Inseguridad creciente en la ciudad de Rafaela

Por Emilio Grande (h.).- En los últimos tiempos la Perla del Oeste viene dejando de ser la ciudad “modelo” o “isla” que fue acuñada hace algunos años porque tiene problemas como cualquier población mediana o grande de la Argentina.
Una de las preocupaciones que más afecta a la gente es la inseguridad o la falta de la tranquilidad que supo haber no hace mucho, dejando las puertas sin llave, ventanas sin rejas o sentándose en la vereda en las noches de verano.
Basta mirar las noticias de los diarios locales, escuchar las radios o la televisión para escuchar los duros testimonios de los rafaelinos, entre ellos el de Agustín Aresse, quien fue reciente víctima de su local Azul Profundo en la segunda cuadra de Saavedra, denunciando el hecho públicamente en el diario La Opinión y también en este programa radial, incluido un encuentro que tuvo con el ministro de Seguridad Raúl Lamberto.
Después de tanta movida ahora fue detenido el ladrón, quien fuera también autor de varios hechos ilícitos en nuestra ciudad. En este contexto se suma el pedido de distintas vecinales por mayor seguridad, entre ellas la del Sarmiento, 9 de Julio y Mosconi.
De las últimas visitas del ministro provincial Lamberto a nuestra ciudad, luego de los reclamos y petitorios entregados, el funcionario prometió más asistencia de móviles (se entregaron cinco motos) y agentes policiales.
Las autoridades locales (intendente Luis Castellano y el senador Alcides Calvo) han solicitado unos 200 agentes policiales para el departamento Castellanos, cuando generalmente la mayor distribución de agentes están en Santa Fe y Rosario.
Conviene recordar que el ex jefe de Policía de la URV Juan Postovit había sido entrevistado en este programa de radio en 2005, señalando que faltaban 220 policías en nuestro Departamento y en ese momento había 566 efectivos policiales. En esa oportunidad recordó que en 1960 en el departamento Castellanos contaba con unos 630 policías, pero la población era menos del 50% de la actualidad, con otra realidad social y menos conflictiva que en el presente.
La falta de agentes policiales no es un problema nuevo sino que viene desde hace varios años y se repite en gobiernos de distintos signos políticos. A esto hay que sumar los bajos salarios de los policías con lo cual están tentados a coimear en sus actuaciones, como así también la necesidad de invertir en móviles policiales sumado a la connivencia con los ladrones, el narcotráfico y los políticos. ¿Es consciente la dirigencia provincial tanto oficialista como opositora que la seguridad es un problema real y no una sensación como creen algunos funcionarios?