Por Emilio Grande (h.).- Atrás quedaron los discursos de campaña electoral de 2023, la casta política, los periodistas ensobrados, la batalla cultural contra el wokismo, la prepotencia pública en encuentros en la Argentina y en foros internacionales.
El presidente Milei de buena fe, que de ser así llama mucho la atención, o directamente con intereses turbios promocionó en su cuenta X de economista la criptomoneda $LIBRA, “proyecto privado se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina”, agregando un link para comprar, pero llamativamente 5 horas después el tuit fue borrado aclarando que “no tengo vinculación alguna y no estaba interiorizado de los pormenores del proyecto”, produciendo graves consecuencias económicas porque beneficiaron a los responsables de la cripto citada, especialmente Hayden Davis y su séquito, y perjudicó a cientos de personas de distintos lugares del mundo.
Segundos después del posteo, se registraron compras y el criptoactivo pasó de cotizar US$0,25 a US$5,54 en minutos. $LIBRA logró una capitalización de mercado de más de US$4.500 millones. Pero en menos de cinco horas la cifra se evaporó. Después de tocar el máximo de US$5,54, se registraron ventas de forma masiva por casi US$1.500 millones. Muchas billeteras virtuales lograron ganancias por más de US$8 millones.
En medio del escándalo hubo una entrevista del colega Jonatan Viale a Milei, pero durante la grabación se metió el poderoso asesor Santiago Caputo para interrumpir el diálogo por posibles consecuencias jurídicas con el consentimiento del periodista, que luego se filtró, criticando el jefe de Gabinete Guillermo Francos la actitud del inexperto Caputo.
Luego del lamentable episodio, Viale habló en radio Rivadavia y en el canal TN, cargando contra sus colegas y apuntó al entorno presidencial, admitiendo haber accedido a quitar el fragmento de la interrupción del asesor presidencial de la edición final y reconoció además no haber contado con la “firmeza necesaria” para mandar a Caputo “a la mierda (sic)”.
Volviendo al Presidente, enfrenta una serie de denuncias por presunta estafa a nivel nacional, donde el fiscal Eduardo Taiano dispuso medidas de prueba, e internacional, donde un estudio jurídico de Nueva York sumó más de 200 clientes de la Argentina, EE.UU., Europa y Asia para una eventual demanda colectiva y se agrega al reporte de “operaciones criminales” que recibió el FBI. No prosperó la creación de una comisión investigadora en el Senado.
Hay muchas versiones sobre como Milei se dejó “manejar” por estos empresarios durante sus reiterados encuentros internacionales, entre ellas que para acceder a la Casa Rosada algunos funcionarios cobrarían coimas, que de ser verdad es gravísimo.
Por ahora el “triángulo de hierro” formado por el Presidente, su hermana Karina y Caputo asesor sigue firme, aunque empieza a resquebrajarse por el criptogate en la peor crisis institucional que atravesó el Gobierno hasta el momento.
Uno de los sondeos de opinión pública que se conoció tras el escándalo por la criptomoneda $LIBRA arrojó un impacto en la imagen negativa del Presidente por más de diez puntos, pese a que todavía conserva un diferencial positivo más alto que el resto de los dirigentes de la oposición. La mayoría de los encuestados dijo estar “muy informados” acerca del caso. El informe fue difundido por el analista Jorge Giacobbe, analizando 1500 casos.
El escándalo de la criptomoneda salpica gravemente a Milei, cuyas esquirlas golpean al Gobierno en el marco de un año electoral. En vez de promocionar a supuestos emprendedores internacionales de oscuros intereses, el Presidente debe apuntalar a la frágil economía argentina con la inflación en baja como en los últimos meses y también revertir la espiral de la pobreza estructural, que alcanza al 39% de la población, pero requerirá de la implementación de reformas profundas y un crecimiento económico sostenido.