Por Emilio Grande (h.).- Este viernes 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, pero en realidad hay que homenajearla todos los días del año, respetándola en los distintos ámbitos: la familia, el trabajo, la vida comunitaria, entre otros lugares.
En cuanto a la fecha, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas en 1910, la alemana Clara Zetkin propuso que se estableciera el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en homenaje a aquellas mujeres que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.
En un nuevo informe global presentado por ONU Mujeres y el PNUD en la Conferencia Women Deliver del 18 de julio de 2023, ningún país ha logrado plenamente la paridad de género y menos del 1% de las mujeres y niñas viven en países con niveles altos de empoderamiento femenino y una reducida brecha de género. El análisis de 114 países muestra que el poder y la libertad de las mujeres para tomar decisiones y aprovechar oportunidades siguen estando muy restringidos. El escaso empoderamiento de las mujeres y las grandes brechas de género son una constante.
El documento de Aparecida (Brasil) habla sobre la dignidad y participación de las mujeres, señalando que ellas son corresponsables, “junto con el hombre, por el presente y el futuro de nuestra sociedad humana” (2007: 205).
Afirman que es necesario “superar una mentalidad machista que ignora la novedad del cristianismo, donde se reconoce y proclama la igual dignidad y responsabilidad de la mujer respecto al hombre” (2007: 205).
Los obispos latinoamericanos lamentan que innumerables mujeres de toda condición no sean valoradas en su dignidad porque “son sometidas a diversas maneras de exclusión y de violencia en todas sus formas y en todas las etapas de sus vidas. Entre ellas, las mujeres pobres, indígenas y afroamericanas han sufrido una doble marginación” (Aparecida, 2007: 206).
Al respecto, Luciana Mazzei opina que “las distintas corrientes feministas nos fueron ganando derechos, pero también nos trajeron al día de hoy donde no tenemos muy claro cuál es nuestro lugar en la sociedad y en nuestra relación con el varón (…) Y sólo podremos llegar a ser mujeres plenas si logramos un desarrollo armónico de nuestras 3 dimensiones (física, psíquica y espiritual)”.
En este contexto, las mujeres se identifican más frecuentemente con una religión (85,5%) que sus pares varones (76,2%), y registran niveles más altos de espiritualidad y religiosidad, según lo evidencia “Un análisis de las creencias, prácticas y opiniones sobre religión y sociedad de varones y mujeres en la Argentina”, publicado este 2024.
La especialista porteña Alejandra Planker analizó otro aspecto no menor como es el descenso de la tasa de natalidad en la Argentina con cifras realmente alarmantes, según un reconocido obstetra. Sobre la fragilidad del futuro de nuestro país, “es una sociedad que premia el rol de la mujer en el mundo del trabajo, la investigación, la política y no la crianza”.
La historia de Argentina y de distintos lugares del mundo nos han dado y siguen dando el testimonio de mujeres que son ejemplo de lucha, de compromiso, de solidaridad en defensa de sus derechos más elementales en una sociedad.
En esta jornada especial sobre el rol de la mujer en la sociedad, hay que respetarla en su integridad como persona, madre, trabajadora, ama de casa, estudiante, profesional… Muchas son discriminadas y sufren violencia síquica y física.
Para los creyentes, tenemos a María como modelo de mujer, quien supo vivir con sencillez y humildad la propuesta evangélica de Jesús desde el nacimiento, la pasión, la muerte y la resurrección del hijo de Dios…