Ratificando que como visitante se siente muy cómodo, Ben Hur rescató ayer un punto sumamente valioso en su aspiración de quedar arriba en la tabla de promedios, y a la vez dentro de los cinco primeros de las posiciones. En la fría tarde sanjuanina, desnudó las limitaciones de un San Martín que todavía no pudo ganar ante su gente, ni siquiera convertir goles, y si quizás hubiese tenido un poco más de audacia en el tramo final, podría haber tenido un premio extra.
Queda claro que en la medida que la BH acumula minutos con el arco en cero (en los tres últimos partidos como visitante lo hizo), se le hace todo mucho más sencillo. Los rivales se ponen nerviosos, los hinchas locales se desesperan y de ese modo aparecen más espacios para jugar de contragolpe.
No es aconsejable hablar sobre supuestos, pero da la sensación de que si ayer estaba en cancha Claudio Bustos, quizás Ben Hur hubiese podido traer otra victoria. El elenco rafaelino dio el hándicap de no contar con su goleador, con todo lo que ello implica.
Como se preveía, Carlos Trullet volvió a jugar con el doble enganche porque no vislumbra entre los recambios, otro jugador de similares características, o no lo convence -como el caso de Carlos Vicente-.
Con la solidez característica de José María Paz, el trabajo ordenado de los tres stoppers (Desvaux, Biasotto y Restelli), la recuperación de Vaca y algunas cosas de Fontana y Romero, le alcanzó a Ben Hur para equilibrar el juego en el período inicial. Una etapa donde dispuso de las opciones más claras, en un contexto de partido chato, que ofrecía la intención de San Martín de asumir el protagonismo, pero evidenciando su falta de ideas para comprometer a Bertoya.
Un tiro libre de Giampietri que conjuró bien Monasterio, una media chilena de Biasotto que salvó Kondratiuk en la raya, un contragolpe vía Romero, que terminó en un cabezazo de Fontana que se fue muy cerca del arco local, fueron las tres oportunidades más importantes.
El local no aportó nada por Leo Torres, y solamente intentó algo con Luciano Abalos, que no tuvo la compañía del caso en Uriel Pérez.
En el segundo tiempo, la dupla Zaccanti – Sosa intentó cambiar el panorama con el ingreso de Quinteros por Favre. Arriesgó algo más y empezaron a aparecer algunos sofocones en el área rafaelina.
Bertoya tuvo que trabajar en un mano a mano con Abalos, y antes Desvaux había llegado con lo justo cuando Uriel Pérez quería abrir el marcador.
Igualmente, pasado ese momento, Ben Hur volvió a marcar presencia en el medio y con la entrada de Fernando Sánchez por Giampietri, ganó en movilidad.
Después de todo un mes de espera, el volante aportó cosas interesantes y provocó la expulsión de Cárdenas, cuando quedaban casi 10 minutos para el epílogo. Además, trató de asumir el rol de conductor junto con Echagüe y de colaborar en la contención, en una tarea de sacrificio, como la de todo el equipo.
Sin desesperarse, Ben Hur trató de arriesgar un poco más y tuvo la última, con un tiro libre de Paz que Monasterio alcanzó a contener. Un ratito antes, Desvaux había salvado con lo justo en uno de los desordenados intentos sanjuaninos.
Ben Hur volvió a sumar, en una fecha donde debía hacerlo porque también lo habían conseguido Aldosivi y Juventud Antoniana, y el sábado tendrá otra chance de sumar su primer triunfo como local, cuando reciba a la CAI.
Fuente: diario La Opinión, Rafaela, 12 de setiembre de 2005.
