Por Emilio Grande (h.).- Luego del aplastante triunfo de Milei sobre Massa en el ballotage del 19 de noviembre último, sorprendió a propios y extraños el sorpresivo llamado telefónico de Francisco para felicitar al Presidente electo el martes pasado, donde hablaron durante 8 minutos. El libertario tuvo que interrumpir una entrevista periodística para escuchar los consejos de Bergoglio, quien le recomendó enfrentar la nueva etapa con “sabiduría y coraje”, recibiendo la invitación para volver a la Argentina.
Más allá de las especulaciones políticas y opiniones diversas sobre el pontificado, hay que destacar el gesto que tuvo el argentino más importante del mundo, quien no tuvo en cuenta los agravios recibidos por el entonces candidato de La Libertad Avanza, opinando que era “el representante del mal en la Tierra”. El Papa no solo predica el perdón, también lo práctica, siguiendo las enseñanzas del evangelio…
En este sentido, este cronista consultó a cinco obispos sobre este llamado papal al flamante Presidente y cómo está la situación social de sus territorios, en un contexto complejo por la grave crisis económica, la galopante inflación y el aumento de la pobreza.
* Obispo diocesano Pedro Torres: “Considero que el gesto del Papa ha sido un regalo y un ejemplo de aquel que toma la iniciativa, superando barreras, distancias, prejuicios y ha tendido puentes; en el momento que está viviendo la humanidad, es todo un signo de cuánto necesitamos del diálogo y del perdón, y abrir puertas. Para mí fue una alegría y no me sorprende porque el Papa ha tenido muchos de estos signos; los hace con una sencillez y frescura que tiene olor a evangelio”.
Y agregó: “todavía no se ha podido concretar cómo se imagina la visita del Papa y yo anhelo que tenga una presencia cercana, que pueda hacer accesible nuestra participación en alguna celebración. En estos 10 años de pontificado, la Iglesia ha podido reconocer los rostros de santidad de nuestra historia, que son un regalo maravilloso de Dios, y Francisco lo va a poder celebrar con nosotros; nos estimula también a responder al llamado de santidad que cada tiene que vivir desde su bautismo en el hoy de nuestra historia de salvación”.
Sobre la situación social de la Diócesis (departamento Castellanos, San Cristóbal y 9 de Julio), “noto un cambio anímico a partir de las lluvias, donde la gente ha salido a trabajar al campo de nuevo con esperanza; me parece es el clima que estamos necesitando: recrear la esperanza, aun sabiendo que estamos transitando tiempos complejos y difíciles, y que nos esperan momentos de austeridad. También anhelo que la gracia de Dios sostenga para construir una patria de hermanos”.
* Juan Alberto Puiggari (arzobispo de Paraná): “me pareció un gesto de grandeza importante del Papa de haberlo llamado a Milei, dejando de lado por un bien superior los agravios o los juicios totalmente inadecuados, pensando en el bien de la Argentina y de los católicos; creo que a todos nos dio mucha paz saber de un gesto de la cultura del encuentro, como le gusta decir a Francisco, dejar de lado los inconvenientes y mirar pensando siempre en el bien de todos”.
La situación social de Paraná “no escapa a lo que uno ve en la mayoría en el país. Ciertamente, como pasará en Rafaela, no es la misma pobreza e inseguridad que hay en el conurbano, en el AMBA, pero va creciendo la inseguridad como consecuencia de esa pandemia invisible de la droga y viendo muchos hermanos nuestros durmiendo en la calle. Hace pocos días hicimos la jornada de los pobres a la noche y unimos a los que se les da de comer en distintos grupos, siendo cerca de 300 personas, que para Paraná es un número significativo. Por otro lado, uno ve la gente pidiendo en la calle, tocando timbre por comida. La inseguridad, fundamentalmente, se acrecienta por la necesidad de la droga, que hace que se robe y se mate por unos pocos pesos”.
* Gustavo Zurbriggen (obispo de Concordia y ex sacerdote diocesano; oriundo de Curupaytí, departamento San Cristóbal): “he recibido con muy grata sorpresa la llamada personal del Papa al presidente electo de la Argentina. Es un gesto que manifiesta el estilo humilde, cercano y fraterno que caracteriza al Santo Padre. Es un gesto muy importante en estos momentos del país y un ejemplo a imitar: siempre nos ha enseñado que la cercanía y el diálogo atento y respetuoso son el camino para crecer en la amistad social, tan necesaria en nuestra patria”.
“Los obispos argentinos en la última reunión plenaria hemos invitado nuevamente al Papa a visitar nuestro país y le hemos reiterado nuestro deseo de que pronto nos bendiga con su presencia entre nosotros. Es también muy importante que el Presidente electo lo haya invitado a visitar próximamente el país. Rezo e invito a rezar para que el próximo año se pueda concretar esta visita tan esperada por la Iglesia argentina”.
Respecto a la situación social de la diócesis de Concordia: “no escapa a las dificultades de la situación socio-económica que afecta a todo el país, aunque se encuentra en una de las zonas productivas. La ciudad de Concordia, como es de público conocimiento por los datos del INDEC, cuenta con sectores de mucha pobreza e indigencia. La Iglesia a través de sus parroquias e instituciones, como otras instituciones civiles, trata de estar cerca y ayudar a las familias que, en los barrios más pobres, sufren la falta de trabajo y la indigencia que nos les permite una vida digna”.
* Gustavo Montini (obispo de Santo Tomé, Corrientes; ex sacerdote diocesano, nacido en Humberto I): “al llamado de Francisco hay que tomarlo como una cosa normal entre jefes de Estado; de hecho, Milei recibió llamados de muchos presidentes, un buen acto de cortesía, saludando a quien fue elegido Presidente de la Argentina frente a la responsabilidad que le compete. También es un gesto que desmitifica cualquier interpretación que pudo haber habido a lo largo del tiempo de querer poner al Papa de un lado o de otro de la grieta, siendo el pastor universal de la Iglesia. Además, un lindo y noble gesto del Presidente electo con las palabras que tuvo, tratándolo como Su Santidad, y lo invitó a venir a la Argentina, tema que fue motivo de varias entrevistas, haciendo referencias que vendría en el 2024. Este llamado telefónico fue muy significativo y llamó mucho la atención, haciéndose eco muchos medios, poniendo blanco sobre negro la situación”.
“Desde que el Papa -continuó- asumió en 2013, la CEA lo invitó sucesivamente y en la última asamblea plenaria de noviembre se lo invitó de modo explícito con una carta porque su presencia nos hará mucho bien y ciertamente estábamos en una coyuntura de las elecciones. La invitación de Milei tomará una formalidad a través de la Cancillería; de hecho, el Papa no puede ir a un lugar si el Estado no lo invita. Ojalá que venga porque será una bendición para los argentinos, reencontrarnos con él y su palabra”.
Frente a la situación social “estamos en las coordenadas que vive el país con algunas particularidades en el NEA, en el norte correntino. La situación es difícil por lo que está provocando la inflación, de mucha incertidumbre y pesar en la mayoría de la gente; muchos tienen empleos públicos con una dependencia bastante directa y hay poco empleo privado; la inflación hace deprimir las posibilidades de sostenerse familias y las personas, que se ve reflejado en Cáritas en pedidos y ayudas. Durante la pandemia, la ciudad de Santo Tomé, que tiene 30.000 habitantes, el 50% recibía ayuda social entre IFE y AUH, sumado a las situaciones climáticas: en 2022 tuvimos incendios en la zona con una situación muy dolorosa, siendo los más afectados los pequeños productores y los que hacen changas, y ahora tenemos inundaciones con características históricas porque es prolongada, con picos importantes, el martes pasado se cortó la ruta 14; viene lloviendo muchísimo desde hace 2 meses, con más de 350 familias evacuadas, siendo más dificultosa la situación social y económica”.
* Damián Nannini (obispo de San Miguel, Gran Buenos Aires; ex sacerdote rosarino): “el gesto del Papa me pareció bien, de grandeza de alma ante quien lo agredió mediáticamente. Francisco fue oficialmente invitado a venir a la Argentina por una carta de todos los obispos reunidos en la asamblea de la CEA el 7 de noviembre pasado. Falta ahora la invitación formal del Jefe del Estado Argentino para que se ponga en marcha la preparación de su visita, que anunció en mayo de este año antes de las elecciones. En esta transición es difícil, pero esperamos que una vez que sea presidente Milei lo invite formalmente a venir”.
La situación social “está complicada, pero todavía hay calma. Los planes sociales contienen mucho y Cáritas atiende muchas personas. Me preocupa lo que puede pasar cerca de las fiestas de fin de año porque hemos tenido problemas en esas fechas; dependerá mucho de las medidas económicas que se tomen a partir del 10 de diciembre, pero con tanta inflación acumulada y reprimida esperamos que no haya una hiperinflación, el ajuste sea razonable y no perjudique a los más pobres”.