DIA DOMINGO
Llovizna suavemente. Ha refrescado. Nos sentimos mejor.
Desde esta habitación, escucho el hermoso sonido de las campanas de la Basílica, invitando a misa.
Domingo, día de pausa, reflexión, meditación, reunión con la familia y también alguna oración, en soledad o en conjunto.
¿Y por qué no orar cantando? Quien ora y canta ora dos veces, se ha dicho.
Probemos todos juntos, con los chicos, algo sencillo pero bonito:
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«El Señor de Galilea»
Pon tu mano en la mano del Señor de Galilea,
pon tu mano en la mano del Señor que calma el mar.
Es Jesús, el que te va a ayudar, noche y día sin cesar,
pon tu mano en la mano del Señor que calma el mar.
Pon tu pie en la huella del Señor de Galilea,
pon tu pie en la huella del Señor que calma el mar,
Es Jesús, el que te va a ayudar, noche y día sin cesar,
Pon tu pie en la huella del Señor que calma el mar.
Y en tus labios la palabra del Señor de Galilea,
y en tus labios la palabra del Señor que calma el mar.
Es Jesús, el que te va a ayudar, noche y día sin cesar,
y en tus labios la palabra del Señor que calma el mar.»
Rosa Mayo de Marcuzzi