Por esas llamativas cosas que tiene el fútbol, hay partidos que vuelven a repetirse casi como si fuesen un calco. Y hay otras en que un equipo, que puede ser cualquiera, tiene un cierto karma con otro. Bueno, algo o mucho de casualidad o similitud tuvo este viernes 23 de setiembre de 2005 con aquel domingo 4 de julio de 2004, entre Atlético Rafaela y Huracán de Tres Arroyos.
Primero, que Atlético terminó ganando el primer tiempo por 2 a 1.
Segundo, que Gonzalo Del Bono se retiró lesionado, como aquel domingo.
Tercero, que a los rafaelinos le expulsaron dos jugadores. Cuarto, que la Crema volvió a sufrir en las pelotas detenidas. El año pasado, Jorge Izquierdo le había encestado a Ezequiel Medrán dos bombas de tiro libre. Anoche, Maximiliano Natalichio convirtió dos goles, al igual que Claudio García, pero lo anecdótico fue que Huracán lo lastimó en el juego aéreo casi todo el segundo tiempo.
En definitiva, fueron muchos los condimentos que volvieron a sucederse, variando solamente el resultado final. En vez de un 3 a 2, fue 5 a 2 a favor de este Huracán de Tres Arroyos que se siente realmente muy cómodo cada vez que tiene que enfrentar a Atlético en el Nuevo Monumental.
No obstante, la historia del partido de anoche parecía que iba a tener un resultado diferente y otro final. Sobre todo, porque Atlético entró enchufado, decidido a tener protagonismo y a quedarse con los 3 puntos en casa. Ya a los 2′ Aquilino Villalba se perdió con todo el arco a disposición la apertura, enredándose con la pelota en las narices de Daniel Islas. De inmediato, Huracán emparejó el trámite en el medio y equilibró las acciones.
Pero a los 12′, a través de una buena pared entre Del Bono y Juárez, Marcos Dragojevich se interceptó en el camino del balón e involuntariamente batió el arco de su arquero, que poco pudo hacer para evitar el 1 a 0 de la Crema. De todos modos, la alegría del tanto de Atlético no fue mucha porque al minuto, apareció en soledad en el medio del área Maximiliano Natalichio para mandar al fondo de la red un centro desde la izquierda de Claudio García.
En ese lapso, fueron los dirigidos por Oscar Blanco los que tuvieron más protagonismo en ofensiva salvo cuando los albicelestes buscaron por abajo, a través de las buenas incursiones de Del Bono, de Juárez y de González cuando lograban asociarse.
A los 31′ llegó una acción que desvirtuó totalmente el desarrollo del juego: Iván Juárez fue con plancha en contra de la humanidad de Maximiliano Blanco en uno de los costados y el árbitro Carlos Ferreyra le sacó roja directa. En medio del tumulto, el arquero Daniel Islas también se fue rápido a los vestuarios por increpar a Juárez, con lo que a Atlético se le presentaba una buena oportunidad para adueñarse del trámite. Sobre todo, porque contaba con un hombre de campo más que la visita, ya que el arquero suplente Héctor Larroque reemplazó a Marcos Dragojevich.
Y cuando poco fue lo que había pasado luego de las incidencias, llegó el claro penal que le cometió Leonel Natalichio a Villalba en el borde del área chica tras un buen centro de González. En tiempo de descuento, Del Bono, con categoría, lo cambió por gol.
Indudablemente, lo que llegó cuesta entenderlo y explicarlo. Atlético cambió su postura totalmente y Huracán fue otro equipo. «Cachín» Blanco había manifestado en la previa que su equipo juega mucho mejor los segundos tiempos que los primeros y que necesitaban meter un cachetazo para que Huracán pueda comenzar a despegar. Y vaya que tuvo razón «Cachín». Tres Arroyos fue el único equipo protagonista del segundo tiempo. Y por contrapartida, Atlético tuvo muchas imprecisiones, perdió la pelota y, en el medio, no pudo hacer pie en ningún momento. En los primeros 9′ de juego, Barovero había salvado el empate en tres ocasiones de manera estupenda. Hasta que a los 12′ Maximiliano Natalichio, a salida de un tiro libre, estampó el 2 a 2 de cabeza.
La marca de Atlético tampoco fue la misma que del primer tiempo. García y Martínez, la figura de la cancha, tenían más espacios y libertades en ofensiva. Por eso, no extrañó que a la salida de un córner, Claudio García, luego de dos cabezazos en el área, convierta el 3 a 2 por el segundo palo del indefenso Barovero.
Tocado en su amor propio, Atlético fue con mucha gente a buscar la igualdad a través de pelotazos frontales sin sentido. Encima, Emanuel Giménez se ganó correctamente la roja al derribar a Galván cuando se iba cara a cara a convertir el cuarto, y todo se le empeoraba a la Crema.
Igualmente, el 4 a 2 llegó 2′ más tarde, a través de un nuevo gol de cabeza de García tras una buena asistencia de Martínez. Atlético no se rindió y se la jugó, quedando mal parado en el fondo. Larroque evitó un par de descuentos de Fragata y en una de las últimas jugadas del partido, el ingresado Guevara clavó el quinto en la red de Barovero una excelente contra que encabezó Galván.
Atlético no tuvo ideas ni recuperación, mostró una pobre imagen futbolística en uno de los peores segundos tiempos jugados en casa después de mucho tiempo. Y encima, perdió el invicto como local después de más de un año. Y como si fuera poco, volvió a caer ante el equipo que le «robó» el lugar en Primera División por goleada. Para que aquella espina del 2004 siga clavada aún más en los sentimientos albicelestes.
Mario Cabrera
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 24 de setiembre de 2005.
