperanza, alegría y sorpresa, un argentino representando a Jesús en el mundo».
Finalmente, le preguntamos ¿cuáles son los mayores problemas que afectan a las familias? «La inseguridad de día como de noche, nadie está con tranquilidad cuando sale de su casa, sale un hijo y los padres están esperando cuándo vuelve, los padres salen a trabajar y uno está preocupado cuándo van a volver. Es la preocupación grande de la familia más que la plata».
«La gente busca fe y encontrar respuestas a tantos problemas»
Expresó el padre Ignacio ayer en Rafaela, quien vino para bendecir el taller de Revisión Técnica Vehicular. Considera que una de las preocupaciones es la inseguridad. Duerme 4 horas y atiende entre 16 y 18 horas por día.Por Emilio Grande (h.)