Por Emilio Grande (h.).- Durante la audiencia pública realizada este martes en el Concejo Municipal, quedaron en estudiar las ordenanzas vigentes para que los empresarios de la noche hagan propuestas con modificaciones y hay que buscar cambiar la cultura nocturna, buscando soluciones a corto y largo plazo, según el compromiso acordados entre los presentes.
A excepción de Brenda Vimo, estuvieron el resto de los concejales, iniciativa propiciada por el concejal Ceferino Mondino. Luego de la apertura del presiden del cuerpo legislativo Germán Bottero, se presentaron los 18 participantes del rubro de la organización de eventos nocturnos y recreativos.
Abordaron casi todos los puntos del orden del día previsto: revisión de ordenanzas sancionadas, zona común de boliches y sus ubicaciones, inversiones de boliches en lugares fijos, fiestas eventuales y su regulación, servicios de logística para los eventos nocturnos, personal capacitado de Control Público dentro y fuera de los eventos nocturnos, Rafaela metropolitana: abordaje integral de la temática.
Mondino destacó el acompañamiento del Concejo: “esto tiene que mejorar, los chicos se van afuera. No es catarsis ni para la foto, hay que darle continuidad y no dejar al azar. Leo Viotti tiene ganas de resolver este tema sin olvidar que la ciudad está llena de jóvenes”.
Hubo algunos referentes que más hablaron y se encargaron de contar sus experiencias nocturnas con sus problemas. Guillermo Ferradas de ex Chimbote recordó que el boliche fue cerrado por las normas vigentes: “es imposible poder trabajar así porque la nocturnidad ha muerto. En 2015 armamos un boliche alejado del centro urbano sobre la ruta 70, pasando el cementerio, tuve 24 denuncias, inspecciones y 280 firmas para cerrar el boliche”.
Gustavo Heinzmann, con más de 35 años de fiestas y eventos privados, aclaró que “hay que poner un horario de finalización porque después de las 5 de la mañana vienen los disturbios”, pensamiento al que se plegó Fernando Merke de Susana: “no se justifica extender el horario de las fiestas por el exceso de alcohol en la gente que está sobrepasada de consumo”.
Yamil Diab (rafaelino radicado en Buenos Aires, quien vuelve asiduamente a la ciudad) opinó: “cuál es la intención del Estado porque así las cosas no funcionan. Hay un tema más profundo es que no hay personal capacitado y hay que enmarcarlo en Rafaela metropolitana. Está el derecho del vecino con los derechos de los que salen a divertirse. Recibí 14 de denuncias por ruidos molestos”.
Juan Senn recordó la propuesta de la campaña electoral que hizo con el intendente Luis Castellano: “en el predio del futuro estadio de Atlético, ceder una parte para que le asigne a los eventos privados para boliches, pubs y bares”.
Andrés Gorosito, de República bar en calle Primera Junta, dijo que “hay control y persecución contra las fiestas, qué certeza hay de invertir con el cambio de gobierno en el Municipio. En el caso de nuestro boliche se viene trabajando con los vecinos y los problemas disminuyeron”.
Reconstruir la noche
Ferradas agregó que “hay que reconstruir la noche de Rafaela, evitar que se vayan los chicos afuera, ser más permisivos desde el Estado porque pusieron multas por exceder la capacidad”.
Diab remarcó “se debe tener agentes de Control Público capacitados. Si hacen una clausura a la madrugada es un caos por la reacción de los presentes. Hubo muchos años sin tener en cuenta los riesgos”.
Lisandro Mársico puso como ejemplo que “los eventos en los bulevares no había comunicación con los vecinos. En los boliches fijos están los problemas del sonido y los que hacen necesidades en la calle”.
Otros asistentes como Anahí y Lucas Orellano dijeron que “no están controlados los salones que se alquilan para eventos como son los enchufes y salidas de emergencias, es decir, faltan controles previos”.
Sobre los posibles lugares de localización de los boliches, Bottero recordó que el “por ordenanza, el Código Urbano establece los usos, hay que trabajar para identificar un lugar. En la ciudad de Santa Fe no funcionó. Hay que pensar también en los vecinos que no pueden dormir. Si en un evento traen una banda, aumentan los decibeles”. Mencionaron que por ley, está permitido hasta 90 decibeles.
Según fuentes consultadas por este cronista, en la capital provincial los boliches están ubicados en la ruta camino a Paraná y se mantienen algunos lugares tradicionales de muchos años.
Diab, responsable de La Pinta en calle 9 de Julio (frente al ex Colegio Nacional), “los pibes se van porque hay que mejores ofertas en otros lados”.
Por su parte, Flavia Rotella, de Rosario con intenciones de organizar eventos en Rafaela, dijo que “aumentaron los accidentes en las rutas por los que viajan afuera. Rafaela es una ciudad selectiva de gente, los que van a la Bastarda, La Pinta y República tienen su público; 1001 prevé una fiesta retro para los que tienen más de 40 años. La ciudad está apagada”.
A modo de cierre, Viotti señaló que “esta es una instancia de resolución, hay que también escuchar a los jóvenes y padres, porque los pibes se van afuera. A que dar la discusión a corto plazo y largo plazos. Está la propuesta de llevar los boliches al norte de la ciudad, que propusieron Castellano y Senn, pero se deben planificar los servicios y sostener en el tiempo. Por ejemplo, Mendoza tiene una ruta con los boliches en forma planificada. Hay que generar las condiciones para que inviertan, si es fuera de la ciudad o en el centro, hay que charlar con los vecinos, porque puede generar laburo y evitar que los chicos se vayan. Hay que hacer un listado de lugares para tener una infraestructura de salones con estacionamiento y paciencia para que encontremos un punto medio para reactivar la economía nocturna”.
Diab sostuvo que “hay que brindar una oferta de calidad con un cambio cultural pro eventos, la gente quiere consumir ocio”, citando al médico Facundo Manes. Mondino: “queremos que esto funcione, no sabemos el cómo”. Senn: “es difícil resolver la situación para cada uno en particular, pero es una decisión política qué queremos resolver en conjunto”.
Finalmente, quedaron en estudiar las ordenanzas vigentes y hacer propuestas de modificaciones, por ejemplo como propuso Heinzmann de agregar el Registro Unico de Sonidistas (RUS), como así también habrá otras instancias similares para buscar entre los actores involucrados (hay que agregar las voces de jóvenes y padres) soluciones a corto y largo plazos, pensando en el bien común.
