El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Mario Bergoglio, exhortó hoy a tomar conciencia de que “cada chico marginado, abandonado o en situación de calle» es una expresión cabal «no solo de la injustica, sino de un fracaso
institucional».
El cardenal primado de Argentina afirmó además que: «muchas de
estas situaciones reclaman una respuesta inmediata, pero no con la
inmediatez de las luces de bengala».
En una carta leída en la Basílica de Luján, en la misa oficiada
en la tradicional peregrinación a ese templo, Bergoglio advirtió
que hay que «obrar en consecuencia» para que estor chicos
marginados tengan una mejor vida «desde el seno de su madre hasta
que descansen el seno del Padre Dios».
En el texto títulado “Carta por la Niñez”, que fue leída a los
jóvenes presentes en la peregrinación, el purpurado porteño instó
a «comenzar a escuchar la voz de los más débiles», en relación a
los niños y adolescentes que se encuentran en este marco de
desprotección social.
«Nunca la niñez abandonada en nuestra ciudad; nunca la
adolescencia y la juventud marginada en nuestra ciudad; ningún
cristiano, ninguna parroquia, ninguna autoridad indolente o
indiferente frente al vía crucis de nuestras familias y de
nuestros niños», afirmó el cardenal.
Asimismo, agregó que «ningún egoísmo o interés personal o
sectorial menguando el esfuerzo y el compromiso que dilate la
necesaria unidad y coordinación para el esfuerzo impostergable e
inmediato”.
Bergoglio no asistió a la tradicional misa por encontrarse en
Roma participando del Sínodo de Obispos sobre la Eucaristía, pero
con esta se manifestó ante la multitud de más de un millón y medio
de personas que llegó a esta ciudad bonaerense.
La misa central estuvo presidida por el vicario general de la
arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Joaquín Sucunza.
El cardenal Bergoglio distribuyó junto con su carta un
“anexo” con el trabajo que lleva adelante con la Vicaría Episcopal
de Niños, la Comisión de Niñez y Adolescencia en Riesgo, algunos
jueces y legisladores porteños.
Allí el obispo aseguró que “la actividad estatal no puede
reducirse a lograr una reforma de legislación en materia de niñez,
debería hacer hincapié en la efectivización de la Convención del
Niño a través de la ‘gestión monitoreo’ de las políticas públicas
destinadas a restablecer los derechos vulnerados».
“No se trata solamente de dictar leyes -agregó Bergoglio- sino
de cumplirlas adecuadamente mediante una gestión efectiva, en un
marco de redistribución de la riqueza y de creación de empleo”.
Ayer, una multitud marchó hacia Luján en una nueva edición de
la tradicional Peregrinación Juvenil a Pie al Santuario de la
Virgen, que este año se mezcló con los reclamos de justicia por la
tragedia de República Cromañón, y críticas a la «indiferencia» de
los políticos por los más pobres.
De esta manera, junto a los miles de jóvenes, familiares y
sobrevivientes del incendio del 30 de diciembre, en el que
murieron 194 personas, retiraron ayer del santuario porteño de San
Cayetano la «imagen cabecera» de la Virgen, que acompañará a los
peregrinos a lo largo del trayecto.
Los fieles partieron desde la Iglesia de San Cayetano en el
barrio porteño de Liniers hacia la Basílica de Nuestra Señora de
Luján -ubicada a unos 65 kilómetros- en la edición número XXXI de
la Peregrinación juvenil a pie, que en esta oportunidad llevó como
lema: «Madre, enséñanos a cuidar la vida».
Luego, la imagen de la Virgen se unió al cuerpo principal de
la peregrinación en avenida General Paz y Rivadavia, frente a la
estación de trenes de Liniers para comenzar la caminata.
En el camino, los distintos grupos –la mayoría de ellos
pertenecientes a parroquias y colegios católicos de distintos
puntos del país- hicieron «paradas», fijadas en las localidades de
Morón, Merlo, La Reja y General Rodríguez, hasta la llegada a
Luján.
Con la llegada de la cabecera de la marcha, hoy a las 7:30
monseñor Sucunza, presidió la tradicional misa en un altar montado
en la calle, de espaldas a la Basílica y frente a la Plaza Manuel
Belgrano.
Hubo misas desde la medianoche del sábado a cada hora y luego
de la principal siguieron otras programadas cada 90 minutos.
El vicario episcopal de Pastoral de Juventud, monseñor Jorge
Lozano, bendijo a los peregrinos y rogó a la Virgen que «proteja»
a los jóvenes de la violencia, la indigencia, la droga y el
alcohol que «golpea sus vidas», y acompañe a los familiares de
Cromañón que «anhelan verdad y justicia».
También imploró a la patrona de los argentinos que enseñe a los
jóvenes a discernir «qué hacer cuando los tiempos de la política
no coinciden con los de los más indefensos y vulnerables, o cuando
el calendario electoral marca qué verdades han de esperar».
«Nos duele constatar que las verdades estén atadas o
encadenadas a las encuestas. Lo que mide en las encuestas se
tiene en cuenta, lo demás se posterga», criticó monseñor Lozano.
Fuente: agencia Noticias Argentinas.