El cuatrimotor argentino

Del consumo, la inversión, el gasto público y las exportaciones depende si el país crece o no. Un repaso por la situación actual.

Por Guillermo Briggiler.- Sería interesante que hablemos de la fabricación de un vehículo argentino de cuatro motores, pero como este espacio es de economía, cuando nos referimos a cuatro motores, estamos hablando de los impulsores del Producto Bruto del país. Esto es la medida que representa el total de los bienes y servicios producidos en el país, el que nos sirve para saber si somos productivos o no, y nos posibilita compararnos con otros países. Cuando el PBI crece, es porque todos los argentinos estamos produciendo más que el año anterior, y cuando se dice que este decrece, es porque todos somos menos productivos.

¿Pero cuáles son los motores que hacen crecer o no al Producto? Como se imaginarán por el título estos son cuatro y se calcula sumándolos. Los componentes son el consumo privado, que abarca el gasto de los hogares en bienes y servicios; la inversión, que incluye el gasto en bienes de capital tanto por parte del sector privado como público; el gasto público, que representa el gasto del gobierno en bienes y servicios públicos; y las exportaciones netas, que reflejan la diferencia entre las exportaciones e importaciones del país. Veamos cómo están esos cuatro generadores de riqueza en nuestro país.

Empecemos por el Gasto Público, no tenemos dudas que luego de dos décadas abuzando de éste, utilizándolo en beneficio de algunos sectores y al punto de realizar gastos ridículos, como fue regalo de viajes de egresados no educativos y además financiado de manera espuria, con emisión sin respaldo, debemos considerar que este motor está fundido y apagado, máxime si consideramos que la actual conducción económica busca de manera denodada el superávit fiscal.

Analicemos a otro similar al gasto público, esto son los gastos realizados por los privados, al que llamamos Consumo, o Consumo Privado. ¿Y cómo viene el consumo privado en este 2024? Todos los lectores pueden ir pensando en sus bolsillos y sacar la conclusión de cómo está éste. Inmersos en un proceso de actualización y sinceramiento de tarifas de servicios públicos, por un lado y de precios de los combustibles por otro, concluiremos que gran parte de la porción que dedicábamos al consumo años atrás, hoy se la lleva los aumentos en luz, gas y nafta, quedando una menor proporción de los ingresos para destinar al sostenimiento de este propulsor del PBI.

Por el lado del impulsor que llamamos comercio exterior, tenemos que ver las exportaciones que tiene la Argentina, neteada de las importaciones. Nuestro país que fue un gran exportador décadas atrás, hoy se encuentra dependiendo casi totalmente de la producción de granos y del precio internacional de este, hemos dejado de ser jugadores globales en lácteos y carnes y a quien exporta se le cobra un cargo por hacerlo, al que llamamos retenciones, lo que se contrapone fuerte con otros países que subsidian esta actividad eximiéndola de impuestos. Tenemos también un gran camino para recorrer en minería y petróleo, pero por el momento, este motor todavía está a media máquina.

Así llegamos al último componente que puede hacer crecer el Producto Argentino, se encuentra aquí la inversión. Éste es un componente fundamental del PBI y representa el gasto en bienes de capital que realizan tanto el sector privado como el público. Este componente tiene un impacto significativo, ya que está relacionado con la expansión y modernización de la capacidad productiva, la creación de empleo, el aumento de la productividad y el desarrollo de infraestructura. Se incluyen aquí tanto la inversión en maquinarias y equipos, como la construcción, pero también el gasto realizado en investigación y desarrollo que generará mejoras productivas en el futuro, así como las inversiones en los mercados de capitales y financieros locales. La Argentina necesita urgentemente de este motor, cada vez que se invierte en el país, es generación de empleo, aumento del consumo, aumento de la recaudación, crecimiento de las reservas del BCRA y mejora en los ingresos familiares de los argentinos de manera directa y al resto de las actividades conexas con la que realiza la inversión. Imaginen, por ejemplo, todo lo que se mueve alrededor de una nueva empresa, desde el transporte y comida de los empleados, a la limpieza de la misma y la logística de los productos, etc. El país no recibe inversiones significativas desde hace décadas y tampoco crece sostenidamente. De aquí dos medidas que el Estado debe tomar para conseguir inversiones, el levantamiento del Cepo cambiario y conseguir la aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), el planteado en la ley Bases u otro, pero es indispensable que las inversiones vengan al país en lugar de seguir radicándose en los países limítrofes. Necesitamos urgentemente encender este motor, probablemente el único que nos queda antes de caer en picada, para ello hay que aprobar leyes e incentivar la inversión, sino se seguirá administrando pobreza.

#BuenaSaludFinanciera   @ElcontadorB   @GuilleBriggiler

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