Una vez más triunfó la mayoría automática, el despotismo llegó para quedarse al Concejo Municipal de Rafaela. Ese al que poco le preocupa la transparencia en los procesos del Estado, en este caso ni más ni menos que la forma en que el Municipio realiza compras millonarias.
Con el único argumento de que hay un concurso de precios en marcha, los concejales Fossatti, Rolando, Sagardoy, Boidi y Mársico brindaron la posibilidad al Intendente Viotti de realizar compras millonarias sin licitación, sin ningún tipo de límites presupuestarios.
Así no se administran los recursos públicos, claramente no es la forma correcta ni legal. Las excepciones que pidieron no pueden durar para siempre ni convertirse en regla.
Son los mismos concejales que sostuvieron y avalaron el aumento del 306% de los impuestos locales este año. Los mismos que ocultaron que el Intendente compró más de 500 mil dólares con recursos municipales sin siquiera informarlo o que mandó a su hermano de viaje a Alemania a un congreso ambiental, sin contar con los antecedentes mínimos que justifiquen su presencia.
Legisladores que son mayoría y están al servicio del poder Ejecutivo, la peor combinación para sostener el rol de contralor que debe ejecutar el Concejo Municipal.
Argumentos claros
Retomando las obligaciones legales, los estados municipales de la provincia de Santa Fe, acorde lo establece la Ley Nº 2.756 deben realizar licitaciones públicas en sus compras.
Es una clara decisión del Gobernador, a quien responde el signo político de nuestra ciudad, potenciar la transparencia a través de, por ejemplo, el programa “Vincular Santa Fe”, que asiste y acerca a proveedores del estado para participar de procesos licitatorios.
La clara señal de la descoordinación con el gobierno local, es la decisión del intendente Viotti de saltarse todos los procesos administrativos y de transparencia, como también lo hizo en el intento de comprar por tres años vehículos en forma directa.
La falta de conocimiento por parte de los concejales oficialistas sobre las compras y procesos administrativos que debe realizar el estado es total. No así el Concejal Mondino, que al tener experiencia en el ejecutivo advirtió rápidamente la situación. De todos modos, respondiendo a las órdenes de Viotti se abstuvo en lugar de votar en contra.
Una vez más Mársico en su rol de presidente, altamente cuestionado, sin justificar su voto hizo uso de sus facultades de voto doble y permitió que las compras del municipio se hagan sin pregonar por la transparencia, en contra de lo que tanto predicó cuando era concejal opositor.