Santiago, 4 de julio 2005.- Miembros de Consumers International (CI) estuvieron entre las más de 200 mil personas que marcharon el sábado 2 de julio por las calles de Edinburgh bajo la consigna Make Poverty History, (Haga que la pobreza sea historia), la misma de una serie de conciertos de rock (Live 8) ofrecidos ese mismo día en varias ciudades del mundo para llamar la atención del Grupo de los Ocho (G8) sobre la situación en África. En la víspera de la reunión del G8 en Gleneagles (6-8 julio de 2005), Consumers International está pidiendo al Grupo de los Ocho (G8) que actúe para a) hacer trabajar los mercados de una manera efectiva a fin de permitir a los consumidores el acceso a bienes y servicios de calidad y a precios abordables; b) involucrar a los consumidores en el proceso de desarrollo a fin de asegurar que sus necesidades están siendo consideradas, y c) comprometer los fondos para implementar todas las recomendaciones de la Comisión para África. CI también está llamando a actuar en favor de la seguridad alimentaria en África, y en contra de los alimentos genéticamente modificados (GM).
En un informe dirigido a los líderes que participarán en la Cumbre del G8, titulado «Convierta las conversaciones en acción», (Turn Talk into Action ) Consumers International los llama a apoyar la reforma de leyes sobre el comercio internacional para abrir sus mercados a los productos africanos mientras proporciona medidas de protección a los productores y a los consumidores locales. Respecto a la inseguridad alimentaria, CI sostiene que algunas de sus causas estriban en la imposibilidad de comprar alimentos, diversos problemas en su distribución, almacenaje precario y regulaciones desfavorables del comercio internacional. Pero las compañías biotecnológicas y algunos gobiernos están promoviendo los alimentos transgénicos como una solución milagrosa contra el hambre en el mundo. Dicen que con esos alimentos aumentará la producción, pero muchos de estos argumentos son insustanciales, sobre todo porque ya existen métodos agrícolas sostenibles que han demostrado que efectivamente incrementan la producción de alimentos. Amadou Kanoute, director de la Oficina para África de Consumers International, y uno de quienes encabezó la marcha en Edimburgo, afirma que «la cumbre de Gleneagles es una oportunidad crucial para que los líderes de los países más ricos hagan una diferencia en las vidas de 350 millones de consumidores africanos que viven con menos de 55 centavos de dólar al día».
Pero aliviar el pago de la deuda es solamente el principio, añade Kanoute: «Los países ricos deben permitir un comercio libre y justo; si esto no ocurre, las economías africanas no prosperarán».
El autor es delegado de Proconsumer Santa Fe.