Por Emilio Grande (h.).- El barrio 42 está ubicado en el sector noreste de Rafaela, que incluye los 315 lotes con la novedad del excesivo aumento de las cuotas y en algunos casos con multas, como así también el grave problema de la inseguridad, que afecta a la mayoría de las barriadas de nuestra ciudad.
Hace unos días hubo una reunión de los vecinos propietarios con representantes del Ejecutivo municipal para reclamar por el aumento imprevisto de sus cuotas. Estuvieron el secretario de Gobierno y Modernización Germán Bottero, el director del Instituto Municipal de la Vivienda (IMV) Pierluigi Chiatti y los concejales opositores Paz Caruso, Valeria Soltermam y Juan Senn, Delvis Bodoira (pre candidato a concejal), entre otros.
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“Si bien los valores no son altísimos, sí los índices que están tomando. Nuestro planteo es que se revean los contratos y se congelen los intereses de las cuotas porque va a llegar un momento en que será insostenible pagar”, graficó Martín Rodríguez, uno de los representantes de los 315 vecinos afectados, durante el programa “Sábado 100” por radio El Espectador (FM 100,1), conducido por quien firma esta entrevista.
Y agregó: “En un primer momento la cuota era de 96.000 pesos, desde el IMV informaron que no iba a superar los 100.000 pesos y los intereses iban a rondar entre el 1 y el 3%. En el momento de la firma de los contratos la cuota no fue de 96.000 pesos como se pactó sino de 119.000 pesos. A los tres meses siguientes, el valor escaló a unos 155.000 pesos”.
Este aumento representa el 61% sobre la cuota pactada de 96.000 pesos y el 30% sobre los 119.000 que empezaron a pagar. Ya van por la quinta cuota de un total de 120. “Nunca pagamos 96.000 pesos porque fue un valor que se utilizó para hacer política y marketing; cuando nos citaron en el Instituto, que fue todo muy de golpe porque no había novedades, no se sabía cuándo sería el sorteo, se hizo el sorteo, se llamó a la gente, menos de una semana para acercarte al IMV con la documentación y los garantes. Lo consideramos como una maniobra que hicieron, jugando con la necesidad de la gente”, remarcó.
-¿Los vecinos están pagando normalmente o se les hace cuesta arriba?
-Si bien en su mayoría, un 90% de vecinos, está al día con las cuotas, el problema no es el retraso. Al valor de la cuota hay que sumarle los gastos para edificar porque el sorteo se planteó como una necesidad de la gente para habitar y no como una inversión a futuro. Todos quieren tener sus planos, que están demorados, sacar los permisos y habilitaciones para avanzar con la construcción, y comprar materiales, pero no se puede porque los costos son altos.
-Además del aumento de las cuotas, ¿hubo multas?
-Hubo multas por poda, el gran problema que tenemos con el Municipio es que cada 15 días nos notifican por mantenimiento y poda, los vecinos se acercaron a su lote y el césped no estaba alto y habían cortado el césped; lo vemos como una especie de persecución, no entendemos cuál es la intención del IMV porque en un primer momento se habló de ayudar a los vecinos que quieren tener su casa propia. Ya empezaron a construir 5 vecinos y se dio un caso de una familia que sin tener la habilitación del permiso recibió una multa de 1.500.000 de pesos porque quiere terminar la vivienda y dejar de alquilar por los gastos.
-¿Hubo diálogo con las autoridades municipales?
-El día de la reunión se presentaron Pierluigi Chiatti, quien no nos brindó ningún tipo de solución, aclaró la situación y explicó cómo se está manejando el Instituto con el loteo y el cobro de las cuotas, y también Germán Bottero. Quedaron en darnos algún tipo de respuesta en los primeros días de marzo y, por lo pronto, es lo que estamos esperando.
-¿Cómo está la inseguridad en el sector?
-Tenemos quejas de vecinos por los robos con total naturalidad. Si bien tenemos una casilla de seguridad privada no es suficiente, desconozco si es falta de personal o las rondas no se hacen. Actualmente, de los 315 propietarios de lotes nadie vive en el barrio y la mayoría alquila con todo el gasto que representa.