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José Bailetti: tiene cinco hijos y treinta de «corazón» en 15 años

“Me siento orgulloso de ser papá", confiesa en una entrevista. Además de criar a sus hijos biológicos, con el consentimiento familiar decidieron ser un hogar de tránsito, recibiendo el premio Destacado 2009. Una obra de amor para compartir.Por Emilio Grande (h.)

Por Emilio Grande (h.).- «Fui padre creciendo a la par de mis hijos jugando y compartiendo con ellos, preparándole la pileta, los choripanes y las hamburguesas, acompañando a Pablo en las carreras de midgets, pasando el día con el asadito todos juntos o a Jorge en los partidos de rugby y también participando de campamento y actividades en la parroquia Guadalupe. Llegando el fin de de semana disfrutamos de la naturaleza y compartimos mates y charlas en el rancho a la orilla del río», cuenta José Bailetti a este cronista en el marco del Día del Padre que se celebra hoy.
Está casado hace 36 años con Delfina Imfeld, de cuyo matrimonio nacieron cinco hijos: Pablo Andrés (35), Natalia María (33), Claudia Andrea (31), Diego Daniel (29) y Jorge Antonio (27). Ya tiene cinco nietos: Maia, Catalina, Emanuel, Mateo y Bautista.
«Les fuimos dando responsabilidades con el paso de los años, pero también escuchándolos y trayendo sus amigos a casa para ver sus entornos. Sin embargo, no nos dieron grandes fastidios», precisa Delfina.
¿Cómo ser padres hoy? «Tiene que ser una enseñanza buena y humilde para prepararlos a la vida si optan por estudiar o trabajar. Ahora la educación es más flexible y antes con la sola mirada de los padres bastaba para que los chicos hicieran caso, pero no hay que olvidar la ayuda de Dios», dicen José y Delfina.
Tienen como actividad laboral el «Transporte Bailetti» que ofrece el servicio entre las ciudades de Rafaela y San Francisco.

HIJOS DE CORAZON
Y José agrega: «pero cuando llegaron los «hijos de corazón» nos unimos más que nunca para darles todos afecto, amor y contención a esas personitas que llegaban llenas de miedo y con una mirada muy triste y esa fue la forma de contener la familia. Todos querían enseñarle algo a ese bebé o niño que llegaba, esos y tantos otros fueron momentos hermosos y en familia. No hay nada más lindo que hacer algo por estos pequeños que con su agradecimiento se convierten en baboseos y miradas que quedaron marcados en nuestros corazones. Por todo esto me siento orgulloso de ser papá».
Durante 15 años llegaron a criar unos 30 chicos que alojaron en su casa -en avenida Angela de la Casa 679- de a uno o de a dos si eran mellizos o hermanitos, permaneciendo entre tres meses y un año y medio.
Actualmente tienen un «hijo de corazón» que se llama Maximiliano y está con ellos desde hace 4 años y medio. «En su momento tomamos la decisión de que vengan a hacer esta experiencia con el consentimiento de toda la familia porque la mayoría lloraba a la noche», aclara.
Este proyecto surgió desde el Movimiento Familiar Cristiano (MFC) a través del Hogar de Tránsito Belén con la intervención del Juzgado de Menores, recibiendo a chicos de los departamentos Castellanos, San Cristóbal y 9 de Julio en situaciones extremas: desnutrición, abandono, enfermedades múltiples, violencia familiar, malos tratos, hasta quemados con cigarrillos.
Frente a esta situación de gravedad, «buscamos atenderlos de la mejor manera porque muchos vienen asustados y queremos que se sientan integrados al grupo familiar. Para destacar, la colaboración del doctor Juan Carlos Carignano quien siempre atendió a los chicos a cualquier hora inclusive a la madrugada».
«Están un tiempo en estos hogares transitorios hasta tanto la Justicia -durante muchos años la jueza Liliana Spaggiari hasta que se jubiló- decida si vuelven a su familia de origen o son adoptados», destaca el entrevistado. El MFC tiene una comisión con socios, roperos, cobertura médica y servicio de avión, pero la alimentación está a cargo de la familia transitoria.
Con estos elementos, el sábado 21 de marzo de 2009 se realizó la gala de los Destacados 2008 en el Hotel Campoalegre, recibiendo en esa oportunidad el Destacado de Honor la familia de José Bailetti y Delfina Imfeld. Habían sido elegidos por los comerciantes y empresarios para recibir esta distinción, como así también el organizador Horacio Mehring.
En los últimos años este proyecto fue perdiendo protagonismo porque de las 12 familias transitorias quedaron solamente dos y también por cuestiones legales: «fueron años muy lindos por las amistades que fuimos haciendo. Con varios de estos chicos nos seguimos viendo y hace poco fuimos a la fiesta de 15 años de la primera nena que tuvimos, en Sunchales», concluye.

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