Por Emilio Grande (h.).- La Sala IV de la Cámara Federal de Casación confirmó las acusaciones que la convirtieron en la primera Vicepresidente en ejercicio del poder en ser sentenciada a seis años de cárcel por no haber procurado el resguardo de los intereses del Estado, que utilizó para beneficio personal.
El fallo respondió a la teoría del “lawfare”, se habló de “maquinaria de corrupción”, de “un rol central” de la ex presidente, “lazos promiscuos y corruptos” y de “pruebas contundentes”, para explicar el criterio del máximo tribunal penal. Destacaron el rol clave de Cristina en el direccionamiento de las licitaciones que favorecieron a Lázaro Báez y sus tareas al final del proceso, dando indicaciones para ejecutar el plan “limpiar todo” una vez que dejó el poder.
Se analizó la sentencia condenatoria que dictó el Tribunal Oral Federal 2 en 2022. Los hechos juzgados refieren a la tramitación de 51 procesos de licitación pública para la construcción de obras viales sobre rutas nacionales y provinciales en Santa Cruz entre 2003 y 2015, “en cuyo marco tuvo lugar una notable maniobra fraudulenta que perjudicó los intereses pecuniarios de la administración pública nacional”, señaló.
Se pudo comprobar -indicaron los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Diego Barroetaveña-, que las obras viales licitadas “fueron sistemáticamente adjudicadas a un grupo de empresas vinculadas al imputado Lázaro Báez, grupo cuya conformación y crecimiento económico exponencial se vio asociado con la asignación de obra pública vial en el ámbito de esa jurisdicción”.
Los procesos fueron llevados a cabo por la Administración General de Vialidad Provincial de Santa Cruz en virtud de facultades delegadas por la Dirección Nacional de Vialidad. Los imputados Nelson Periotti, Raúl Daruich, Mauricio Collareda, Juan Villafañe, Raúl Pavesi y José Santibáñez, ex funcionarios de las agencias viales “operaron convalidando irregularidades en el marco del desarrollo de las licitaciones y la ejecución de las obras”, al igual que José López ex secretario de Obras Públicas.
Se demostró un conjunto de actos de gobierno del Ejecutivo Nacional “con la finalidad de concretar la ejecución de la maniobra, reafirmando el funcionamiento del circuito de irregularidades”. El objetivo fue “financiar directamente las obras viales que se le adjudicaban irregularmente a Lázaro Báez”.
Entre las irregularidades detectadas y atribuidas a los funcionarios de la órbita nacional como provincial se señaló que “omitieron deliberadamente velar por los principios básicos de transparencia y competencia propios de los procesos licitatorios”.
El listado de las irregulares es más amplio: los condenados «omitieron controlar suficientemente lo actuado por las contratistas como así también supervisar mínimamente la marcha de la construcción de las obras; y trataron en forma preferencial a las sociedades del grupo proveyéndolas de canales exclusivos y privilegiados de adelantos financieros permanentes y de pagos anticipados de certificados de obra». La prueba reunida “demostró el conocimiento y la voluntad de realizar la maniobra por la cual fue condenada Cristina de Kirchner en el hecho juzgado”.
Los defensores anunciaron que recurrirán el fallo ante la Corte, que no tiene un plazo determinado para fallar, pero estiman un año o más tiempo. Si la Corte deja firme el fallo y la ex presidenta pide cumplir prisión domiciliaria, será clave la evaluación que se haga de su salud. Cristina podría ser candidata mientras no tenga una condena firme. Salvo que el Congreso apruebe la ley de ficha limpia que debatirá Diputados.
La sentencia condenó a Cristina y demás acusados un decomiso de $ 84.835.227.378 (US$ 74.416.866), que se ejecutará cuando el fallo esté firme. En este contexto, el Gobierno dará de baja la asignación mensual vitalicia y la pensión que cobra Cristina, significando un ahorro de $ 21 millones. Por más que quieran tapar “el sol con las manos”, Cristina se encamina a recibir un fallo contundente sobre las obras públicas en Santa Cruz. Al mismo tiempo, está pendiente el juicio oral sobre el caso de los cuadernos.