Por Emilio Grande (h.).- La reconocida cantante Natalia Carossi cantó el sábado a la noche en el Teatro Lasserre en el ciclo de Música Popular 2012 organizado por la Asociación Cultural Otras Voces y el Círculo de Prensa de Rafaela, siendo presentada por Adrián Ingaramo.
Presentó su cuarto disco “Ave guaraní”, un cancionero litoraleño dedicado a las aves de nuestra región y al legado cultural que los guaraníes han dejado a través de la enseñanza con un homenaje al picaflor, el dormilón, el carancho, la tacuarita, el zorzal, el benteveo, el pitogué, el pirincho, el atajacaminos, entre otros.
No hubo mucho público pero el colaborador de LA OPINION Antonio Fassi dijo una verdad antes del inicio, citando a Atahualpa Yupanqui: «el músico puede alumbrar o deslumbrar». En el caso de Carossi bien puede aplicarse el primer verbo porque brindó una propuesta original a través de una investigación que le demandó unos 13 años viajando hasta las tierras del noreste argentino, rescatando historias de los guaraníes. Cantó en las dos lenguas con su guitarra y «a cappella» con una voz muy especial más emparentada con la música clásica pero adaptada a un género de folclore fusionado.
«El rescate del ave tiene que ver con la principal defensa del monte nativo de esta región que te permite un lugar para escribir estas letras. El ave es un símbolo que transfiere valores de libertad, autodeterminación, solidaridad, creación, producción colectiva, equilibrio, salud, armonía, belleza y amor y respeto por la vida», destaca a este cronista al término del recital.
Y agrega: «El ave nos enseña sobre la esencia del espíritu del lugar que habitamos. Conocerlas ayuda a develar parte de nuestra identidad regional porque el ave ha vivido milenios junto al hombre y desde entonces ha enseñado sobre los vientos, los tiempos de siembra y cosecha, las inundaciones, el hallazgo de alimento, la trascendencia de la vida, la conexión con lo divino, con el arte y la ciencia».
Los temas de este CD son: Mainoí, El carancho, Pájaro criollo, El zorzal profeta, La tacuarita, El pirincho, Tú mi bailarín, El atajacaminos, Verá Ka`arú, En la casa de mi abuela, Ave guaraní y Reta guireju.
Sus discos anteriores son: «Aguaí, música litoraleña argentina», «Espíritu guaraní» y «Canto das Dúas beiras» (verbalizado en gallego y guaraní). En 2007 el gobierno español prórroga su estancia en el país por considerarla “embajadora de la cultura regional del Paraná en Galicia”.
Seguramente, a los presentes en la noche del sábado les permitió reflexionar sobre la importancia de preservar la naturaleza en un contexto de crisis ambiental, en lo personal hurgando un escrito de Carlos Galano trabajado en el seminario de «Problemática ambiental en el contexto de la globalización» de la maestría de Comunicación Estratégica que curso en la UNR: «los cambios inéditos que se están produciendo en el entorno, cambios inéditos y sorprendentes con la tecnologización agroquímica de la producción agraria, generando en la zona de Casilda que las perdices ahora ponen huevos y no tienen crías, según contó un chacarero».
Carossi se considera una ciudadana del mundo. Nació en la localidad norteña santafesina de Villa Ocampo pero sus abuelos vivieron al sur provincial en Serodino, mamando las vivencias de la naturaleza. Después se radicó en la capital provincial donde estudió Comunicación Social en el Instituto Nº 12, trabajando en diario El Litoral, pero entre el periodismo y la música optó por esta última porque le permitió trascender fronteras relegando el estrés laboral del periodismo.
Después empezó una gira maratónica viviendo en la ciudad de Paraná, en Brasil de sur a norte llegando hasta Salvador -capital de Bahía-, cruzó el océano para desembarcar en España haciendo base en la ciudad Santiago de Compostela con giras por España, Portugal y Alemania. En ese momento aparece su compañero y actual pareja el músico Xavier Mugardos. Están radicados en Colonia Avellaneda, cerca de Paraná, dando clases de música y viajando para los recitales.
Cuando la música te transporta a las aves
Natalia Carossi brindó una propuesta original en el Teatro Lasserre a través de una investigación que le demandó unos 13 años viajando hasta las tierras del noreste argentino, rescatando historias de los guaraníes. Cantó en las dos lenguas con su guitarra y "a cappella" con una voz muy especial más emparentada con la música clásica pero adaptada a un género de folclore fusionado.Por Emilio Grande (h.)