En esta Argentina de las contradicciones permanentes en distintos ámbitos, parece mentira pero es verdad. El jefe de Policía de la Unidad Regional V de Policía Alejandro Forzare fue nombrado titular de la Jefatura de Santa Fe en lugar de Gabriel Leegstra.
El gobernador Obeid justificó esta medida con el objetivo de “de devolver la tranquilidad a la población ante la ola de inseguridad. La gota que colmó el vaso fue la muerte de un quinielero en la capital provincial”. Está diseñando una política de seguridad con fuerte participación policial y tareas de inteligencia sobre presuntos grupos delictivos.
Así se premia a la inseguridad por la ineficiencia demostrada en Rafaela durante unos ocho meses después del pase a retiro de Juan Postovit. En este tiempo transcurrido fueron reiterados los hechos delictivos en nuestra ciudad, especialmente en el barrio 9 de Julio.
Basta recordar el mapa del delito en el barrio más grande de la Perla del Oeste: más de 30 entre robos y homicidios sin esclarecer en los últimos años. A raíz de este problema, a mediados de julio último se realizó una reunión en la sede de la comisión vecinal del barrio 9 de Julio.
Entre los testimonios desgarradores que se escucharon esa noche, Tuqui Chiaraviglio opinó: “Desde la seccional 2da. nos tienen vigilados y todavía no nos llamaron a declarar”. Habían pasado 10 días desde que le entraron los ladrones mientras estaban durmiendo en su casa de calle Arenales al 500.
Después de ese relato Forzare instruyó al jefe de la seccional Segunda para que pusiera de acuerdo con la víctima sobre el día para tomarle la declaración, ante la mirada atónita de más de un centenar de vecinos afectados por la inseguridad.
En este contexto no se puede dejar de mencionar la falta de personal policial en el departamento Castellanos. En febrero de este año el entonces jefe Postovit señaló ante este micrófono de radio Horizonte que faltan unos 220 agentes. En este momento hay unos 600 policías cuando en 1960 había 630, pero la población era menos de la mitad de la actual estimada en unos 90.000 habitantes en Rafaela, pero hay que agregar que se complejizó el delito.
Además, los policías están mal pagos como en varias profesiones de la sociedad, estando presente la tentación para ser cómplices de hechos delictivos. Se está haciendo poco sobre la prostitución, el tráfico de drogas y el juego clandestino en el departamento Castellanos y en la provincia de Santa Fe.
Mientras tanto se espera al reemplazante de Forzare: se habla que se conocerá en las próximas horas y entre los candidatos suena el nombre de Oscar Silva, actual jefe de la UR de Esperanza. El que venga a Rafaela, ¿tendrá la misma inoperancia para resolver los problemas de inseguridad? ¿Cómo se cambian los vicios de la vieja política?
Emilio Grande (h.)