Por Emilio Grande (h.).- En la fría madrugada del 9 de Julio, el presidente Javier Milei firmó en la ciudad de San Miguel de Tucumán los 10 puntos del denominado “Acta de Mayo”, junto a un grupo de 18 gobernadores, participando también dirigentes políticos, legisladores y los expresidentes Mauricio Macri, quien especialmente vino desde Europa, y Adolfo Rodríguez Saá.
Los 10 puntos son: la inviolabilidad de la propiedad privada; el equilibrio fiscal innegociable; la reducción del gasto público a niveles históricos, en torno al 25% del Producto Bruto Interno; una educación inicial, primaria y secundaria útil y moderna, con alfabetización plena y sin abandono escolar; una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio; la rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar con el modelo extorsivo actual que padecen las provincias; el compromiso de las provincias argentinas de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país; una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal; una reforma previsional que le dé sostenibilidad al sistema y respete a quienes aportaron; la apertura al comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser protagonista del mercado global.
En su discurso por cadena nacional, el Presidente calificó la rúbrica como un “acto de grandeza” y de “amor a la patria”, apuntando contra los dirigentes políticos, funcionarios y referentes sindicales que evitaron asistir para “anteponer sus anteojeras ideológicas” o por “obstinación en no querer ceder los privilegios”.
En la oportunidad, pidió respetar el disenso, expresando que “creemos que lo único que tiene que hacer la política es discutir ideas y no impugnar al adversario por cuestiones personales, perseguirlo por pensar distinto ni vivir una inquisición permanente”. En estos siete meses, Milei maltrató en público a quienes piensan distinto a nivel nacional e internacional.
Uno de los puntos centrales es la rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar con el modelo extorsivo actual que padecen las provincias. En la reforma de la Constitución Nacional de 1994 en Santa Fe incluyó en el artículo 75 una ley convenio sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias, que instituirá regímenes de coparticipación, garantizando la automaticidad en la remisión de los fondos. Pasaron 30 años y todavía no se aprobó esta ley, quedando las provincias expuestas a la extorsión de los distintos gobiernos nacionales, aplicando un sistema unitario sobre el federal.
En el Tedeum del 9 de Julio en la Catedral porteña, el arzobispo de Buenos Aires Jorge García Cuerva expresó un deseo en voz alta: “independizados de todo prejuicio y rechazo del otro por pensar distinto, independizados del odio que nos enferma y carcome desde las entrañas, independizados de la corrupción, del ventajismo, de los privilegios de algunos a costa de la indigencia de muchos, porque algo no está bien cuando tenemos dirigentes muy ricos y un pueblo trabajador muy pobre”.
Y agregó: “Demasiadas cosas ya hicimos mal en el pasado del que nadie se hace cargo, aunque el resultado es que en Argentina 6 de 10 diez chicos son pobres; niños con hambre revolviendo basura, chicos no escolarizados, o con una instrucción demasiado básica, no pudiendo leer de corrido o interpretar un texto. Y la educación básica tiene que ser el primer objetivo de un plan de desarrollo, porque el hambre de instrucción no es menos deprimente que el hambre de alimentos: un analfabeto es un espíritu subalimentado”.
Seguramente, los argentinos que aspiran a cambiar el decadente presente y un mejor futuro del país estén de acuerdo en líneas generales con los 10 puntos firmados en Tucumán, dejando de lado sus intereses particulares, sectoriales y corporativos. La pregunta de fondo es ¿cómo llevar a cabo esta decena de buenas intenciones a la realidad concreta? Es decir, el viejo eslogan de pasar del “dicho al hecho”, buscando consensos a pesar de las diferencias. Argentina necesita de la magnanimidad de sus dirigentes…