Por Tomás Rodríguez (Santa Fe)
El famoso y glorioso adiestrador argentino Amílcar Oreste Brusa, quien cumplió 87 años de existencia ingresó oficialmente al Salón Mundial de la Fama del Boxeo Profesional, con asiento en la ciudad de Los Angeles, Estado de California.
La ceremonia se llevará a cabo en el marco de la trigésima edición del Banquete Anual de los Campeones a realizarse en “Los Angeles Airport Marrito Hotel”.
El prestigioso Maestro será inmortalizado, recibiendo un nuevo reconocimiento cuando ha superado más de ocho décadas y media de existencia. El Salón de la Fama de Los Angeles es un sitio donde los campeones, promotores, entrenadores y brillantes figuras del deporte de los puños vivirán para siempre y procuran que el reconocimiento sea en vida.
NUEVE ARGENTINOS
Hasta el momento, obtuvieron dicho reconocimiento entre otros pugilistas, los argentinos Carlos Monzón, Horacio Accavallo, Luis Angel Firpo. Víctor Emilio Galíndez, Santos Benigno Laciar, Nicolino Locche, Sergio Víctor Palma y Pascual Pérez. También ha sido distinguido el asistente Miguel Díaz.
COLOMBIANOS
Cuando estuvo radicado en Barranquilla, el Maestro Brusa llevó a la cumbre nada menos que a seis pugilistas colombianos, demostrando toda su grandeza, capaciadad y dotes de entrenador. Los mismos se detallan a continuación:
Minimosca. Miguel «Happy» Lora (Colombia), Pluma. Sugar «Baby» Rojas (Colombia), Supermosca. Tomás Molinares (Colombia), Welter. Luis «Chicanero» Mendoza (Colombia), Supergallo. Rafael Pineda (Colombia) y Superliviano. Francisco Tejedor (Colombia)
CARLOS MONZON
Carlos Monzón es considerado el más grande boxeador argentino de todos los tiempos, llenando toda una época con sus históricos triunfos. Al propio tiempo, revela que el llamado «Gaucho de Hierro» es uno de los gigantes exponentes de peso Mediano del siglo pasado.
Alcanzó la gloria en Roma el 7 de noviembre de 1970 ante Giovanni «Nino» Benvenutti y defendió 14 veces con gran suceso su corona, paralizando a una Argentina en crisis en cada combate que protagonizaba. La leyenda refiere que venció a notables figuras como Emile Griffith, Jean Claude Bottier, José Antonio Mantequilla» Nápoles y Rodrigo Valdez, entre otros.
HORACIO ACCAVALLO
El pugilista Horacio Accavallo es el segundo argentino en alcanzar una corona de título mundial. Reinó en los pesos Moscas donde realizó tres defensas y luego se retiró siendo campeón universal de esa disciplina.
LUIS ANGEL FIRPO
Se precisa que Luis Angel Firpo (nacido en Junín en 1894), el llamado «Toro Salvaje de las Pampas» no llegó a campeón mundial, pero fue el primer boxeador latino en disputar una corona del mundo y el primer gran ídolo del pugilismo argentino.
En cuatro años (1918 a 1921) combatió 17 veces en Argentina, Chile y Uruguay, ganando la mayoría de las peleas por fuera de combate. Durante su carrera derrotó a contrincantes como Jess Williard, Bill Brennan, Homer Smith, Charley Weinert, Erminio Spalla, Al Reich, Dave Mills, Jack Herman y Walter Lodge.
En 1923 realizó su segunda campaña en EE.UU., incluyendo también peleas en Cuba y México, peleando con Jim Hibbard, Jack McAuliffe y Jess Williard, entre otros.
NICOLINO LOCCHE
El referido organismo internacional manifiesta que «El Intocable» mendocino fue inigualable en su estilo defensivo, el más brillante alumno de la escuela boxística conducida por Francisco “Paco” Bermúdez. Conquistó el campeonato mundial Welter Juniors y una de las figuras más emblemáticas del pugilismo argentino de su época.
Se lo conocía como “El Intocable”, llenaba el Luna Park en cada una de sus presentaciones, incluso fue el primer boxeador del país que llevó público femenino llenando las plateas y el ring-side. En 1986 llegó al auge de su carrera deportiva y se consagró campeón mundial venciendo en una notable proeza a Paul Fuji, en Tokyo.
PASCUAL PEREZ
El pequeño gigante del boxeo argentino, le dio a la República Argentina la primera corona mundial de boxeo al derrotar en Japón al titular universal de los moscas Yoshio Shirai.
Siendo monarca del orbe, el gobierno de facto en 1955 le prohibió pelear en el Luna Park de Buenos Aires. También fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948, al término de la Segunda Guerra Mundial..
SANTOS LACIAR
Calificado por los más relevantes periodistas especializados en la materia como uno de los mejores campeones Moscas del mundo, Santos Benigno «Falucho» Laciar fue un deportista serio, ganador y respetuoso.
Logró ceñirse en su cintura tres fajas universales en las categorías Mosca y Supermosca.
SERGIO VICTOR PALMA
Sólido campeón Súper Gallo de la Asociación Mundial de Boxeo a inicios de la década del ’80 del siglo pasado, resultó Sergio Víctor Palma, ganando la corona al noquear en cinco capítulos a Leo Randolph el 9 de agosto de 1980. Realizó cinco defensas exitosas.
En su magnífica carrera enfrentó y venció a campeones mundiales de la talla de Ricardo Cardona, Leo Cruz y el panameño Jorge Luján.
VICTOR EMILIO GALINDEZ
Sin duda alguna, Víctor Emilio Galíndez, resultó ser un recio peleador argentino que fue dos veces campeón mundial Semicompleto. Fueron célebres sus combates con Yaqui López, Mike Rossmanm y Pierre Fourie.
Tuvo actuaciones memorables, intercambiando golpes con sus rivales presentando el rostro cubierto de sangre, en una ocasión con un ojo cerrado, pero su valentía lo llevó a lograr victorias espectaculares e históricas.
Desde El Enmascarado Rojo hasta lograr 14 titulos mundiales
BRUSA, UN VERDADERO MAESTRO EN ENSEÑANZA DEL
ARTE DEL BOXEO Y CONSAGRACION DE CAMPEONES
POR TOMAS RODRIGUEZ
Desde hace más de medio siglo cuando representaba al Enmascarado Rojo en las épicas luchas sobre el cuadrilátero durante las inolvidables jornadas de “Titanes del Ring” con la incomparable figura de Martín Karadagian, manteniendo en vilo a millones de niños y familiares junto a los aparatos de televisión en blanco y negro, pasando por los 14 campeones mundiales del deporte de los puños, Amílcar Oreste Brusa se erigió en un verdadero maestro en la enseñanza del arte del boxeo, sacando a jóvenes de los peligros de la calle y convirtiéndolos luego en
verdaderos hombres.
SUS ORIGENES
Brusa nació el 23 de octubre de 1922, en el antiguo paraje Desvío Kilómetro 140, también conocido como Colonia Silva o Abipones, a unos 15 kilómetros de Marcelino Escalada (ex Lastenia), departamento San Justo, en el norte del territorio provincial. Sin embargo, cinco días después fue inscripto en el Registro Civil de la capital del segundo Estado argentino, es decir, el 28 de octubre de ese año.
LESION DE MENISCOS
En su juventud, era un apasionado del fútbol, entreverándose en los “picados” y en las entonces contiendas de barrio contra barrio o pueblo contra pueblo, hasta que impensadamente una seria lesión en una de sus rodillas (meniscos) a los 17 años le dijo basta y tuvo que abandonar ese juego que tenía tanta popularidad en los niños y adolescentes.
EL BOXEADOR
El «Grandote» Brusa, durante su actividad boxística, militó en la categoría pesado, haciéndolo como aficionado cuando tenía entre 22 y 26 años de edad, realizando 30 encuentros, adjudicándose el certamen «Guantes de Oro», habiendo sufrido solamente tres traspiés, dos de ellos con Rafael Iglesias, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres en 1948 (también Pascual Pérez fue campeón en los moscas).
“Cuando comencé a boxear como amateur, en la quinta pelea obtuve el título de campeón provincial de novicios”, recordando que después en Buenos Aires, en la pelea final del torneo Guantes de Oro, en categoría pesado enfrenté a Argentino Rafael Iglesias, el preferido de la gente de entonces”, dijo Brusa.
DUELOS CON IGLESIAS
Con una sonrisa, espetó: “en la segunda vuelta lo dejé arrodillado en la lona, se levantó, alcanzando a reaccionar; en el asalto siguiente me pegó en la cabeza, cerca de la nuca, no me pude recuperar, perdiendo la pelea por nocaut”.
Todavía mantiene la bronca e impotencia cuando explica: “en el encuentro más importante, por las eliminatorias para los Juegos Deportivos Modernos de Londres de 1948, volvimos a enfrentarnos, parecía un clásico, empatamos, aunque los jurados se la dieron a él por decisión.
Al bajar del ring, tras la pelea con Iglesias, mostrando una gran impotencia y ante el evidente acto que consideraba de injusticia, Brusa se juramentó no volver a pelear más.
En las Olimpiadas, Iglesias arrasó con todos sus rivales y ganó la presea dorada para la Argentina, derrotando por decisión al español José Antonio Rubio Fernández, al italiano Ubre Baccilieri y al sudafricano John Arthur y en la final noqueó en dos vueltas a Ginnar Nilson, de Suecia”.
EL ENMASCARADO ROJO
Debe apuntarse que, durante un determinado lapso, Brusa se dedicó a la lucha libre profesional, actuando en la “trouppe” de Karadagian como El Enmascaradao Rojo. Esta disciplina no lo convenció, por lo que el lungo natural del norte santafesino comenzó su actividad como adiestrador de boxeo en 1951.
“CHEPO” REYNOSO
Brusa, una verdadera leyenda viviente del boxeo argentino, recuerda en forma permanente que “uno de mis grandes amigos que me dio esta disciplina ha sido José “Chepo” Reynoso, un hombre demasiado grande y solidario”. Enfatiza con emoción que “cuando me tuve que ir del pais, me abrió las puertas, el gimnasio y su corazón, no existen palabras para valorar a este verdadero luchador del boxeo internacional”.
“El boxeo es mi pasión, quiero a esta actividad deportiva que ocupa un pedazo muy grande de mi vida. Esta disciplina es la única que puede ofrecer futuro a un chico humilde, pobre, sin estudios, que está fuera del sistema, tiene la posibilidad de aprender del mundo, de ganar plata, conocer la Argentina y otros países del universo, viajar en avión, cosas que otro trabajo no le puede ofrecer…”, afirmó el viejo maestro.
CUATRO FACETAS PARA
PROGRESAR EN EL BOXEO
Según Amílcar Brusa, tiene un estilo propio de entrenamiento que aplica con su equipo de colaboradores (Norberto Rufino Cabrera y Jacinto Horacio Fernández) en el gimnasio de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), seccional Santa Fe, aclarando que primero hay que saber de boxeo para después enseñar a los pupilos o la gente que llega
para aprender este rudo deporte.
FUNDAMENTOS
Para el experimentado Maestro (junto al mexicano Jesús «Choláin» Rivero representan la gloria más viva de Latinoamérica en la esquina) «existen cuatro fases que se deben manejar correctamente para progresar en el pugilismo: ataque, defensa, técnica y eficacia. Una vez que se interpreta eso, se deben aplicar los mejores entrenamientos que
se aplican en distintas partes del mundo».
“CHOLAIN” RIVERO
México ha tenido más de un centenar de campeones mundiales, “Choláin” Rivero, el yucatero, el anciano mágico, el septuagenario hacedor de campeones del mundo y para quien “el boxeo es arte y poesía en movimiento” fue el entrenador de Oscar de la Hoya, Karate Kid, Miguel Canto, Gustavo “Guty” Espadas, Freddy Castillo, Juanito Herrera y Lupe Madera.
CONOCIMIENTOS Y ENSEÑANZA
Brusa explicó sus conocimientos obtenidos con más de medio siglo de enseñanza donde «saqué el trabajo de bolsa de los ucranianos; de los norteamericanos, la facilidad natural que tienen para realizar desplazamientos prácticos tanto hacia los laterales como para entrar y salir y encontrar la medida justa para descargar los mejores golpes; de los mexicanos, la forma en que saben pelear pegados a sus oponentes para luchar en la corta y descargar velozmente las manos, además de la propia experiencia luego de muchos años recorriendo el mundo.
EL CROSS
«Te voy a dar un ejemplo práctico; en mi gimnasio (UPCN) les inculco a los boxeadores por medio de mis estrechos colaboradores, los fundamentos básicos de esta difícil y sacrificada profesión y la aplicación de un cross, haya que descargarlo teniendo la palma hacia abajo, con los pies bien afirmados contra la lona y plantado en la corta distancia. Indudablemente que, este es el mejor golpe, perfecto, porque tiene el recorrido exacto y la potencia necesaria para derribar al contrincante».
“MONZON FUE EL MAS GRANDE CAMPEON
DE LOS MEDIANOS Y ES UN MITO VIGENTE”
Considerado en el concierto internacional como el entrenador de mayor prestigio y jerarquía del mundo, habiendo consagrado desde su rincón a 14 púgiles como monarcas universales, Amílcar Oreste Brusa, asegura reiteradamente con énfasis en todos los círculos donde frecuenta que “Carlos Monzón fue el más grande campeón de la categoría Mediano, es una leyenda y un mito vigente”.
Don Amílcar –como lo conocen en Colombia, México y Estados Unidos-, considerado el mejor director técnico argentino de boxeo de todos los tiempos, afirma que “todo el reconocimiento mundial que poseo se lo debo exclusivamente a un solo hombre: Carlos Monzón, idolatrado en los Estados Unidos y Europa”.
SU OBRA CUMBRE
El octogenario entrenador no puede ocultar su emoción al hablar sobre el “Gaucho de Oro”, el “Macho” o simplemente “Escopeta”, su obra cumbre, un producto surgido desde su humilde gimnasio en Santa Fe en la década del ’60 del siglo pasado: “Monzón es un mito vigente”.
“MONZON ES UNA LEYENDA”
Reconoce que “Monzón con sus 100 combates se convirtió en una leyenda, con la estelar consagración el 7 de noviembre de 1970 cuando obtuvo la faja universal al obtener el resonante triunfo, noqueando al monarca, Giovanni ‘Nino” Benvenutti, con un directo espectacular, en la mejor actuación de toda su campaña profesional”.
“UN AUTENTICO CAMPEON”
Este fenómeno adiestrador, el 10 de junio de 2007, recibió el merecido premio de ser exaltado al Salón de la Fama del Boxeo Internacional, en Canastota, Nueva York, reconociendo que “Monzón fue un tipo muy agradecido y un excelente profesional. Antes de las peleas dejaba el cigarrillo, las bebidas y las mujeres”.
Seguidamente Brusa reflexionó “Monzón fue un apasionado, quería con todo su corazón a la Argentina, era un nacionalista como yo, decía que de la única forma que le podían arrebatar el título de los Medianos de boxeo, sería sacándolo muerto del cuadrilátero. Cuando lo conocí tenía siete peleas como aficionado y había perdido dos, conmigo hizo 80 peleas más como amateur”.
“UNA MAQUINA DE GANAR”
En otro tramo, el Maestro Brusa aseveró que “Monzón fue una fenomenal máquina de ganar, aunque algunos periodistas especializados de Buenos Aires no lo supieron ver; debiendo Carlos superar numerosos inconvenientes sociales. Estuvo 14 años invicto y se vengó de sus tres únicos vencedores en el profesionalismo”.
“EL MEJOR DE TODOS LOS DEPORTISTAS”
Explicó más adelante que “Monzón fue el mejor de todos los deportistas argentinos y el mejor de los 14 campeones mundiales, siendo más respetado en Europa que en su propio país de origen. Cuando peleaba en Francia, Italia o Estados Unidos la ciudad se conmovía, se paralizaba para verlo en el estadio o por televisión; nunca otro argentino en cualquier disciplina deportiva, incluyendo al fútbol, alcanzó este objetivo; pasan los años se agranda su figura y es un verdadero mito…”, aseguró el famoso entrenador.
DEMOLIA A SUS OPONENTES
“Pibe, te voy a describir como era Monzón para que la gente, especialmente las nuevas generaciones que no lo vieron arriba de un ring: tenía practicidad pura; brazos largos, inteligencia para encontrar los huecos donde pegarle al contrincante, sabía enfriar el combate y aplicaba sus puños hasta demoler al rival. Un boxeador completo, un verdadero campeón…”, concluyó Brusa.
Consejo de don Pedro, su padre
“MIRA AMILCAR, SI NO TE GUSTA ESTUDIAR O
TRABAJAR, ENTONCES DEDICATE AL BOXEO”
En la adolescencia cuando Amilcar Brusa vivía con su familia, en la zona rural de Colonia Silva, en una región rica del norte santafesino, tenía poco apego a los libros y a pesar de su fortaleza física, no le agradaba la actividad agropecuaria, no quería laburar en el campo.
Entonces, don Pedro, su padre, un día lo llamó y en el curso de una conversación amena, intercambiando conceptos, muy positiva, lo sorprendió cuando le dijo: Mirá, Amílcar: a vos no te gusta estudiar; me dijiste que tampoco quieres trabajar en el campo, porque te arruinas las manos en la actividad agropecuaria. Entonces te propongo algo; he observado que admiras a Luis Angel Firpo, si te gusta el boxeo, adelante, yo te banco”.
El “Lungo” Brusa aceptó la propuesta del padre, don Pedro, dedicándose desde entonces arriba de un ring o en un gimnasio, como pugilista amateur o entrenador de aficionados o profesionales dirigiendo desde el rincón a numerosos campeones nacionales, sudamericano, hispano-americano, internacionales o mundiales, con pasión, talento, idoneidad, valor humano, poniendo todos sus esfuerzos y voluntad en el viril deporte de los puños, ayudando, orientando y enseñando a sus pupilos -chicos demasiados pobres y desprotegidos hasta entonces- convirtiéndolos en hombres, muchos de ellos recuperados para la sociedad argentina e iberoamericana.
LAS DISTINCIONES
EN EL RUBRO BOXEO
En la oportunidad, también serán distinguidos los boxeadores Brian Mitchell, de Sudáfrica; el gallo norteamericano Orlando Cañizares; el mexicano Rafael Herrera, de esa misma división y la holandesa Lucía Rijker, quien será la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama de Los Angeles.
BRIAN MITCHELL
Brian Mitchell (campeón AMB 1986-1991) y FIB 1991) resultó ser un pugilista sudafricano que fue sólido monarca Superpluma, se caracterizó por enfrentar a sus rivales en su propia casa. Fue titular de la Asociación Mundial (AMB) y de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), nunca perdió un combate de campeonato mundial.
Se recordará también al estadounidense Orlando Cañizales (titular Gallo FIB 1988-1994) porque mantiene el récord de más defensas consecutivas del campeonato mundial de esa división, con 16 exposiciones exitosas.
RAFAEL HERRERA
El azteca Rafael Herrera fue campeón mundial de la categoría Gallo de la AMB-CMB 1972, CMB1973-1974, ganando 53 peleas, cayendo vencido siete veces; siendo el actual presidente de la Comisión de Boxeo del Distrito Federal de México.
“MANO DE PIEDRA” DURAN
Las hazañas de Roberto Durán serán difíciles de igualar; ganó campeonatos mundiales en cuatro categorías. Peleó en cinco décadas y dos siglos y rebasó el centenar de victorias con sus “Manos de Piedra”.
El hijo del mexicano Margarito Durán y la panameña Esther Samaniego nació el 16 de junio de 1951, su carrera se extendió más de 30 años con 103 victorias, 70 por K.O. y resistió 16 derrotas. “Mano de Piedra” fue inducido a seguir los pasos de sus compatriotas Teófilo Al Brown, Ismael Laguna y Eusebio Pedroza.
LUCIA RIJKER
Lucía Rijker, quien brilló con solidez en el boxeo reservado para el sector femenino, además de ser actualmente actriz, será la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama de Los Angeles.
LOS 14 CAMPEONES MUNDIALES
PUPILOS DEL NOTABLE “MAESTRO”
De los 14 campeones mundiales profesionales de boxeo dirigidos por Amilcar Oreste Brusa, cinco de ellos nacieron en suelo de la Argentina, seis en la tierra cafetera de Colombia y uno en El Salvador, República Dominicana y Venezuela, respectivamente.
Seis pugilistas dirigidos por el experimentado conductor obtuvieron la corona Latinoamericana; un solo boxeador fue campeón sudamericano; otro del Mundo Hispano; siete profesionales ostentaron el título argentino y 14 en el campo aficionado.
CAMPEONES UNIVERSALES
Carlos Monzón (Argentina), Mediano. Miguel Angel «Lita» Cuello (Argentina), Mediopesado. Francisco Quiroz (República Dominicana), Minimosca. Miguel «Happy» Lora (Colombia), Gallo. Antonio Esparragoza (Venezuela), Pluma. Sugar «Baby» Rojas (Colombia), Supermosca. Tomás Molinares (Colombia), Welter. Luis «Chicanero» Mendoza (Colombia), Supergallo. Rafael Pineda (Colombia), Superliviano. Francisco Tejedor (Colombia), Mosca. Juan Domingo Córdova (Argentina), Minimosca. Jorge Rodrigo «La Hiena» Barrios (Argentina), Superpluma. Carlos «Famoso» Hernández (El Salvador), Superpluma. Carlos Manuel «Tata» Baldomir (Argentina), Welter.
CAMPEON MUNDO HISPANO
Ricardo Género.
CAMPEONES LATINOAMERICANOS
Luis Acosta. Carlos María (Manuel) del Valle Herrera. Jacinto Horacio Fernández. Luis “Chicanero” Mendoza. Hugo Pineda. Carlos “Famoso” Hernández.
CAMPEON SUDAMERICANO
Carlos Monzón.
CAMPEONES ARGENTINOS
Carlos Monzón. Marcial Franco. Jacinto Horacio Fernández. Hugo Bidyerán. Héctor Sotelo. Francisco Mora y Diego Díaz Gallardo.
DE LA HOYA: “ES UN GIGANTE
COMO MAESTRO DE BOXEO”
Oscar de la Hoya coincidió con dos adiestradores de notable jerarquía, los hermanos Cris y Angelo Dundee, al asegurar que «en el mundo del pugilismo universal, todos lo quieren a Amílcar Brusa, lo respetan y dicen que es un verdadero gigante como adiestrador. Para el deporte del boxeo fue un privilegio tener a un entrenador como él».
Luego de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92, de la Hoya cumplió una de las más exitosas carrera en la historia del boxeo profesional. Ganó 10 campeonatos mundiales en seis categorías diferentes, hazaña única en los anales del pugilismo y fue la figura más influyente de su generación.
Finalmente afirmó: “Amílcar es un gigante como Maestro de Boxeo, en diciembre de 2004 lo contraté a Brusa para que mostrara a todos mis colaboradores de la empresa Golden Boy Promotions lo que significa este deporte, jerarquizándolo y demostrando que es un gigante para el pugilismo moderno”, concluyó de la Hoya.