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Presentan investigación histórica sobre «La verdad los hará libres»

Se trata del rol de la Iglesia Católica durante 1966-1983. Estuvo a cargo de los sacerdotes Luis Liberti y Antonio Grande, en el Sindicato de la Carne.

Por Emilio Grande (h.).- Esta noche fueron presentados los dos primeros tomos del trabajo de investigación titulado «La verdad los hará libres» sobre el rol de la Iglesia Católica en el período de violencia social e institucional, que se extendió desde 1966 hasta 1983, ante un centenar de asistentes en el Sindicato de la Carne.

La obra se compone de tres tomos: 1) La Iglesia católica en la espiral de violencia en la Argentina 1966-1983; 2) La Conferencia Episcopal Argentina y la Santa Sede frente al terrorismo de Estado 1976-1983; 3) Interpretaciones sobre la implicación de la Iglesia Católica en los procesos y fenómenos de la violencia (publicación estimada para el 1 de septiembre de 2023).

El encuentro fue organizado por la Comisión de Desarrollo Humano Integral de la Diócesis de Rafaela y contó con la adhesión de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) de Rafaela. Actuaron como moderadores Fabrio Abrate y Emiliana Toani.

Antonio Grande y Luis Liberti durante el acto en el Sindicato de la Carne (fotos Diego Camusso).

Luego de una breve introducción del obispo diocesano Pedro Torres destacando la investigación como “sanante” de las heridas abiertas de la historia reciente, se emitieron dos videos. Uno institucional sobre el trabajo colectivo e interdisciplinario realizado durante cinco años por la Facultad de Teología (UCA) a partir del estudio de valiosas fuentes documentales y testimoniales, muchas de ellas inéditas de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), de la Nunciatura en el país y de la Santa Sede. El trabajo fue realizado por pedido de la CEA, la que desde hace una década reflexiona en forma crítica sobre su actuación durante el denominado “Proceso de reorganización nacional”.

El restante video estuvo a cargo del ex obispo de Rafaela Jorge Casaretto (1977-1983), quien destacó este testimonio eclesial sobre el país, donde la Iglesia se animó a contar lo que pasó en aquel momento histórico. Recordó que previo al golpe militar estuvo viviendo en San Isidro, sufriendo los atentados guerrilleros, y en su ministerio pastoral en Rafaela tuvo una vinculación con algunos detenidos junto a sus pares Vicente Zazpe (arzobispo de Santa Fe) y Juan Iriarte (obispo de Reconquista).

Después estuvieron las exposiciones del Pbro. Dr. Antonio Grande (párroco de Frontera y Josefina) y del Pbro. Dr. Luis Liberti SVD (uno de los cuatro editores), ambos integrantes del equipo investigador. Finalmente, los disertantes respondieron las consultas planteadas por el auditorio.

Grande abordó una síntesis de su investigación en el capítulo 5 «La Iglesia argentina promueve el Concilio Vaticano II en medio de tensiones políticas y sociales» en el primer tomo. Mencionó la recepción latinoamericana en la conferencia de Medellín (1968) y cómo se recibió en la realidad argentina, promoviendo la pastoral de conjunto en el documento de San Miguel (1969), denunciando las injusticias que provoca la pobreza y acompañando al pueblo con una opción por los pobres. La evangelización apuntó a la promoción humana, la liberación de las personas e iluminar un proceso de cambio. También la convocatoria al diálogo de los obispos con su documento «Iglesia y comunidad nacional» (1981).

Por su parte, Liberti trató su investigación en el segundo tomo, consultando archivos de la CEA, la Nunciatura y de la Santa Sede, pero aclaró que no hubo interpretaciones, las que se harán en el tercer tomo con ejes históricos, filosóficos, sociológicos y teológicos.

Mencionó que esta segunda parte se describen las actitudes, las expresiones y las acciones de los obispos frente al terrorismo de Estado, donde se recibieron más de 16.000 cartas con denuncias de familiares de detenidos y desaparecidos. Entre 1976 y 1977 se cometieron los mayores atentados a los derechos humanos, donde en mayo de 1977 los obispos elaboraron el primer documento, cuestionando el plan sistemático ordenado y programado por el gobierno militar, sumándose las presiones internacionales de distintos organismos. En 1978, el presidente de la CEA Raúl Primatesta le advirtió al presidente Jorge Videla que la Iglesia no tolera lo que están haciendo con las personas detenidas.

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