Por Emilio Grande (h.).- El problema del caótico tránsito no es de ahora, sino que lleva muchos años sin resolverse en Rafaela, que se fue profundizando por el aumento del parque automotor (110.000 vehículos entre motos y autos), la inexistencia de políticas municipales sostenidas en el tiempo para corregir los desvíos de los ciudadanos que no respetan las normas de tránsito más elementales, en un contexto preocupante de 1.748 siniestros viales (casi cinco accidentes diarios) en 2023, de los cuales el 87% fue protagonizado por motociclistas con un saldo negativo de 1.949 personas lesionadas (informe publicado por diario Castellanos el 24 de enero último) y 10 muertos.
A esta situación hay que sumar el deficiente servicio de transporte público al no contar con frecuencias más cortas y líneas directas desde los barrios al centro, que permitirá descongestionar el tráfico automotor. ¿Seguirá estando bajo a la órbita municipal o habrá que ir pensando en una privatización del servicio como existe en otras ciudades?
Luego de 32 años del mismo signo político peronista (Omar Perotti, Ricardo Peirone y Luis Castellano) en el que no se pudo o no se quiso resolver el problema de fondo, hace menos de dos menos asumió una nueva gestión municipal (Leonardo Viotti). Al respecto, fue entrevistado Germán Bottero, secretario de Gobierno y Modernización municipal.
Conviene recordar que en 2021 fue creado el “Observatorio de seguridad vial de la ciudad de Rafaela” (aprobado por el Concejo el 18 de noviembre de ese año) con el propósito de generar datos cuantitativos y cualitativos para la colaboración en el diseño y estrategias de prevención que mejoren la calidad del tránsito, pero a decir verdad no mejoró la situación de esta problemática social. “La idea es potenciar el Observatorio y que cumpla la función para el que fue creado”, aclaró el ex presidente del cuerpo legislativo.
-Cuando asumieron a partir del 10 de diciembre, ¿cuál fue el diagnóstico del tránsito en Rafaela?
-El estado de situación del tránsito creo que lo podíamos ver todos, con un espacio como “Protección vial y comunitaria” bastante corrido de la atención del tránsito, con muy poca gente en la calle porque si al tránsito no se contrala las infracciones se multiplican, cayendo el uso del casco y el respeto a la norma. El diagnóstico fue preocupante por una situación de tránsito problemática, que en la campaña había surgido, pero quizás no es prioritaria porque la gente tiene otros problemas como la seguridad y la cuestión social y económica. El tránsito es una preocupación de muchos rafaelinos y así lo evaluamos nosotros.
-¿Cómo encontraron el área de Protección Vial y Comunitaria respecto al parque automotor y recursos humanos?
-Respecto a lo estructural, no sobra nada en el parque automotor, están los móviles para que los inspectores puedan cumplir su trabajo, hay cosas para mejorar; está faltando comunicación, celulares robustos, impresoras para labrar actas, de lo que empezamos a hacer, pero el problema en sí estaba en la institución. El recurso humano es un buen material y está preparado, pero el problema estaba dado en la falta de confianza que tenían los agentes; es una institución que había estado muy golpeada, una conducción que no había hecho las cosas bien, no estaba en la calle y tenía muchos problemas. Esa fue nuestra prioridad, que vuelvan a sentir orgullo, ganas de trabajar y para eso había que acompañarlos. Más allá de los cambios de dirección y de jefes con Mariana Arias y Hernán Bo como responsables, fue una decisión del Intendente y mía como secretario de acompañar a la gente y de volver a confiar en ellos, devuelvan esa confianza actuando y estando presente en las calles, que es lo que están haciendo hoy. Hay algunos temas que se fueron solucionando, otros que vienen de largo tiempo y todavía están en vías de solución, pero es un lugar prioritario para nosotros, necesitamos que esté funcionando bien y estamos en ese camino.
-¿Cuáles son los objetivos trazados a corto, mediano y largo plazos?
-A corto plazo recuperar la calle, estar presente y volver a controlar el tránsito; por eso nadie con tareas pasivas. Como objetivos de mediano y largo plazos, que estos controles intensivos que estamos haciendo empiecen a generar en los rafaelinos cambios culturales para cambiar las cuestiones de tránsito, por ejemplo, usar más el casco y respetar la norma, tener un espacio de control para que Protección Vial sea un ejemplo y un orgullo para quienes trabajan en el lugar y para toda la estructura municipal.
¿Seguirán con los controles en distintos barrios como hacía la anterior gestión o tienen previsto un plan alternativo?
-Los controles se realizan en todos lados y antes de empezar por el centro estamos en los barrios; estas primeras actuaciones están más focalizadas en el norte y algo al oeste de la ciudad. Estamos con una rutina de controles que no vamos a abandonar de estar presentes todas las semanas en distintas esquinas de la ciudad con controles móviles y nos vamos a desplazando porque cuando se hace un control dan aviso, se empieza a reducir el caudal de gente circulando, especialmente motos; tratamos de optimizar el control, haciéndolo con desplazamientos. También trabajar con la educación, no hay que enseñar a nadie que se debe usar una moto con casco, respetar un semáforo en rojo o que no puede circular una moto por la vereda, pero sí lo que vamos a profundizar es la educación vial con los más chicos; ya tuvimos reuniones con la Regional de Educación, las escuelas van a volver a estar abiertas para que la educación vial sea un contenido transversal, y desde el Municipio vamos a aportar nuestros conocimientos, preparando un parque vial que puede ser fijo o móvil para los pequeños, que vayan educándose con una conducción responsable, poniendo muchas energías y recursos para la concientización, y los alumnos de 5º y 6º años continuar con la primera licencia, que quizás debe reverse este programa y profundizar su capacitación.
-¿Cómo atacar el mayor uso de casco en los motociclistas, quienes son los causantes de gran parte de los accidentes?
-Para logar el mayor uso del casco, menos uso del celular conduciendo, respetar más los semáforos y las velocidades máximas es con controles, no hay otra forma y la gente sepa que vamos a estar presentes. Las infracciones viales son voluntarias, no puedo justificar ningún problema que tenga ni ninguna crisis económica en no usar el casco o no respetar las leyes de tránsito; es una decisión que tomo de respetarlas o no. Quien no las respete tendrá las sanciones correspondientes y es una forma de educar frente a los hechos más lamentables con jóvenes, fundamentalmente, en moto y falta de casco; ahí tenemos la gran siniestralidad más problemática y estamos hablando de muertes y secuelas. Si la gente no se quiere cuidar, nos vamos a cuidar con controles y estando presentes; han aumentado la retención de motos, nos interesa que una moto que no tenga las condiciones estructurales sin frenos, sin luces o sin chapa patente no puede estar circulando porque están en infracción, es un peligro para sí mismo y para los otros que pueden ser víctimas, donde también aparecieron motos con diferencias entre chasis y motores o robada. Estos controles se realizan junto a la GUR y la Policía.
-Frente al excesivo parque automotor de 110.000 vehículos y el servicio de minibuses deficiente, ¿cuáles son las mejoras previstas? ¿cómo impulsar el uso del transporte urbano y de la bicicleta?
-El servicio de transporte público no es un área de mi incumbencia. Sí está claro que el diagnóstico es el que vos haces; hoy el servicio de minibuses no es eficiente, algunas conversaciones que tuvimos con la gente de “servicios e infraestructura”, de donde depende el área, es obviamente trabajar sobre los recorridos y las frecuencias que puedan tener. Por supuesto, que mejorar el transporte público es reducir la circulación de vehículos privados y ganar en seguridad, tratando de ordenar la ciudad. Sabemos que la inversión es mucha, el parque de minibuses está deteriorado y es una decisión, pero no la imagino en el corto plazo.
-¿Tienen previsto mejorar «cuello de botella» en algunos cruces? ¿Cambiarán las avenidas semaforizadas que no tienen onda verde? ¿Harán modificaciones en calles sin continuidad porque cambian de dirección?
-La parte de algunos nudos viales importantes, las ondas verdes que funcionan o no tan bien en algunas avenidas, la falta de semaforización o cambios es una cuestión de ingeniería de tránsito, no es un espacio mío y está dentro del área de “desarrollo”. Entiendo que hay lugares donde la circulación en calles y avenidas anchas estén quedando chicas debido al parque automotor. Veremos cómo hacerlo, no tengo cambios puntuales de algunos lugares de calles, pero hay en algunos barrios que tienen muchas calles de doble mano, que son útiles para los vecinos porque permiten ir y volver, pero cuando el barrio se va consolidando y poblando con más autos las calles de doble mano no son una buena alternativa porque empiezan a ser peligrosas y vamos a necesitar una intervención vial importante para acomodarlas.